Desde hace un tiempo el sistema all inclusive está ampliamente difundido entre los destinos de playa, pero es en los resorts de nieve cuando el concepto es realmente beneficioso.
Equipos de esquí o snowboard, botas, instructores, pases a las pistas, traslados, comidas y bebidas, todo está incluido en la reserva.
La fórmula es mucho más práctica y ventajosa que conseguir todo por separado. Una vez contratado el servicio ya no hay nada más en qué pensar. Sólo disfrutar de la estadía.
Otro detalle importante es la posibilidad de cancelar todos los gastos en una sola compra, lo que garantiza que no habrá sobresaltos ni variaciones inflacionarias que obliguen a desembolsar más dinero.
Un Club Med para toda la familia
Con más de veinte villages en los Alpes europeos, Club Med es la única cadena de resorts all inclusive de esquí en el mundo y en cada uno de ellos los detalles se cuidan con minuciosidad para que cada miembro de la familia tenga una experiencia única.
“Club Med ofrece felicidad, alegría, no sólo se trata de pasar unas vacaciones esquiando o desenchufarse de los problemas, el objetivo es disfrutar de una feliz estadía”, asegura Janyck Daudet, director de Club Med para Latinoamérica.
Y, en realidad, el objetivo se cumple gracias a los cerca de trescientos G.O. (Gentil Organizador), otro concepto distintivo de Club Med, y se trata ni más ni menos que del personal que se encarga de hacer más confortable la estadía. De más de veinte nacionalidades distintas, siempre alguno hablará nuestro idioma. Los G.O. son los que mejor expresan el espíritu global y multicultural de los resorts.
No importa si se viaja solo, con familia o con amigos. En cada uno de los complejos hay múltiples actividades y todos cuentan con la posibilidad de divertirse independientemente. Cada uno se conecta con lo que quiere: la pileta, el esquí, los masajes, el spa o algunos de los entretenimientos indoor.
Y para lograr esa independencia es fundamental poder tomarse vacaciones también de las tareas de padre o madre. Encontrar una opción que tenga en cuenta a los chicos. Para eso está el Mini Club, una especie de resort dentro del resort para niños de hasta 14 años (organizado en distintos niveles según la edad), que les ofrece un espacio con talleres de arte, juegos, disfraces, salones de teatro e instrumentos donde además cuentan con un lugar especial para almorzar y cenar.
Esquiar en los Alpes Franceses
Porque a eso vinimos, la idea es aprovechar cada minuto para salir a esquiar. No importa si somos expertos o principiantes, nadie se queda sin disfrutar a pleno la nieve.
En general, el aprendizaje demanda cinco días, y la idea es avanzar desde principiante hasta avanzado en ese lapso. Dos clases diarias con un total de casi seis horas son suficientes para lograr el objetivo.
Los primeros día para los principiantes son los más intensos. Acostumbrarse a sentir los esquíes como parte del cuerpo lleva algunas horas, pero una vez superado esto las cosas sólo van cuesta arriba, o para ser precisos, cuesta abajo.
Por suerte, prepararse para salir a las pistas no resulta muy complicado, basta con abrir el casillero y descubrir los equipos preparados a nuestra medida.
Para sumarle comodidad, la salidas son desde el interior del club y se realizan junto a un profesor de la prestigiosa Escuela Francesa de Esquí (ESF), asignado según nuestro nivel de destreza.
Sólo una puerta corrediza separa el ski room de la pista y la comodidad de no tener que trasladarse con los equipos hasta los medios de elevación lleva la experiencia a otro nivel. El sistema In-Out (salir desde el hotel) permite que un minuto antes de pisar la nieve se pueda estar disfrutando de un café o una chocolatada caliente.
Contar con la presencia de un profesor no sólo es útil en los principiantes. Para los esquiadores experimentados, además de hacer correcciones, sirve como un guía de montaña que ayuda a descubrir esos caminos que tienen los mejores paisajes.
Además, tanto el instructor como los pases a las pistas forman parte del paquete todo incluido.
Club Med Val Thorens
El village Val Thorens Sensations está enclavado en los Alpes franceses a 2.300 metros de altura, en la ciudad de esquí más alta de Europa.
A dos horas en auto desde aeropuerto de Ginebra es muy cómodo llegar al resort. Mientras tanto, se puede ir disfrutando del pintoresco camino de montaña y de la maravillosa vista que ofrecen los Alpes. Es importante tener en cuenta que por una cuestión de distancia conviene volar directo a Suiza y cruzar a Francia en auto, que hacerlo a través del aeropuerto de Lyon.
Val Thorens es la ciudad de mayor altitud de Los Tres Valles y junto a Méribel y Courchevel forman el mayor dominio esquiable del mundo. Con más de 600 kilómetros de pistas interconectadas se puede esquiar hasta el cansancio sin repetir un recorrido.
