El día 2 de la edición 25 años de Cosquín Rock comenzó muy diferente a la primera jornada. A pesar de que se anunciaban lluvias, el cielo estuvo despejado y el ambiente presentaba una temperatura elevada. Había factores que generaban incertidumbre y ansiedad: Los Piojos volvían a Cosquín en el marco del regreso de los Rituales, Las Pelotas cumplían asistencia perfecta y se esperaba una celebración, y Luck Ra con su cuarteto popular era uno de los cierres en los espacios principales.
Las remeras de Los Piojos fueron el común denominador en la vestimenta de esta segunda jornada. Prácticamente no se vieron estampas de otros grupos, y en todas sus versiones relució el famoso piojo que identifica gráficamente a la banda. La edición de 2009 había sido la última que los tuvo en el escenario de Cosquín Rock. Luego de 15 años, en el marco de los reencuentros piojosos, volvían a ser protagonistas de la grilla y generaban una gran oportunidad para que los vean aquellas personas de diferentes partes del país que no pudieron viajar a ninguno de los siete Rituales en La Plata. Y eso fue lo que pasó: La Capital pudo corroborar que fueron hasta Cosquín personas de Chubut y de Salta –por mencionar dos extremos del país- solo para no perderse este Ritual.
Se especulaba con que la duración del show sea acorde a los tiempos de festivales. Sin embargo, tocaron (como lo vienen haciendo) cerca de tres horas, respetando una estructura similar a los rituales en el estadio Único Diego Maradona. El comienzo fue una estampida de tres temas pegados, fusionados uno con el otro, sin dar respiro y con una fuerza descomunal: “Arco, “Te diría” y “Yira-Yira”. Luego siguieron bloques de canciones enmarcados en décadas: seis de los años 2000, seis de los 90, y luego intercalando épocas. La novedad fue “Shup-shup”, canción que no había sido parte de las listas de esta vuelta.
Y por supuesto, resaltó la licencia en el cambio de letra en “Llevatelo”, en obvia alusión al presidente Javier Milei. Ciro cantó: “Tiene tantas mentiras, tantas criptomonedas, tanta libertad”, cambiando la letra original de la canción que abre “Chac tu chac” su primer álbum.
Si se toma como parámetro el primero de los rituales que se realizó a finales del 2024, y el show en Cosquín 2025, se nota una evolución en la banda. Ciro está en un momento fenomenal, domina la escena con una verborragia monstruosa, secundado por Luli Bass (la bajista que reemplazó a Micky Rodríguez), quien, además de haberse incorporado rápidamente a la banda en cuanto a lo musical, tiene una escena que se impone por naturaleza.
Otro punto a destacar fueron los invitados. Primero subió Ca7riel a tocar la guitarra –de forma magistral- en “Tan Solo”, uniendo dos generaciones de músicos y generando uno de los momentos que quedarán para la historia. Luego fue el turno de Catriel Ciavarella (batería de Divididos) en “Genius”, para darle inicio a lo que parecía ser el desenlace, aunque quedaba todavía una hora más de show con una catarata de hits: “Como Alí”, “Bicho de ciudad”, “Verano del 92”, “Maradó” y “El Farolito”, entre otros, cerrando un destacadísimo show.
Poco antes, a las 18, mediante sus redes sociales, Los Piojos anunciaron que se van a presentar en Rosario el 26 de abril en el Hipódromo del Parque Independencia.
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Una jornada histórica
Mientras tanto, alrededor de las 14.30 comenzaban a sonar los escenarios con artistas que están haciendo su territorio. Así se pudo ver al excéntrico K4 interpretando una novedosa versión de “A forest” de The Cure, en medio de una lista de temas que expuso diversas perspectivas musicales que navegan entre el techno industrial, el punk y la canción. Sobre el final subió La piba berreta para hacer juntos “Colchón”. Entre el público, se encontraba Santiago Motorizado, quien luego iba a ser el invitado de Javiera Mena.
Sstiffy y Agusfortnite2008 gritaban con decisión: “Nosotros no hacemos rock, pero estamos acá. Al que no le gusta que se la banque. Y al que le gusta que venga para acá”. En la otra punta del predio, Wayra Iglesias manifestaba que le temblaban “un poco las patas” por tocar en el mismo escenario dónde más tarde se iba a presentar Skay. Y Blair en el escenario Montaña demostraba tener un público fiel y unas canciones que quedan sonando en la cabeza apenas se las escucha.
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Previo a la tardecita, se dio el primer momento masivo de la jornada, cuando el escenario Norte se llenó de gente para escuchar a Ca7riel y Paco Amoroso, quienes dieron uno de los mejores shows de esta edición, ofreciendo una versión serrana de aquel Tiny Desk impecable.
Las Pelotas mostraron en pantalla la conmemoración de los 25 años de Cosquín Rock, al cual tienen asistencia perfecta, por lo que recibieron una placa de agradecimiento y reconocimiento. “De los 25 cosquines a este tema lo tocamos en todos”, dijo Daffuncchio y comenzaron “Si supieras”. Mucho antes, cuando comenzaba el show, le dedicaban la emotiva actuación a Jorge Crespo, quien fuera manager de Sumo y de Las Pelotas (junto a Timmy Mackern), y quien falleció en los últimos días.
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La banda que lleva tocando en el festival 26 veces (un año tocaron los dos días) tuvo un show extraordinario, bien arriba, y con el público candente en todas las canciones. Luego llegaba Skay, quien tuvo que terminar abruptamente su show bastante antes de lo previsto, cuando interpretaba “Jijiji”, alegando problemas con el sonido que lo tuvieron a maltraer todo el tiempo.
Nicki Nicole estaba del otro lado, a pocos días de haber fallecido su padre. La rosarina dio un espectáculo ideal para su debut en Cosquín, con una lista de temas que todos conocían, y momentos emotivos, como cuando interpretó una versión de “Seminare” que la mostró entre lágrimas. También tuvo como invitada a Lula Bertoldi para hacer “Venganza”, y luego se quedó a tocar la guitarra en “Mamichula”.
Más tarde, en el mismo escenario, mientras Juan Hansen hacía su live set electrónico en el espacio Montaña y Los Piojos seguían tocando en el norte, la diversidad de Cosquín escalaba para cerrar el escenario Sur con Luck Ra, uno de los artistas más populares del momento. A ritmo de cuarteto, con propuesta sin fisuras demostró porqué está atravesando un período excepcional. Entre clásicos del género (Rodrigo, La Mona, Walter Olmos) y canciones propias, fue destacada su versión de “Yendo de la cama al living”, sumándose a Nicki Nicole entre quienes interpretaron a Charly García en este final de edición celebratoria.