“Sigo con la mente en el juego / y en crecer con mis compañeros / aprendí en mi barrio de cero / ahí de pibes nos hicimos buenos”. Esas barras de “Berlín” representan aunque no agotan la proyección identitaria de “341”, el tercer disco de Caliope Family, una de las bandas más importantes de la escena del hip hop local. Pertenencia al territorio y crecimiento sonoro son dos de los ejes que atraviesan lo nuevo del quinteto, que se presentará el próximo sábado 5 de agosto en La Sala de las Artes.
Desde su formación en 2017, la Caliope viene construyendo un camino sólido y forjándose como una de las referencias ineludibles del género urbano en la ciudad. Liderados por Brapis como MC y letrista, el grupo se completa con Camilo Corradin en batería, Pancho Val en guitarra, Agustín Perez en teclados, y Franco Olima en bajo, SynthBass y pistas. Desde distintos contextos y con distintos recorridos, forman un ensamble virtuoso que en los once temas que componen “341” da cuenta de una consolidación a nivel musical, una sensación de pasar a otro nivel.
En “Rythms and Rhymes”, el debut discográfico de 2018, la banda mostró una faceta más cruda, más visceral, donde el rap y los instrumentos cobraban centralidad. El posterior “Chainz”, que salió en el 2020 en plena pandemia, empezó a dar cuenta de una profundización en la producción, con más artificio desde lo digital pero sin perder ese núcleo orgánico que caracteriza al quinteto y moviliza, certero, a mover el cuerpo al ritmo de los beats. En el nuevo álbum se duplica la apuesta en múltiples sentidos, empezando por la extensión, que dobla a sus antecesores dando lugar a treinta minutos de un versátil y contundente viaje sonoro, guiado por “la fuerza de la calle y los genes del under” y producido y mezclado por Diego Savioli en el estudio La Madriguera.
Además de exponer la destreza y cercanía de los Caliope con distintos géneros entre el groove, el funk, el r&b y el hip hop, “341”, lanzado el pasado 30 de junio, se destaca por su exuberante rosarinidad. Con el prefijo como primer estandarte, la tapa muestra un diseño minimalista con un Monumento a la Bandera en el centro. Las canciones, desde su títulos a sus letras, y sobre todo el video lyric (un video de la duración del disco entero que combina visuales con las líricas), son un homenaje a la ciudad en todas sus facetas.
En diálogo con La Capital, Brapis contó que en la búsqueda de un concepto y una estética que permitiera refrescar y renovar la música de Caliope, identificaron el denominador común en el territorio, el lugar de encuentro. “Creemos que lo mejor y lo más palpable para nosotros era de alguna manera el lugar que nos rodea y que nos atraviesa a todos. Nuestra música está atravesada por ese contexto, por ciertas influencias y por un lugar que es Rosario”, aseguró el MC, quien combina su trabajo en Caliope con una carrera solista que lo acaba de llevar a tocar a Jujuy.
“La búsqueda era poder encontrar ese punto en común en el disco para poder hacer todos los estilos que a nosotros nos gustan, y como grupalidad poder desarrollarlos en un álbum”, sumó Brapis, que contó que para encontrar el audio de “341” hicieron algunos viajes intensivos de trabajo a Córdoba. “Un poco en esas idas y vueltas a Córdoba, en los shows que fuimos girando por distintos lugares, y los pasos por el estudio, nos llevaron al resultado, al trabajo que terminó desembocando en ‘341’”, remarcó el MC.
La intención de poner el foco en Rosario no tuvo que ver sólo con una voluntad histórica de la banda de “representar el rap rosarino en todos lados“ y de jerarquizar la escena local para que los jóvenes hiphoperos no sientan que tienen que irse a Buenos Aires para desarrollarse. También buscaron multiplicar los sentidos asociados a una ciudad cuya narrativa en los últimos años fue dominada por las tramas de violencia.
“Teníamos ganas de poder contar nuestra historia, ampliar un poco la visión de la ciudad, darle otro color, darle música, distintos matices y entregar una mirada quizás más amplia y linda. Una manera más completa de verlo con respecto a la manera que hay de ver a Rosario. Nos gusta la idea de poder contextualizar distintos tipos de situaciones, de historias y de vidas en un lugar como este”, aseguró Brapis.
