Los árboles que poco a poco muestran sus primeras hojas, se contrastan con
aquellos que se mantienen verdes durante todo el año en la Calle 4, y a solo pocos metros se
encuentra "Los Nonos", una pequeña chacra en donde además de su tradicional plantación de frutales,
también ofrece una granja educativa y un particular zoológico con animales autóctonos.
Una característica de esta zona es la mezcla de olores frutales, hierbas y un
singular olor a agua de río. Y esto es algo que se presenta durante todo el año, ya que el río
Neuquén se encuentra a algunos kilómetros del pueblo. Sin recorrer muchos metros, pronto se llega a
"Los Chalets", propiedad de la familia Srebernic Sastre, quienes con una propuesta de estilo rural
ofrecen al público una pequeña casa de té y productos orgánicos elaborados directamente en sus
predios.
Su mejor actividad,es el recorrido a través de sus plantaciones de ciruelas,
manzanas, peras y frambuesas. Cada estación del año tiene su particularidad y siendo éste el fin
del invierno, se puede observar cómo se ha reacondicionado y replantado el suelo, todo esto para
esperar la llegada del verano y su cosecha. Una privilegiada oportunidad para entender realmente la
relación entre el hombre y la tierra.
Como todos los mediodías y con una previa reserva, "La Casa del Flaco", ubicada
en la Calle 5, tiene como su principal plato un típico almuerzo criollo: pollo con morrones y
berenjenas al escabeche, picada artesanal, asado y postre al gusto, acompañado por el vino de la
casa. También se puede disfrutar de estos platos a la hora de la cena. Un lugar acogedor en donde
lo importante es degustar los buenos sabores de la región.
Tomando la calle Belgrano de sur a norte y llegando a la Calle 8, se puede tener
la grata experiencia de hacer parte de los trabajos que realizan los chacareros cada día. En "La
Pradera" los turistas pueden aprender sobre las plantas de la zona, a cultivar, a mover la tierra y
a sentir cómo se cumple cada uno de los ciclos de la cosecha. Además se tiene el privilegio de
hacer avistamientos de aves, experiencia que también ha consolidado a la provincia de Neuquén como
punto privilegiado para esta actividad a nivel internacional.
Bodegas y vinos
Siguiendo nuevamente la ruta 7, se llega a la localidad de San Patricio del
Chañar, ubicada a tan sólo treinta kilómetros de Centenario y en donde, a diferencia del verde de
su vecina localidad, la aridez de sus alrededores da la bienvenida a quien por primera vez la
visita.
"La Ruta" hace la magnífica presentación de la zona vinícola de la provincia. Resultado de un emprendimiento que se hizo realidad en 1999
gracias a la visión de un grupo inversor, se logró convertir 3.600 hectáreas de árido suelo en una
de las mejores tierras para cultivar y establecer viñedos de alta gama en la zona más austral del
mundo. Ubicada en la meseta patagónica, en donde la falta de precipitaciones (sólo 200 milímetros
al año) y su temperatura promedio de 10 C a más de 30 C, lograron que sus uvas hayan alcanzado un
proceso de maduración lento y libre de plagas. Recorriendo sus caminos, los viñedos se presentan
como su consagración terrenal.
Bodega Schroeder
Unos minutos después de atravesar el centro del pequeño pueblo, la llamada Calle
7 lleva a la bodega Familia Schroeder. Con un total de 120 hectáreas repartidas entre sus viñedos
de malbec, cabernet sauvignon, pinot noir, chardonnay y sauvignon blanc, la bodega también ha
logrado hacer del recorrido de sus instalaciones lo más parecido a un parque de atracciones.
Construida en cinco niveles, sus visitantes tendrán la posibilidad de ver un singular proceso de
elaboración, aprovechando la gravedad, lo que le ha merecido un reconocimiento de calidad a nivel
nacional. Pero lo más interesante del recorrido está guardado para el final, su cava llamada
"Saurus".
