“Barbie” prometía como suceso de taquilla. Y de hecho estaba diseñada como un verdadero blockbuster. Sin embargo, los números de la película protagonizada por Margot Robbie superaron las expectativas. En Estados Unidos se convirtió en el estreno más taquillero de 2023, con 155 millones de dólares recaudados sólo en el primer fin de semana de proyección. Y en Argentina logró el millón de espectadores más rápido del año. Estas cifras transformaron a la comedia de Greta Gerwig en el estreno más exitoso en la historia dirigido por una mujer, dado que destronó a “Capitana Marvel” (codirigida por Anna Boden y Ryan Fleck).
En Estados Unidos, la llegada simultánea a los cines de “Barbie” y “Oppenheimer”, la nueva creación de Christopher Nolan, dio lugar al fin de semana de mayor recaudación desde la pandemia y el cuarto más alto en la historia de ese país, sólo por detrás de los debuts de “Avengers: Endgame”, “Avengers: Infinity War” y “Star Wars: El despertar de la fuerza”. “Tenemos un unicornio rosa”, dijo el presidente de Warner Bros, Jeff Goldstein, con respecto a “Barbie”. ”Pensábamos que recaudaría 75 millones para el primer fin de semana. Nadie vio venir los 155 millones. Esta muñeca tiene piernas largas”, ironizó.
Para entender la repercusión de la película, que volvió a generar el extraño fenómeno de ver largas colas en los cines, a continuación se analizan cuatro factores fundamentales que contribuyen a su suceso.
• Riesgo artístico y buenas críticas: “Barbie” conquistó a los críticos. En el sitio web de Rotten Tomatoes sumó un 88% de críticas positivas, y en Metacritic alcanzó un promedio del 80%. En Argentina la opinión de la prensa especializada no tiene peso en la taquilla, pero en Estados Unidos sí. Y el boca a boca hizo el resto: “Barbie” es una película divertida, inteligente e ingeniosa. La directora y guionista Greta Gerwig deconstruye a la muñeca que siempre fue sinónimo de cosificación y consumismo y la convierte en un personaje de múltiples aristas: más compleja, contradictoria, empoderada y hasta feminista. Claro que todo está pasado por el tamiz del humor, con gags eficaces y algunos personajes desopilantes, que hacen también de “Barbie” un gran triunfo de la comedia, un género últimamente ninguneado por Hollywood.
“Si hacen buenas películas, el público vendrá”, escribió con respecto a “Barbie” el crítico Owen Gleiberman en la revista Variety. “Hay una lección en este éxito que la industria necesita recordar: las cosas funcionan cuando a los artistas les dan la libertad de seguir su inspiración y de expresar lo que realmente sienten. Lo demás son sólo algoritmos”, agregó. Más allá de ser una apuesta del cine más mainstream, en “Barbie” hay riesgo artístico y se nota. Los productores (entre ellos la misma Margot Robbie) eligieron a una directora como Gerwig que, si bien se había anotado dos éxitos con “Lady Bird” y “Mujercitas”, es una realizadora que viene del mundo del cine independiente. De hecho, los productores batallaron largamente con Mattel (la megaempresa fabricante de Barbie) y con Warner Bros para que no se interpusieran en la visión innovadora de Gerwig.
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Margot Robbie y la directora Greta Gerwig.
• Una millonaria campaña de marketing: Convengamos que hay excelentes películas que naufragaron porque muy poca gente se enteró de que llegaron a los cines. Con “Barbie”, en cambio, estábamos muy avisados. Según revelaron distintos medios, los estudios Warner invirtieron 150 millones de dólares en la campaña publicitaria de la comedia, es decir, un poco más que en la misma película, que costó 145 millones. “Barbie” se transformó en uno de los films más anticipados de los últimos años: desde la primera foto de prensa con Margot Robbie subida en su Corvette rosa hasta reformar una mansión de Airbnb para alquilarla como La Casa de los Sueños, la publicidad tiñó de rosa a todas las capitales del mundo.
El primer teaser de la película, con su guiño a “2001: Odisea en el espacio”, también fue un bombazo publicitario. “Queríamos desafiar a la gente. Porque el público tiene muchos prejuicios. Pensamos que, sacudiéndolos así, lograríamos despertar su curiosidad a lo grande”, dijo Josh Goldstine, director de marketing global de Warner. El lema “Si te encanta Barbie o si odiás a Barbie, esta película es para vos” (mérito de Greta Gerwig) fue asimismo un hallazgo. Si bien en publicidad intentan no usar la palabra “odiar”, la directora insistió en que era importante apelar tanto a los fans de la muñeca como a sus detractores.
Un giro inesperado pero súper efectivo de la campaña publicitaria fue el llamado “Barbenheimer”, que surgió en las redes sociales. La propuesta de ver (tal vez el mismo día) dos películas tan buenas pero disímiles como “Barbie” y “Oppenheimer” potenció el éxito de taquilla de ambas.
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Warner instaló juegos y accesorios de "Barbie" a la entrada de los cines en las principales capitales del mundo.
• Un toque de polémica: Cuando una película se hace tan masiva y tiene cierta sustancia, la polémica está asegurada. Pero la controversia genera curiosidad y termina sumando a la avalancha publicitaria. Como ya se mencionó, “Barbie” tiene un elevado promedio en el sitio Metacritc en lo que se refiere al puntaje que le dieron los críticos. Sin embargo, en ese mismo sitio, en el apartado de la opinión de los usuarios, la situación es distinta: ahí hay 595 comentarios positivos versus 555 negativos. Las opiniones negativas provienen de hombres que tachan a la película de “propaganda feminista” (si es que algo así existe). Por su parte, el escritor ultraconservador norteamericano Ben Shapiro y el periodista británico Piers Morgan se despacharon a gusto contra la película. En un video en su canal de YouTube, Shapiro prendió fuego a una Barbie y predijo que la película iba a “caer por un precipicio” en la taquilla. Es evidente que se equivocó.
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Fans de la muñeca esperando para ver la película.
• Llamado urgente a la originalidad: En “Barbie” no hay rastros de superhéroes, ni Jedis, ni spin offs, ni reinicios. Claro que tiene a su favor ser la muñeca más vendida de la historia, pero este es el primer live-action sobre el juguete de Mattel, y en ese sentido (y en el artístico también) es un producto original. Tal vez el público esté necesitando algo nuevo en el cine industrial, que parece repetirse en secuelas, remakes y muchas ideas del pasado. De hecho, durante este 2023, algunas de las mayores sagas han mostrado signos de desgaste. “Indiana Jones y el dial del destino” no logró despegar en los cines, mientras que la décima película de “Rápidos y furiosos” y la séptima de “Misión imposible” no alcanzaron a cumplir con las expectativas. Las películas de Marvel y DC, por su parte, ya no rinden como antes. “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” fue un éxito de taquilla notable, pero “Ant-Man and the Wasp: Quantumania” y “The Flash” tuvieron números decepcionantes.
La tentación de duplicar el suceso está a la vuelta de la esquina. Hollywood da por sentado que habrá una secuela de “Barbie” (no hay nada confirmado todavía) y ya hay en carpeta varias películas sobre juguetes de Mattel (el dinosaurio Barney, la muñeca Polly Pocket y los autitos Hot Wheels, entre otros). La industria descubre y después repite fórmulas exitosas. El público dirá si quiere un “universo Mattel” o si ya está agotado de las sagas infinitas.