Good Day - Caliope Family feat. Juli Giuliani
“Puse a rezar poetas en las calles de Tu barrio / Padre nuestro que estás en los escenarios”, escupe el experimentado Núcleo AKA Tintasucia en “Rap game”, el focus track del disco, que además presenta una de las colaboraciones destacadas de “341”. Núcleo es un rapero y productor con larga trayectoria en la escena, y fundador del estudio El Triángulo, emblemático en el under hiphopero porteño. “Dentro del rap classic, con Núcleo, con quien yo personalmente ya tenía charlado que alguna vez teníamos que hacer algo, pensamos que era un buen momento para trabajar esa canción en el disco de Caliope y poder, dentro de lo más rapero, sumarlo a él que además de darnos el nivel, la espalda y trayectoria que tiene en el hip hop, nos quedó perfecto”, contó Brapis sobre la participación del referente, que trajo de la mano los scratches de DJ Baladi en el mismo tema.
“Las colaboraciones del disco las pensamos en relación al estilo de las canciones que habíamos hecho y al hecho de que queríamos mostrar todos los estilos que nos gustan a nosotros. Entonces se da que cada uno, desde campos distintos, puede participar en el disco y entregarle cada uno su magia”, explicó el MC de Caliope, que a veces enfrenta el desafío de poner a raperos a tirar barras sobre el sonido de una banda y no de un beatmaker.
Otro featuring notable del disco llega casi al final, cuando Veeyam se suma a “Dirty”, dando lugar a algunas de las frases más memorables de “341”. Veeyam también tiene un extenso recorrido en la escena a sus espaldas: fue DJ de El Quinto Escalón (una de las competencias de freestyle más emblemáticas de la historia del rap en Argentina) y desde entonces se destaca como beatmaker y productor, trabajando con artistas como Cazzu, Ysy A y Acru.
“Con Veeyam la colaboración tuvo que ver con la manera en que juega con un montón de estilos y de géneros que a nosotros también nos seducen un montón. Un poco se dio y otro poco lo direccionamos porque sabíamos que podía ser una carta muy importante para el disco”, sumó Brapis.
Caliope Family - 341 (Full Album)
El viaje por Rosario de 341
“En mi cerebro el verso no es más que tierra fértil / no hago palos, hago pelis wacho ¿estamos ready?”, avisa Brapis en “Da Funk”. Porque Caliope, de la mano de Pardo Films y Lucas Rosas, hizo efectivamente una peli, un “visualizer” que acompaña y complementa la propuesta sonora de “341”. En un video que tiene la duración exacta del disco, el quinteto lleva al espectador, con nivel de producción cinematográfica, de viaje por las distintas texturas de la tierra fértil de sus rimas: Rosario. En un movimiento del día a la noche, muestra la cara hostil de la nocturnidad en la ciudad, pero también, y sobre todo, el barrio, lo comunitario, los encuentros.
Es así que “Berlín” se desarrolla en el bar “El Rosarino” (San Nicolás y Salta) y “Da funk” en el estacionamiento detrás de las torres Dolfinas. Sin necesidad de ponerle palabras, Caliope muestra el contraste violento de esa opulencia que convive con lo humilde.
En una escena mucho más luminosa, “Santos Dumont” muestra una cita tímida entre dos adolescentes, filmada en la tradicional plaza de ese nombre en la zona norte de la ciudad, con sus característicos arcos con vista al Paraná. “Florida” también explica su locación y recupera escenas de verano en La Florida: río, kayas, vendedores ambulantes y bañistas. “Good day” sigue a un niño en su secuencia de paseo en triciclo y juego por un soleado Parque Independencia, con la aparición necesaria de los típicos barquitos del lago. “Vacaciones” se desarrolla en la Terminal de Ómnibus, donde una piba con su hija hacen lo que se hacen en las estaciones: esperar.
“Rap game” es el recorrido definitivo por la ciudad en varias de sus facetas. Desde algunos emblemas del microcentro, como el mismísimo Monumento a la Bandera, la plaza 25 de mayo o el Cine El Cairo, hasta los barrios del norte y el sur del ciudad. Como si los Caliope quisieran decir “esto también es Rosario”: el mural de Di María en El Torito, el de Messi en su barrio, la cruz del Padre Ignacio, el puerto y sobre todo, el barrio La Cerámica, de donde es oriundo Brapis.
Sin embargo, el viaje de Caliope Family con “341” recién empieza. Después de la presentación oficial en La Sala de las Artes, junto a la banda mendocina Spaghetti Western, se embarcarán en una gira que los llevará por Mendoza, Córdoba, Venado Tuerto, Entre Ríos, Santiago de Chile (por primera vez) y culminará en La Trastienda (CABA).