San Francisco.- Hace diez años, en pleno auge del boom de las “punto
com”, una compañía del sector emitió una publicidad que terminó siendo profética. El anuncio
mostraba a un cliente algo aburrido recorriendo un videoclub, cuando súbitamente, en medio de
efectos especiales y música estruendosa, las estanterías comenzaban a llenarse con todas las
películas y programas de televisión jamás grabados.
La empresa quería así ilustrar el verdadero potencial de un internet aún muy limitado. Una
década después, sin embargo, esa utopía parece una realidad tan inevitable como inminente. La red
ya saltó de la computadora a los teléfonos y ahora está decidida a hacerlo a la televisión.
En la nueva era digital, el usuario verá en la pantalla sus películas, series y programas
favoritos sin límite, a pedido y a través de su conexión habitual a internet.
La velocidad de la revolución da escalofríos: lo que unos meses atrás parecía ciencia ficción
comenzó a materializarse en cuestión de días, cuando los gigantes del sector anunciaron importantes
avances en la carrera por dar al espectador lo que quiera, cuando quiera y en el formato que
quiera.
El director ejecutivo de Apple, Steve Jobs, anunció en San Francisco la segunda generación de
Apple TV, un dispositivo con conexión Wi-Fi para ver una amplia selección de programas y películas
a través del televisor o de otros monitores compatibles.
Jobs, una de las caras más visibles de la nueva era digital, prometió que la consola
revolucionará la forma en que comprendemos el ocio. El precio no será un impedimento: el nuevo
Apple TV costará sólo 99 dólares.
Pero en su batalla por controlar lo que los analistas llaman “tercera pantalla”
(después de la de los smartphones y las computadoras), Apple tiene rivales de peso. En Berlín, Sony
anunció que extenderá a Europa su servicio Qriocity, que utiliza internet para emitir películas,
programas y música en los televisores de la marca, su consola Playstation, sus portátiles Vaio y
los teléfonos inteligentes de la compañía.
La iniciativa se plantea como un reto directo al iTunes de Apple y la nueva consola de Jobs,
pero para muchos podría llegar demasiado tarde como para hacer tambalear el dominio de la compañía
de la manzana.
También Google avanza en la misma dirección. Medios especializados anunciaron esta semana que el
gigante de las búsquedas por Internet y dueño de Youtube ofrecerá películas de pago y shows de TV a
los cientos de millones de usuarios del popular portal de videos. Y eso no es todo: para este mismo
año se espera el lanzamiento de Google TV, un dispositivo que combinará la grabación digital, la
televisión tradicional, los contenido via streaming (sin necesidad de descarga) y los motores de
búsqueda de la empresa.
El nuevo romance entre televisión e Internet tampoco escapa a Amazon. El líder de venta de ocio
minorista online está negociando con los grandes estudios de Hollywood y de televisión un servicio
de suscripción que permitiría a los usuarios acceder a una gran cantidad de contenidos mediante el
pago de un abono mensual. No hay que olvidarse además de hulu.com, una web de programas de
televisión, o del servicio de alquiler de videos Netflix, que ofrece miles de películas que los
suscriptores pueden ver de forma inmediata.
La expectativa de los usuarios contrasta con el temor de las compañías de televisión por cable y
satelital, para las que tanta novedad representa un verdadero reto. Su lucha por que Internet quede
confinado a la computadora, según los expertos, tiene los días contados.
Para el analista Carmi Levy, Apple ganará la guerra por la nueva televisión gracias a dos
ventajas fundamentales sobre sus competidores: su experiencia en nuevos dispositivos y los 160
millones de usuarios que ya utilizan iTunes. “Está claro que, con Apple TV, la compañía
acometió la conquista de la televisión a través de Internet con tanta seriedad como en su día
apostó por conquistar el sector de la música con iTunes”, dijo Levy.
“Desafortunadamente para los distribuidores de cable y televisión satelital, el guión está
escrito: su modelo de negocio está amenazado, porque estas nuevas ofertas darán a los consumidores
más poder que nunca para controlar los contenidos”.
(DPA)