Lichi nació en Rafaela, tiene 28 años. Es músico y youtuber. Su canal supera las sesenta mil suscripciones y cada video alcanza fácilmente las 100 mil reproducciones. Muchas de esas historias rondan en experiencias de vida relacionadas al amor, desamor, descubrimientos sexuales y deseos. Algunas, luego se transforman en canciones. Lichi viene de estrenar un show conceptual en versión streaming donde explora la mixtura entre lo analógico y lo digital, “están el Lichi ortodoxo, y el que descubrí ahora en cuarentena”, explica. Participan la cantante rosarina Amelia, el trapero mendocino Padawvn, además de Lichi (voz y guitarra acústica), Lusio (teclados ysintetizadores) y Efe (guitarras). Este espectáculo virtual, llamado “Music killed the video star”, está disponible bajo la modalidad on demand hasta el 5 de diciembre, con entradas a la venta en nicetotickets.com.ar.
La línea creativa de Lichi genera fantasía, sin embargo sus construcciones artísticas no son ficción. El no está vestido de hombre del espacio, ni lleva plumas y lentejuelas, ni cuenta historias medievales, ni habla en tercera persona de construcciones ideales o no tanto. No genera historias que no existen, sino que le pasaron a él. Su invento nace de su propia experiencia. “Estoy inspirando en mí mismo para crear algo, soy mi propia fuente”, confiesa.
Lichi - Dani (VIDEO OFICIAL)
Durante su educación musical primaria llegó a juntar firmas para que Deep Purple toque en Rafaela, y hasta apareció en Crónica TV. Cuando se le dice que, al menos en Argentina, los fans de esas bandas revisten un estereotipo que a priori no empatiza con su perfil, responde entre risas: “No sé quiénes son, porque no me los cruzo. Me doy cuenta de que la mitad de la gente que ve los videos, o más, habrán ido a googlear qué es Deep Purple. Incluso toqué «Smoke on the water» como diciendo «es la banda que toca esta canción», y quizás no conocen ni ese tema.
—¿Hacés música de mucho antes de ser youtuber?
—Sí, pero la gente me conocía por Youtube. Subí el disco no sabiendo si el público que me seguía en Youtube le iba a interesar eso otro. Y le gustó a mucha gente, llenamos en todos los lugares donde tocamos y después aparecieron ofertas. Ibamos a tocar en Niceto en marzo, que era un sueño, e iba a pasar como si nada, unos meses después de sacar el disco. Pero bueno, ya va a pasar.
—¿Cuándo estás actuando y cuando no?
—Cuando arranqué en Youtube había algo de los youtubers que no me gustaba, y es que hablaban mucho de sí mismo. Hacían contenido con sus vidas, me parecía que era un contenido re boludo, que lo puede hacer cualquiera. Entonces traté de hacer otras cosas. Pero empecé a ver que un poco la papa era esa, no sólo porque la gente iba a Youtube a buscar gente real y transparente, sino porque mi vida, las cosas que me pasaron, pensaba que era bastante básica, pero mucha gente se encontraba en esa historia. Y le re sirve encontrarse en esa historia. Entonces empecé a entender el valor de ser súper transparente, y de abrir y contar un poco más. Y me lo propuse. Me dije “ok, voy a tratar de ser honesto y transparente, soy esto, y hago esto”.
—Como artista, ¿cuándo estás creando algo que es fantasía y cuándo algo que es real?
—Yo soy Lichi. Cuando aparecí en la película “Yo, adolescente” les dije que pongan Lichi en los créditos. Yo me siento Lichi y trato de ser Lichi en todos lados. Entiendo que cuando se prende la cámara de Youtube se espera cierta actitud mía, y en el escenario también, y quizás naturalmente o inconscientemente me sale adaptarme al contexto, pero yo trato de que sea uno solo toda esa gente. Que sea un solo Lichi.
—¿Hay algo que no contás?
—Cuando elijo qué contar y qué no, ahí estoy construyendo algo. También hay una construcción en que me fui dando cuenta de que soy mi propia fuente. El video de la grisexualidad fue el primero de sexualidad íntegramente que hice, y buscaba en internet y salían palabras en inglés. En Youtube en español, no había antes algo sobre esto. Encontré el término un mes antes de hacer el video, y me había abierto la cabeza porque me pasaba algo que tenía nombre. Busqué información, lo hice, y es uno de los videos que más reproducciones tiene.
