El juego es el cotidiano donde el personaje de Zamba también dejó su huella. Así lo explica Silvia Corea: "Se instituyó otro modo de jugar entre los pibes. En el taller de dramatizaciones jugaban a los realistas y a los héroes como San Martín y Juana Azurduy. Eso contribuyó a la producción de otras subjetividades pensadas para chicos no como consumidores. Esto se fue contagiando. Había docentes que tenían otra visión. Pero en seguida la gente se dará cuenta lo fácil que puede ser arribar a ciertos contenidos a través de ese material de Zamba. Y aparte ese contenido también nos lleva a hacer una revisión crítica de las prácticas y modelos de enseñanza".
Pakapaka y Encuentro emergieron hace algunos años en la televisión argentina y lograron mostrar que con buenas producciones y contenidos se puede hacer una programación educativa de calidad y a la vez entretenida, cosechando desde premios Martín Fierro hasta distinciones internacionales, al punto que varios de sus programas fueron nominados a los Emmy. Pakapaka salió al aire en septiembre de 2010 y Encuentro en marzo de 2007, aunque dos años antes comenzó a delinearse su estructura.
Pero también en ellos se coló el debate sobre los cambios que quiere dotar la nueva administración macrista a su gestión. Que ya se concretó con el desplazamiento de autoridades y una mirada explicitada sobre nuevos enfoques a su programación. En ambos canales lo que se ve hoy en pantalla no es diferente de lo que se venía mostrando, ya que o bien son programas repetidos o nuevos contenidos pero que estaban previstos desde el año pasado. La nueva programación se empezará a ver recién a fines de este año o principios del próximo.
La Capital intentó tener la palabra de quienes hoy gestionan estas señales, pero la respuesta fue que por el momento no se están dando entrevistas. Sin embargo, funcionarios del gobierno nacional dieron notas y en algunas de ellas también pistas del sello que se busca imprimirle a esta nueva etapa.
Habían pasado apenas unos días desde el triunfo de Mauricio Macri en el ballotage cuando Hernán Lombardi, designado titular del Sistema de Medios Públicos, en una entrevista por TN deslizó sus expectativas sobre Pakapaka y Encuentro. "A mí me parece que tener un esquema de la televisión pública dedicado a los niños y a la educación está fantástico, está muy bien, (pero) cuando uno mira cómo se ha ideologizado y ve el discurso de lo que sucede ahí, yo invito a los que no lo vieron que lo vean". Su idea, expuso, es "continuar con una señal educativa dedicada a los niños pero no formarlos con una sola visión". Para lo cual propuso "desarmar" ciertas cosas que se han hecho porque "lamentablemente en esto de la propaganda militante se llegó hasta los chicos". Su opinión sobre Canal Encuentro tampoco estuvo huérfana de críticas: "Es un gran canal, soy un fanático de los documentales. También tengo que decir que en el último año nada escapó a la bulimia propagandística".
Zamba en la escuela
Los chicos del jardín aprenden con los episodios de Zamba.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Zamba en el aula
Silvia Corea estuvo como docente hasta mediados de 2015 en el Jardín Antonio Berni, de Funes. Allí comenzó a incorporar los contenidos del Zamba, el personaje estrella de Pakapaka, como disparador para dar las clases, gracias a los materiales que distribuyó el Ministerio de Educación nacional. "Para mí eso significó un cambio en el paradigma y una apuesta al acceso igualitario del capital cultural. También contribuyó a la distribución más justa de los bienes simbólicos porque, pedagógicamente hablando, ese material estaba pensado para nuestro nivel, desde los chiquitos hasta los más grandes", dice la docente.
Estas herramientas audiovisuales las llevó al aula para trabajar con los nenes y nenas temas complejos como la igualdad o la discriminación. "Hasta cuestiones de género se pueden abordar con esos contenidos", resalta. Recuerda que la visita de Zamba por temas como Malvinas o el Día de la Memoria lograron ser tratados con los chicos sin problemas. "Estoy convencida —agrega— que la enseñanza de la historia a través de esos recursos resulta indispensable para poder construir el sentido de patria en los chicos. Y más hoy en una cultura de la imagen, con un mundo totalmente atravesado por lo digital, esas tecnologías pueden contribuir mucho al acceso a la educación y a la igualdad en la instrucción".
