La Policía Metropolitana de Londres abrió una investigación por “varios supuestos delitos sexuales” del comediante británico Russell Brand a partir de las recientes publicaciones de la prensa que hablan de cuatro casos de abuso sexual.
La Policía Metropolitana de Londres abrió una investigación por “varios supuestos delitos sexuales” del comediante británico Russell Brand a partir de las recientes publicaciones de la prensa que hablan de cuatro casos de abuso sexual.
A través de un comunicado de prensa, la Policía se refirió a la investigación conjunta que hicieron el programa televisivo “Despatches” de la cadena Channel 4 y el diario “The Sunday Times” que propiciaran que en los últimos días hayan recibido varias denuncias por delitos sexuales tanto en Londres como “en otros lugares del mundo” que “también serán investigadas”.
“Seguimos animando a contactar con nosotros a cualquiera que crea que haya sido víctima de un delito sexual y no importa el tiempo que haya pasado”, señaló la fuerza de seguridad sobre esta investigación, que quedará al mando de los detectives del Comando Central Especializado en Crimen, dirigidos por el detective superintendente Andy Furphy.
Según el relato de las mujeres, que también hablaron de “abuso emocional” por parte del humorista, las agresiones se produjeron entre 2006 y 2013, cuando Brand ya era una figura popular como actor de películas de Hollywood y presentador de las cadenas BBC Radio 2 y Channel 4.
Con un video difundido en las redes, Brand negó las acusaciones y dijo que pese a haber sido “muy promiscuo” en un tiempo de su vida, siempre mantuvo relaciones sexuales “consentidas”, a la vez que acusó al gobierno británico de estar ejerciendo “censura” en su contra.
“A estas alturas, deben saber que el gobierno británico ha pedido a las grandes plataformas tecnológicas que censuren nuestro contenido en línea y que algunas plataformas han cumplido esa petición”, señaló.
En ese sentido, dijo estar comprometido con la “libertad de expresión” y criticó a los medios de comunicación que “colaboran para construir narrativas, ya sea sobre la guerra o la pandemia”.
La semana pasada la plataforma de YouTube suspendió sus ingresos por publicidad, mientras que el canal británico BBC retiró una parte de los programas del actor de su página web.