—¿Qué sentido de la responsabilidad tenés en cuanto a los contenidos que generas en Youtube?
—Después de ese video quise seguir por ahí, porque tengo más cosas para contar que pueden servir. Y ahí empecé a pensar que, para hacer un video de esas características, no tengo que dejar nada afuera, no me tengo que olvidar de nada, ni suponer. Tengo que averiguar bien si las cosas son así, tratar de incluir todas las voces posibles que tienen que ver con eso. El público ya está, porque publico un video y lo ve un montón de gente ese mismo día. Entonces la responsabilidad pasa por tratar de ver qué otras cosas puedo visibilizar, y la información que voy a dar.
—¿Sabés a quién le hablas?
—A gente curiosa. Hay gente de todas las edades, con un número mayor entre 15 y 25 años. Todavía queda gente de esas edades a las que le interesa más bardear que entender. Igual en mi canal no tengo demasiado hater como uno creería, por el contenido que hago. Pero mi público sé que es la gente que está sedienta y curiosa, de encontrarse a sí mismo, o de entender la diversidad. La palabra diversidad creo que tiene que ver mucho con lo que hago en todo sentido, no sólo en lo sexual. Que las etiquetas sobren, creo que eso se encuentra en ese término.
—¿Cómo hacés para que a una persona en edad de desarrollo y un adulto les guste lo mismo?
—Me pasa eso, hay niñes y señoras de 58 que dejan comentarios agradeciendo o contando qué les pasó con lo que les cuento. Hay algo que tienen en común, y es que la persona de 40 tal vez nunca pensó en las cosas que está viendo y escuchando, porque vivió en otra época. Y quienes están empezando la adolescencia, es otra adolescencia que van a vivir, con otra información, que el de cuarenta y pico por haber vivido en un contexto distinto, lo está descubriendo recién ahora. En cuanto al lenguaje, trato de que sea universal, entretenido, trasparente y claro. Pero no me entero de todo lo que genero, están quienes comentan o mandan mensajes.
—¿Te retroalimentás con los mensajes?
—Yo parto de mí mismo, pero no puedo hablar de mí mismo todo el tiempo, como si fuese una persona sola que flota en el aire. Me interesa saber sobre esos mismos temas, como lo vive otra gente. De hecho, eso es la otra gran mitad. Parto de mí, pero lo pongo afuera y es de un montón de gente que lo vivió de un montón de formas.
—¿Es el secreto para que no resulte egoísta?
—Eso me preocupaba a mí. Si hablo de mí, ¿por qué van a venir a ver mi video? Hablo de mí, pero estoy hablando de un montón de gente. Esa es la clave, ver qué pasó con eso.
—Dijiste que tu paso por la secundaria fue muy de Deep Purple y Led Zeppelin. ¿Creés que tu música tiene influencias de esas bandas?
— Sí, también Bob Dylan, Jefferson Airplane, Hot Tuna, Spinetta. Y mi forma de hacer la música siempre fue con la guitarra acústica, muy tradicional, siempre a partir de eso. De hecho en “Oro”-la última canción que publicó-, Tuta Torres (bajista de Babasónicos, también nacido en Rafaela) me dijo de hacer un tema en cuarentena. Cada uno en su casa, me tiró una idea, yo otra, y lo fuimos armando por WhatsApp. Y terminamos haciendo una canción donde nadie tocó nada. El armó una pista y yo canté arriba, como si fuera un trapero. Hay un bajo y un teclado que grabó Tuta, pero no sé su procedencia, tal vez sea de una compu. Sí hay una guitarra en la intro, tres notas. Tengo 28 años y es la primera vez que hago algo que no parte del formato tradicional. Es anti Deep Purple. Entonces ahí me cayó la ficha de lo clásico que había siempre, lo muy Bob Dylan que había sido para componer música. No se me había ocurrido jamás. Pero “Oro” me abrió la puerta para jugar con un millón de cosas más. Igual van a estar las dos cosas. Ahora sale un tema que soy yo solo con la viola. Ni un coro hay.