Encuentro y Pakapaka, al igual que DxTV, pertenecen a la sociedad del Estado Educ.ar, creada durante el gobierno de la Alianza gracias al mecenazgo de Martín Varsavsky —que donó 11 millones de dólares, uno por cada estudiante argentino— pero que con la crisis de 2001/2002 muchos de esos fondos se evaporaron, ya que estaban en bonos colocados por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo. La empresa fue recuperada y relanzada durante la gestión de Néstor Kirchner.
Ambos canales están bajo la órbita del Ministerio de Educación. Sin embargo, en los primeros meses de la gestión de Cambiemos trascendió que existió una fuerte disputa por su manejo entre la cartera que coordina Esteban Bullrich y la de Medios Públicos que lidera Hernán Lombardi. En el marco de esa puja, y en línea con la impronta del macrismo de incorporar exgerentes de empresas a la gestión pública, Guillermo Fretes —CEO de Despegar.com— fue presentado el lunes 4 de enero por el propio Bullrich como nuevo titular de Educ.ar.
Cuando a principios de marzo la agencia oficial Télam anunciaba a las nuevas autoridades de Pakapaka y Encuentro era el ministro Lombardi el encargado de dar la noticia, confirmando así el desplazamiento María Rosenfeldt, quien estaba en Encuentro desde sus comienzos. En su reemplazo fue designada Fernanda Rotondaro, documentalista y una de las personas que estuvo en la mesa chica de decisiones en los primeros tiempos en el canal educativo y hasta 2008. Fue la responsable de la creación de la franja infantil que significó el germen de Pakapaka, espacio que años más tarde se desprendió y comenzó a funcionar como canal independiente. En Pakapaka asumió Karina Wroblewski, productora y curadora de espacios culturales y realizadora de documentales. "El foco estará en trabajar en la construcción de medios y contenidos públicos con una mirada de futuro para todos los argentinos", dijo Lombardi al designar a Rotondaro y Wroblewski. También ese día Francisco Irarrázaval, exrugbier del club Newman, quedaba al frente de la señal deportiva DxTV.
Rotondaro fue una de las gestoras de Encuentro y durante esos primeros años trabajó codo a codo con Tristán Bauer, entonces director de la señal. Así lo cuenta la periodista Tamara Smerling en el libro La otra pantalla: educación, cultura y televisión, un texto imprescindible para entender cómo fue el proceso de creación de estos canales, desde Néstor Kirchner diciéndole "metele para adelante, Daniel" a Filmus cuando le llevó la propuesta de un canal educativo, pasando por esos primeros tiempos de un puñado de mentes inquietas craneando ideas y buscando construir una estética y contenidos propios, hasta lograr el reconocimiento público.
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En el taller de dramatizaciones los chicos juegan a ser héroes como San Martín y Juana Azurduy.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Los comienzos
"Ella (por Rotondaro) estuvo en los orígenes de Encuentro y fue un motor fundamental. Fue convocada por Daniel Filmus por su tarea durante diez años en Canal A, que había hecho un trabajo impresionante y muy valorado", apunta Smerling, quien destaca a la nueva directora por su solvencia. "Había mucho temor de que se licuara un poco todo lo que se hizo. Por eso me parece buena su presencia. No creo que Canal Encuentro desaparezca porque no se va a permitir algo así". Smerling valora además cómo, gracias a esa labor que fue madurando a lo largo de una década, Encuentro logró elevar la vara de lo que se entiende por televisión cultural y educativa: "Lo que muchos productores refieren es que elevó la vara de producción. En los canales de aire tuvieron que reformar contenidos a partir de la estética de Encuentro. Hay productores que fui relevando y que en la jerga de trabajo cotidiano dicen «¿Lo querés en calidad Encuentro?». Y eso habla muy bien de un canal y de cómo se instaló la estética, los contenidos y formatos en muy poco tiempo".
Ninguno de los canales educativos tiene pauta publicitaria. Una decisión que para Smerling es saludable, sobre todo "para quienes somos padres de nenes chiquitos, porque por más que vivamos en esta sociedad, la verdad que allana mucho el trabajo que uno hace en casa o en la escuela para que el consumo sea en todo caso medido". Un dato que no pasa inadvertido sobre todo si se tiene en cuenta el bombardeo de publicidades que hay en las demás señales infantiles del cable creadas por tanques como Disney o Cartoon Network.
