Un hombre de 82 años fue apuñalado en la puerta de su casa del barrio Ludueña mientras sacaba el auto del garaje y fue sorprendido por un adolescente de 15 años que alcanzó a quitarle una billetera con 60 pesos y un juego de llaves. El hecho ocurrió la mañana del sábado y anoche al cierre de esta edición la víctima permanecía internada en terapia intensiva y con pronóstico reservado.
En tanto, el agresor fue encontrado por la policía escondido debajo de una cama de su casa, a tres cuadras y media de donde había cometido el violento atraco. Al constatar la edad y por tratarse de un chico no punible, el juzgado de Menores en turno le dio intervención a la subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia para el abordaje de su situación.
"Hace 60 años que mi suegro vive en este barrio, lo conoce todo el mundo. Lo tremendo es que el choro vive acá a la vuelta y ya está libre porque es menor de edad, y uno tiene que vivir amenazado y con miedo".
La declaración repleta de fastidio corresponde a Daniel, un yerno de Roberto Mario Salinas, el hombre de 82 años apuñalado en el pecho en la vereda de su casa ubicada sobre Pedro Lino Funes al 200 bis, en el corazón del barrio Ludueña.
Según pudo escuchar Daniel de parte de su suegro, que nunca perdió el conocimiento a pesar de la grave herida que sufrió, el hecho ocurrió alrededor de las 7.30 cuando un vecino con el cual comparte la cochera le pidió que le moviera el auto para poder salir con el suyo.
"Mi suegro sacó su Renault Clio para que el vecino pudiera sacar el auto. Cuando estaba en la vereda lo encaró este pibe, que se apareció caminando desde Junín. Seguro que Roberto se resistió, porque es grandote y a pesar de su edad es un hombre fuerte. Y en ese forcejeo el ladrón le dio la puñalada en la tetilla izquierda, que le pasó a milímetros del corazón", explicó ayer Daniel a LaCapital, bastante indignado por la situación y recién llegado del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), donde su suegro permanecía estable, pero en terapia intensiva.
El ladrón escapó corriendo con una billetera de la víctima que contenía no más de 60 pesos, documentación personal y las llaves de la casa. Algunos testigos lo vieron correr rumbo al sur por Pedro Lino Funes y perderse en una cortada.
Consciente
El anciano malherido ingresó a su casa empapado en sangre por una puerta lateral. Se sentó en un sillón y le pidió ayuda a su mujer, shockeada por semejante cuadro y sin comprender lo que había ocurrido.
Una vecina que advirtió el hecho llamó de inmediato al 911. Al lugar llegó una ambulancia de Servicio de Emergencias Sanitarias (Sies) que trasladó a la víctima al Heca, donde ayer permanecía en terapia intensiva por una herida que le afectó un pulmón y se esperaba la evolución para decidir si lo sometían a una intervención quirúrgica.
"Nunca perdió el conocimiento. El me dijo cómo era el cuchillo con el que fue atacado, más grande que un tramontina, con una hoja más ancha", describió Daniel sobre los datos que pudo aportar la víctima.
Abajo de la cama
A su vez, efectivos del Comando Radioeléctrico acudieron al lugar y colectaron evidencias. El personal realizó una serie de tareas de investigación con toma de testimonios a posibles testigos. Así se logró rápidamente dar con un nombre y apodo del principal sospechoso, que fue visto deambular por la zona.
Con esos datos la policía llegó a pasaje Minetti al 5800, a 300 metros de la casa de Salinas. Sobre la calle, casi en la puerta de la casa, se secuestró un cuchillo muy similar al que se habría usado en el ataque, así como una tarjeta del supermercado Coto a nombre de Salinas.
Al ingresar a esa casa, el sospechoso estaba escondido en una habitación, debajo de una cama. Los agentes lo arrestaron e identificaron como Juan G., de 16 años.
Algunos vecinos dijeron haberlo visto "dado vuelta" —presuntamente por consumo de drogas— al momento de asaltar a Salinas. En el patio de la casa se secuestraron la billetera y llaves sustraídas a la víctima, que los familiares del octogenario reconocieron como propias.
No punible
En principio el caso fue consultado a la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro, que giró las actuaciones al juzgado de Menores en turno. Así, el chico fue demorado unas horas pero cuando se constató que en realidad tenía 15 años, lo cual lo hace no punible por la ley, el mismo sábado a la tarde la jueza de Menores Dolores Aguirre Guarrochena le corrió inmediato traslado del caso a la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia para que inicie un abordaje de su compleja situación.
Vecinos marcados por los cambios de códigos
Roberto Mario Salinas es un vecino de barrio Ludueña de casi toda su vida. "Cuando se casó, vino a vivir acá y era todo descampado. Imaginate que lo conoce todo el mundo porque siempre tuvo negocios. Ahora ya está jubilado pero supo tener una verdulería de la que hacía el reparto por el barrio", graficaba ayer al mediodía Cristian Gómez, uno de los nietos de Roberto, mientras intentaba contener a su abuela en compañía de su madre, tíos y primos.
Esa referencia histórica, sumada al dato de que el agresor es un adolescente que vive a escasas tres cuadras de la casa de la víctima, marca el permanente cambio de la dinámica social que atraviesa a los habitantes de tantos barrios de la ciudad. Y como en este y otros tantos casos, los vecinos no sólo quedan expuestos a delitos cometidos por delincuentes que pivotean en toda la ciudad sino también al ataque de un chico al que probablemente hayan visto crecer. Una muestra de cómo cambian los códigos barriales.