El espectáculo tendrá interpretaciones a cargo del rosarino Tiago Galíndez (voz principal, ex Piano Bar), acompañado por Mia Folino (hija de Hilda Lizarazu, con una voz fresca y poderosa), y dos invitados de lujo: Pablo Guyot y Alfredo Toth, históricos miembros de GIT y de la banda estable de Charly García.
La banda está formada por talento joven local o de la zona: Tato Zeballos (guitarra y dirección musical), Yago Varas (bajo), Pato Massini (teclados), Pablo Falco (teclados), Agustín Borsini (batería), y Mery San Dámaso (coros, reciente participante de “La Voz Argentina”). Los primeros dos artistas son oriundos de San Lorenzo, y el resto son de Rosario. Junto con la sección de vientos, son más de diez músicos en escena y una formación que recupera el espíritu de las grandes producciones.
Plan Divino continuará el año próximo con más homenajeados y nuevos invitados de lujo, con la premisa de que cada show será único e irrepetible.
“Este es un proyecto que armamos en conjunto con la productora Eureka Pop, con quien yo ya había trabajado en Piano Bar, y en un momento se abrió la posibilidad de armar un show especial dedicado a Fito y a Charly, con el acompañamiento de artistas consagrados del rock nacional”, contó en diálogo con La Capital Tiago Galíndez. “La búsqueda es que la idea del Plan Divino” abra también la puerta para futuros proyectos, que sea un vehículo para hacer show y espectáculos, con invitados, que vaya variando”, agregó.
Para esta primera fecha, además del despliegue musical, anticipan una gran puesta visual para dar forma a un “show arrollador” en todo sentido. Una de las aristas más especiales de este estreno será la presencia de Toth y Guyot.
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“Vamos a estar haciendo canciones de García y ellos fueron parte de la creación de esos temas. Son los que grabaron los discos que nosotros escuchamos y amamos. Eso ya es un honor para nosotros, y a la vez una responsabilidad y un disfrute. GYT por sí sola es una banda que tiene un peso en la historia del rock nacional. Así que para nosotros, tocar con ellos significa muchísimo y es un plus grande que tiene especialmente el show acá de Rosario”, adelanta Tiago.
Pero el cantante no sólo destaca a los invitados sino también a la notable formación local armada para el proyecto. “Es una banda que venía trabajando en otros proyectos con Eureka y yo me sumé como cantante para Plan Divino. Si bien son todos conocidos de la escena, hubo un trabajo de conocernos tocando y la verdad todo fue espectacular porque hay un nivel musical muy alto”, comparte Galíndez sobre sus compañeros.
Un repertorio infinito
Sin dudas, uno de los grandes desafíos a la hora de armar un show en homenaje a Fito y Charly, es elegir los temas a interpretar. “Armar el repertorio no es fácil porque vamos a trabajar con dos catálogos de canciones maravillosas, entre cuarenta y cincuenta años de música increíble”, apunta Tiago.
Además, el músico va más allá y ahonda en lo que ocurre con la combinación de estos dos grandes repertorios. “A mí siempre me interesa a hacer la pregunta de por qué Charly y Fito. Me parece que ahí hay un tándem de música universal, y a la vez hay un diálogo musical muy franco y muy abierto entre ellos. Charly fue maestro de Fito y no estoy diciendo nada que el propio Fito no haya dicho muchas veces”, detalla el rosarino.
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“Hay un diálogo incluso por momentos estilístico entre ellos. Hay un mismo río. No sería lo mismo si hiciéramos un espectáculo de Charly y Cerati. Si bien también son extraordinarios los dos, son lenguajes y universos distintos. Acá hay un mano a mano en la misma mesa, y eso da para mucho. Si nosotros lo sentimos como músicos, estoy seguro de que también lo siente la gente como público. Así que qué mejor que juntar estas dos músicas que amamos”, agrega Galíndez.
Otro desafío de la propuesta es abordar un conjunto de canciones con un arraigo afectivo enorme en la audiencia. “Cuando pienso que el viernes voy a estar cantando canciones que me marcaron la vida, me emociona mucho. Me pasaba con Piano Bar y estoy seguro que me va a pasar ahora, que he tenido momentos donde tengo que aguantar el llanto. Veo a la gente en el público y está en la misa, llora, grita, ves cómo se están transportando. Ese es el poder de las canciones, y para nosotros ser una especie de apóstoles de los profetas, es genial”, se sincera Tiago.
En honor a ese legado que movilizan, los temas sonarán en gran parte como los originales. “Algunas están un poco más retrabajadas pero no tanto. Hay un respeto muy fuerte por las originales, pero por ejemplo tomamos algunas cositas que nos parecieron lindas e interesantes de la nueva edición de ‘El amor después del amor’ que hizo Fito en 2023. Nos pareció que estaba bueno para jugar un poco, aunque yo soy muy talibán de las canciones como son. Porque yo creo que la emoción que generan este tipo de canciones no sólo está en su forma, en su letra y en su melodía, sino en todo lo demás: en la sonoridad de los teclados, de las guitarras, la rítmica. No soy muy adepto a deformarlas tanto, pero sí quisimos tomar algunas cosas para dar un espectáculo de Fito y Charly 4.0”, comparte Galíndez.
Al momento de reflexionar sobre por qué estos dos artistas en particular tienen ese enraizamiento emocional tan grande (ese que a veces hace emerger lágrimas intempestivamente cuando suena una canción), Tiago dice: “Siempre pienso por qué Charly y Fito no son enormes en toda Latinoamérica al nivel que lo es Soda Stereo. Y creo que hay un componente de argentinidad en lo que cuentan y en cómo lo cuentan. Cerati tiene un idioma rockero universal, una forma de componer distinta, que llega a cualquiera. Charly y Fito hablan de paisajes y de experiencias muy argentinas. Creo que eso es lo que genera un anclaje tan emotivo”.
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“También hay una cuestión generacional, más allá de que las nuevas generaciones por suerte escuchan a Charly y a Fito, y ojalá este proyecto haga su pequeño aporte a que eso sea así. Además de músico, yo soy oyente de esta música. Cuando toco 'Tumbas de la gloria', me acuerdo cuando tenía doce años y esa canción me volvía loco. Ese tema es un tren que me lleva directo a esa habitación de mi casa, con el mini componente al palo y yo saltando arriba de la cama. Y a cada uno le pega de distinta manera, lo conecta con algo de su vida”, afirma el músico sobre otro elemento que suma a la fuerza infinita del repertorio de García y Páez.
Tiago también celebra realizar este show en un contexto en el que ambos homenajeados están viviendo un gran momento musical, con discos nuevos lanzados en el último año (“Novela” en el caso de Fito, y “La lógica del escorpión” en el de Charly).
“Cuando arrancamos con Piano Bar, casi no había bandas tributo a Charly. Y de repente ahora hay un montón. Con Charly pasó algo maravilloso. Creo que cuando vimos que se estaba apagando, se le prendió la lamparita y renació. Lo vemos mucho mejor, super activo y empezó a recibir todo ese cariño y reconocimiento que se merece en vida. Fito está haciendo unos discos increíbles y un trabajo enorme reivindicando sus clásicos y su trayectoria”, apunta.
“Fito tiene sus giras y está recontra activo. Pero con Charly nos pasó y nos va a seguir pasando que como él ya no puede llevar su obra, la gente disfruta mucho de escuchar sus canciones en vivo. Por eso digo lo de los apóstoles, que llevamos la obra del profeta a distintos lugares. Porque no es lo mismo escuchar el disco en tu casa que estar en un teatro con otras personas emocionándose con estas canciones que nos marcaron la vida”, cierra.