Rubén Goldin canta y salen girasoles. Es una metáfora pero también una realidad. Porque esta noche, desde las 21, en el Complejo Cultural Atlas (Mitre 645), entre copa y copa y algún que otro bocadillo, uno de los referentes de la Trova Rosarina presentará su último trabajo "Girasoles", cuyas canciones huelen a pétalos de zamba, aromas brasileños y melodías de aquellos buenos y recordados comienzos del rock argentino de los 80. "Rosario es como mi vieja", le dijo Goldin a Escenario.
Rubén atiende desde su celular en Buenos Aires, ciudad donde reside, y cuenta que miraba en un televisor "desde una vidriera" Croacia-Inglaterra por la semifinal del Mundial. "Creo que todos queríamos que pierdan los ingleses", apuntó con un habitual tono de familiaridad, el mismo tono que utiliza en sus canciones.
"Cada vez que me presento en Rosario siento que es como tocar para la familia y no quiero desilusionarlos. Mi vieja me alaba: «ay, ese tema nene, qué lindo» me dice. Y yo, cuando canto para mi vieja tengo que esmerarme, no me puedo relajar, y Rosario es como mi vieja", redondea la idea.
"Las cosas que uno quiere", uno de sus clásicos, también aparece en "Girasoles", pero en una versión más intimista y con final jazzeado. Quizá era otra manera de acercarse a sus afectos. "Ese tema también se referencia a mi vieja, porque cuando digo «una trigueña que les quite el sueño» está basado en una foto donde está mi papá y mi mamá frente a un horno de ladrillos allá por Montes de Oca, en el campo, y aunque pareciera que le estoy hablando a una mina mía es un homenaje a mi vieja en la voz de mi viejo", destacó.
La carrera solista de Goldin despuntó en 1985 con "Destiempo", con los hits "Hagamos algo", "Mi amor es rojo" y "Otro ángel"; siguió con "Profano" en el 88 a caballo de "Un disparo más" y "Sueño de valeriana", tras lo cual llegó "Piedras preciosas" en el 90, en la que sobresalía "El ogro y la bruja" y más tarde "Brilla el sol", del 92, con el pulso pop de "Dados redondos".
Tras su paso por "Rosarinos" (1997) junto a Lalo de los Santos, Adrián Abonizio y Jorge Fandermole, Goldin lanzó un compilado titulado "Cronología" (2002) y pasaron más de diez años para el próximo trabajo suyo con nuevo material, que fue "Nadar" (2013) y ahora, cinco años más tarde, llega "Girasoles".
"Hay pasión, rencor y locura y una bárbara desolación; hay amor en sus girasoles y un deseo de salvación" canta en "Girasoles", tema que abre el disco. Y así como había un tema dedicado a su madre, esta vez su foco estuvo puesto en uno de los pintores más lúcidos de la historia.
"La escribí hace unos años -recordó- pero la grabé recién ahora y está basada en la vida de Van Gogh, incluso tomo frases suyas de sus cartas, en las que decía que la gente le tenía miedo por su fama de loco y violento cuando no lo era. Es uno de los artistas que vendió un solo cuadrito en su vida y hoy un cuadro de Van Gogh vale cien millones de euros. Esa es la locura del arte, ¿no?"
"En este disco puse todo", destaca Goldin, y se refiere a que logró que conviva "Vidala para mi sombra", con Jorge Cumbo y Rodolfo García; al lado de "Deja un poco de luz al partir", de Víctor Heredia; "Mi pequeño amor", un chamamé de Ramón Ayala o "Alma guaraní", pero también una belleza mitad en portugués mitad en castellano como "As rosas nao falam"."Estoy siempre en movimiento, la palabra que a mí me gusta usar siempre es esa. Uno, el músico, tiene que estar en movimiento, en búsqueda. Mirá, Paul McCartney siempre dice «estoy tratando de hacer mi mejor canción» y lo dice él que tiene mil canciones buenísimas, yo creo que eso nos pasa un poco a todos", apuntó.
Y como prueba de que siempre está pensando en lo que viene, adelantó que en el show de hoy, en el que tocará junto a invitados de la talla de Fabián Gallardo, Sandra Corizzo, Martín Neri y Rodrigo Zacarías, además de los clásicos y de los temas de su último disco, también hará tres temas inéditos. "Son canciones no grabadas, una es dedicada a Spinetta, llamada «Tres palabras», que arranca diciendo «Laura va», en la que Laura le agradece al Flaco haber sido creada; la otra es «Lágrimas del corazón», que es medio lennoniana, ponele; y otra, un poco más antigua, que es «Manos de mujer».
Las hará "solito con la viola", como dice él, en un set intimista, y no faltarán "Mi amor es rojo", "Sueño de valeriana", "El ogro y la bruja", un poquito de Charly y otro de Spinetta, ni "Upa Federico" en su versión inigualable y "Viejo mundo", de Páez, con Gallardo haciendo la voz de Fito para que Goldin se luzca en los agudos como siempre."Yo no estoy atado a nada, ni siquiera a lo que estoy diciendo ahora, soy libre, nunca me quedo en el piropo o en el disco que hice, siempre miro para adelante. A veces me pongo la muñequera de cuero y otras la barba de Cafrune, no quiero comer todos los días lo mismo".
Lo dice Rubén Goldin y, mientras continúa en su búsqueda, sigue cantando. Y lo hace como los dioses.