Y como la mitad de sus pistas son fáciles (verdes y azules) y el resto son para expertos (rojas y negras), es el lugar indicado para todo tipo de esquiadores. Con el 85% de las pistas por encima de los 1.800 metros garantiza una nieve óptima de comienzos de diciembre a mayo.
Un mundo de sensaciones
Pero no todo es esquiar, puertas adentro del resort las opciones se multiplican cuando el día no acompaña o simplemente se busca descansar. Disfrutar de tratamientos de belleza, masajes, un reconfortante sauna vapor, clases
de yoga o hacer ejercicio en las salas de fitness con vista a los Alpes convierten la jornada de descanso en algo memorable.
Punto aparte es la palestra (escalador) que se encuentra a unos pocos metros del ingreso. Sin duda el entretenimiento indoor más destacado. Aquí nos podemos pasar toda una tarde entre amigos intentando imponer nuestra marca de altura. Eso sí, Jimmy Rousille, un especialista en escaladas, nos cuida las espaldas.
Y como seguramente después de tanta actividad física nos atacará el hambre, hay más de un lugar donde comer. Se puede optar entre el buffet libre o el restaurante a la carta. Y si bien los dos lugares tienen platos de variedad internacional es imposible resistirse a los manjares de la cocina francesa. Hay que probar de todo, desde quesos y croissants, hasta fondue y raclette. No viene mal aclarar que las comidas y bebidas también están incluidas.
Después de la cena resulta irresistible instalarse en el open bar instalado junto a la pista de baile que todas las noches propone una temática diferente amenizado por la música de bandas que le ponen color y calor a la velada.
La variedad de actividades, tanto de día como de noche, la escuela de deportes y el cuidado para los niños lo vuelven el lugar ideal para hospedarse en familia.
Club Med Alpe d’Huez
Reinaugurado en diciembre de 2019, este resort de Club Med es la nueva joya del grupo.
En una de las zonas de esquí más grandes de Europa, a 1.850 metros de altura, el complejo tiene acceso directo a pistas excepcionales y brinda total libertad para esquiar independientemente del nivel.
Reconocido internacionalmente, en parte por la relación con la carrera ciclista del Tour de Francia y considerado uno de los mejores centros de esquí del mundo, se pueden hacer distintos tipos de actividades tanto dentro como fuera del village gracias a sus 300 días de sol al año.
Alpe d’Huez posee la pista negra más larga de Europa, con más de 16 kilómetros de extensión y un pico de 3.300 metros de altura asegura largas jornadas de esquí y, al igual que en Val Thorens, todas las salidas son desde el hotel y con instructores de la escuela francesa.
Además de esquiar, tanto adultos como niños pueden hacer otras actividades de nieve como caminatas o paseos en trineo de perros o, si se prefiere, otras relacionadas con el bienestar corporal dentro del resort.
Pero si la elección fue pasar todo el día esquiando, al volver al hotel se puede disfrutar de los chocolates, canapés, quesos y demás delicias francesas preparadas especialmente para recibirnos de regreso. También puede ser buen momento para tomar una copa de vino y relajar los músculos en el jacuzzi exterior viendo el atardecer sobre las montañas nevadas.
Y si la luz natural todavía acompaña, vale la pena tomarse un momento y recorrer a pie los caminos por los Alpes: los pocos metros que separan al village de las montañas y la belleza del paisaje no dejan lugar a las excusas. Es un escenario ideal para gastarse unas horas sacando fotos y, como todo lo que está al alcance de nuestros ojos parece salido de una postal, seguramente vamos a lucirnos cuando les mostremos las imágenes a los que se quedaron en Rosario, humedad mediante.
Otra opción es tomarse un día de descanso y visitar el pueblo que no está a más de diez minutos caminando, o menos, si se utiliza el sistema de buses gratuito. Plagada de atractivos, como una villa alpina de propaganda, es un excelente lugar para comprar recuerdos y regalos.
También es recomendable destinar una noche para visitar en el restaurante gourmet, que además cuenta con una exclusiva cava con botellas de alta gama. Con previa reserva, también se puede disfrutar de una cata de vinos franceses, como para que la velada sea completita.
Tomorrowland, fiesta en las alturas
Para los que quieran pasar una tarde bailando música electrónica, en Alpe d’Huez se realiza la famosa Tomorrowland. Durante una semana (en marzo), la fiesta convoca a más de 25 mil jóvenes al ritmo de los Djs más famosos del mundo. Es la primera rave que se realiza en una estación de esquí y la previa indica que no da para perdérsela.
Vacaciones planificadas
La economía fluctuante, las tasas, el cambio en el precio del dólar hacen conveniente planificar con tiempo el viaje. Reservando de manera anticipada desde el 9 al 12 de marzo en la preventa de Club Med se podrá acceder a descuentos de hasta el 30% y pagos en seis cuotas.