Según cuenta la historia, mientras se estaban haciendo las excavaciones para
cimentar las bases de la bodega, se encontraron con uno de los hallazgos paleontológicos más
importantes de la región: los restos de un dinosaurio de la familia de los titanosáuridos. Dada las
casualidades de tan magnífico descubrimiento, dos de sus vinos fueron bautizados como "Saurus", en
su honor.
Otro de los aspectos que han logrado posicionar a Familia Schroeder, no sólo por
sus vinos, es su restaurante gourmet, bautizado también como "Saurus". Como sugerencias del chef,
no hay que dudar en probar la colita de cuadril en cocción prolongada al malbec y cerezas,
acompañada con milhojas de papa. O el salmón rosado grillé con compota de manzana y puerro al curry
con espuma de Saurus Patagonia. Quizás una oportunidad para pensar que los pequeños lujos valen la
pena.
Tras tener la prueba de la riqueza de esta zona y de una cocina de nivel, es tiempo de dirigirse
a la Calle 12, donde se encuentra la Bodega del Fin del Mundo, primera de las tres grandes que se
hizo presente en la zona comenzando precisamente este nuevo siglo. Con 870 hectáreas propias, sus
viñedos se reparten entre el malbec, merlot, cabernet sauvignon, pinot noir, syrah, cabernet franc,
tannat, chardonnay, sauvignon blanc, semillón y la viognier. Siendo la bodega con más
antigüedad, ha logrado posicionarse a nivel nacional e internacional. La posibilidad de recorrer
sus instalaciones, ver los procesos de elaboración y al mismo tiempo poder aprender de cada una de las uvas, reafirman la excelente calidad de sus viñedos.
Continuando con la Ruta, la Calle 15 lo llevará hasta la Bodega NQN, que al
igual que Familia Schroeder comenzó su proyecto en 2001. Con 130 hectáreas cultivadas de 169
adquiridas, se encuentran dividas en un 42% malbec, 23% merlot, 15% cabernet sauvignon, 10% pinot
noir, 5% sauvignon blanc y 4% chardonnay.
Con su marca "Malma", que significa orgullo en mapuche, ha logrado posicionarse
dentro del mercado nacional e internacional, describiendo su sentimiento hacia la Patagonia. De
igual forma, ofrece a sus visitantes la posibilidad de probar lo mejor de la comida gourmet en su
restaurante "Malma". Dentro de los platos recomendados están la bondiola de cerdo cocida lentamente
en chutney de manzanas, batata agridulce y salsa agridulce. También la colita de cuadril rellena de
panceta y hongos.
Dentro de sus planes futuros, se proyecta la construcción de 10 habitaciones,
con lo cual se espera poder recibir a turistas extranjeros que deseen tener la oportunidad de ser
parte del terruño y sus viñedos. Bodega Valle Perdido se ha sumado recientemente a la Ruta del
Vino, manzanas y dinosaurios. Ubicada en la Calle 5, posee un hotel cinco estrellas y wine
resort.
Entre otros servicios cuenta con restaurant, piscina, espacio cultural y para
eventos. Este hotel tiene la particularidad de ser parte de la cadena hotelera "The Small Luxury
Hotels of the World". La bodega en sí comprende una edificación de más de 5.000 metros cuadrados
destinados a la producción, distribuidos en cinco niveles montados sobre la barda patagónica. Está
equipada con maquinaria y tecnología de última generación, laboratorio propio y está preparada para
la elaboración del vino por gravedad, sin bombeo.
Paleontologia
Hasta ahora, la Ruta ha mostrado a través de sus kilómetros lo mejor de sus
frutas y vinos, esa parte viva en medio de una región que esconde en su tierra el recuerdo de una
época en donde grandes gigantes habitaron este lugar. Si se continúa hacia Añelo, a mitad de
camino, entre esa localidad y San Patricio del Chañar, se encuentra la ruta provincial Nº 51, en
donde un cartel da la bienvenida: Centro Paleontológico Lago Barreales.
El gran jefe
Los primeros pasos se dieron a partir de unas excavaciones que se realizaban en
la costa norte del lago descubriendo, en febrero de 2000, una serie de restos de dinosaurios y
tortugas. Pronto el lugar fue denominado como el yacimiento "Futalognko", palabra mapuche que
significa "el gran jefe de los dinosaurios", al encontrar los restos de un saurópodo gigante.