La autora de "La otra pantalla" lamenta los cuestionamientos que han recibido en los últimos tiempos los canales educativos. "Se los ha cuestionado en cuanto a su hincapié en los derechos humanos y en Pakapaka ha caído en la volteada un personaje como Zamba, que se refiere a la historia. En mi posición lo que hace Zamba es un disparador alucinante para los chicos para pensar estas cuestiones, pero que no tiene que quedar ahí, no es un contenido cerrado, cada escuela y familia aportan lo suyo".
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Los nenes del jardín disfrutaron de Zamba.
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Zamba, el nene formoseño que viste guardapolvo blanco La incorporación de modismos, estéticas, climas y la voz de chicos de distintos lugares del país, entre los aportes de Pakapaka.
Vanina Lanati es becaria doctoral del Conicet, en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales (UNR), y su investigación se basa en las representaciones de la infancia en Pakapaka. De cara a la nueva gestión opina: "Ahora no se ve mucha producción nueva y empezaron a salir programas que aparecen como estrenos que en realidad eran de la primera camada. Creo que no es inocente que se estén recuperando en pantalla producciones mucho más lavadas, desideologizadas, con cosas del clown y el teatro".
Sobre los cuestionamientos al canal cree que se deben a contenidos que, en cierta medida, fueron acompañando debates de la sociedad en estos años. Como ejemplo, cita el caso del micro "Mi familia", que en base a una estética de muñequitos que no hablan, muestran distintos tipos de familias. "Eso tuvo cierto reflejo con la ley de matrimonio igualitario. Si bien no baja línea sobre eso, había una especie de diálogo entre lo que pasaba a nivel de políticas públicas estatales en general y lo que iba apareciendo en la pantalla", opina.
Lanati recuerda que Zamba nació como una serie de capítulos pensados para el Bicentenario, pero fue creciendo y sumando temas y complejidad a sus abordajes. "Una de las últimas cosas que hizo fue sobre el genocidio armenio y el holocausto, un Zamba mucho más preciso y profundo. Pero no arrancó dando un puñetazo con temas complicados, sino que lo hizo con hechos más o menos consesuados de la historia. Después se fue afinando y tomando una postura en temas históricos".
La incorporación de modismos, estéticas y climas de distintos espacios del país es para Lanati otro punto alto de Pakapaka: "Con eso no hay con qué darle. Vino a ocupar un espacio vacío y de una manera súper interesante. Aunque sí hubo cosas pendientes, como cierta falta de federalismo en la producción".
—¿Qué opinás cuando se habla de Zamba como personaje K?
—Es una excusa. Lo bueno que tuvieron Encuentro y Pakapaka es que su propio andar los legitimó socialmente. En general, se piense como se piense en política, se entendió que estaba bien que existan y convivan con los otros canales. Hoy no hay mucho espacio para sacarlo. Sí, creo que con Zamba hubo una apuesta porque fue un personaje que pegó en los chicos fundamentalmente por la identificación. Todos tenemos una señorita Silvia, el querer preguntar, el "me aburro" típico de los chicos, el compañero que lo sabe todo. Hubo muchos guiños. Pero los chicos pueden mirar Topa y Zamba, se puede convivir. En esa multiplicidad siempre aparece algo distinto.
—¿Hacía falta un canal así?
—Absolutamente. Porque cuando decimos Nickelodeon o Cartoon Network es porque tenemos cable. Pero hay un montón de gente que no, en la televisión de aire se fue achicando cada vez la programación infantil. Y porque además esos canales que mencioné están hechos en Estados Unidos, con una mirada latina donde somos todos iguales, hablamos en neutro, no hay matices y los chicos que van a la escuela usan uniforme. Desde Jacinta Pichimahuida no recuerdo chicos de la tele yendo con guardapolvo blanco a la escuela como Zamba. Hubo que acostumbrar la mirada. Y además algo más importante: que los chicos estuvieran en primera persona, con su voz y jugando en su espacio.
Apropiación del personaje
Sobre la apropiación de los chicos del personaje infantil, Lanati remarca que también logró salir de la pantalla y convocar a los nenes haciéndose presente en fiestas patrias, espectáculos musicales durante las vacaciones y hasta en Tecnópolis. Aunque en las últimas semanas se vieron imágenes que mostraban que la nueva gestión decidió desmontar la muestra de Zamba de la feria tecnológica y que la imagen de madera del personaje había sido arrojada a la basura, destruida y en estado de abandono. "Estaba podrido por dentro", justificó el ministro Lombardi sobre el muñeco del querido personaje.