La creación del centro se decidió a 800 metros de los trabajos de excavación,
debido a que el lago cubría esta zona y sólo era posible realizarlos en la temporada de verano.
Desde entonces, se ha logrado un mejoramiento de sus instalaciones, y sobre todo, se puede ser
parte de estos trabajos de excavación y aprender un poco de paleontología durante todo el año. Sin
duda alguna, el poder ver y tocar uno de estos fósiles es una experiencia única.
Un dato interesante es que se realizará en esta zona, el Tercer Congreso
Latinoamericano de Paleontología, con el aval de las sociedades de Paleontología de Argentina,
Chile, Brasil, México, Estados Unidos y Gran Bretaña. Este se llevará a cabo del 21 al 25 de
septiembre, y sus participantes recorrerán los principales yacimientos. Una mirada interna de
Neuquén para el mundo.
Si, en lugar de regresar a Neuquén capital, conducimos por la ruta provincial Nº
5 hacia el norte de la provincia podemos visitar en la localidad de Rincón de los Sauces, el museo
paleontológico "Argentino Urquiza" que alberga el titanosaurio más completo del mundo encontrado
hasta el momento. Descubierto en 1996, estaba totalmente articulado y con su cráneo completo. Sin
embargo, no se cuenta con los miembros traseros por efecto de la erosión. Este animal medía
alrededor de 15 metros de longitud por tres metros de altura. En los alrededores de la localidad
también se han hallado algunas piezas pertenecientes a tortugas y cocodrilos, conformando una
colección sobre la base de las múltiples excavaciones que se llevan a cabo en la zona.
La Ruta del Vino, Manzanas y Dinosaurios permite otro recorrido para el
visitante que parte desde Neuquén capital hacia el oeste. Incluye, por ejemplo, la posibilidad de
visitar el establecimiento agroturístico Las Araucarias, que está a la vera de la multitrocha que
une la capital provincial con la localidad de Plottier, a la altura del kilómetro 1.233. Se trata
de un centro recreativo que cuenta con juegos infantiles, canchas de fútbol y voley, parrillas,
quincho para eventos y una granja educativa para visitar.
Continuando por la ruta nacional Nº 22, se llega hasta Plaza Huincul, cuna del
argentinosaurus huinculensis, uno de los dinosaurios más grandes del mundo. Esta localidad está
ubicada a 106 kilómetros de la capital provincial, es sede del Museo Paleontológico Carmen Funes,
donde se exhiben restos fosilizados de este gigante herbívoro que, según los especialistas, debió
haber medido 40 metros de longitud y 18 metros de altura, y habría pesado aproximadamente 100
toneladas.
En las salas de este museo también se pueden observar reptiles, invertebrados,
huellas de aves y una importante colección de huevos y piel embrionaria de dinosaurios extraídos en
diversas campañas realizadas en la provincia del Neuquén.
Si, en lugar de continuar desde Plottier hacia el oeste por la ruta nacional 22,
el visitante opta por virar hacia el sudeste mediante el empalme de esta traza con la ruta nacional
237, a 80 kilómetros de la ciudad de Neuquén se llegará a Villa El Chocón.
La localidad ofrece un bellísimo paisaje de meseta patagónica, cerros áridos en
diferentes colores y el lago Exequiel Ramos Mexía. Su mayor atractivo es el esqueleto fosilizado
casi completo del giganotosaurus carolinii que, se calcula, debe haber pesado casi 10 toneladas y
debe haber medido más de 13 metros de longitud. Se exhibe en el Museo Paleontológico Ernesto
Bachmann, cuyo director es nada más y nada menos que Rubén Darío Carolini, descubridor del
dinosaurio carnívoro más grande del mundo hasta el momento.
También se pueden visitar las huellas de dinosaurios (ignitas), ubicadas a orillas del
mencionado lago artificial, que datan del período Cretácico Medio, hace 97 millones de años.