“Todo el mundo habla del avance de la tecnología y la necesidad de incorporar aprendizajes en la escuela, sin embargo no es algo accesible para todas. Por eso tenemos que aprovechar los entornos y recursos disponibles, y ofrecerlos en instituciones públicas”, sostiene la profesora Maricel Lianza, a propósito del proyecto de alfabetización digital que impulsó por primera vez la Técnica Nº 394 “Dr. Francisco de Gurruchaga” y que vincula a estudiantes del último año del nivel secundario con niños y niñas de jardín.
Esta propuesta innovadora, que se desarrolló por primera vez de junio a octubre de este año, incorpora nuevas tecnologías y surge para colaborar con el uso responsable de las tecnologías y el cuidado.
En el marco de las prácticas profesionalizantes que se realizan en sexto año, alumnas y alumnos de la especialidad de informática dieron clases de computación a niños y niñas de la sala de 5 años del mismo complejo educativo (Jardín de Infantes Nº 67). Esta experiencia piloto que las autoridades de la escuela planean continuar el próximo año, permitió vincular a los más grandes de la escuela con los más pequeños, brindándoles conceptos básicos para fortalecer la alfabetización digital desde los primeros años de vida.
“Queremos que se multiplique esta iniciativa en otras escuelas técnicas, a partir del equipamiento disponible y la posibilidad de prácticas de sus estudiantes que en poco tiempo saldrán al mercado laboral”, destaca Maricel Lianza, coordinadora del área de informática. Durante la charla con La Capital, la acompañaron el director Diego Seri y la profesora de prácticas profesionalizantes Camila Zubiri. “Deseamos que también circulen las buenas noticias”, señalan los docentes. En el mes de mayo la escuela de Salta y Cafferata fue víctima del robo de costosos materiales de una de las salas del nivel secundario.
Con este proyecto innovador, participaron además en octubre de las primeras jornadas de la Red de Escuelas Técnicas de la provincia de Santa Fe vinculadas con el sector de la economía social, solidaria y popular de la Dirección Provincial de Educación Técnica.
La iniciativa de dar clases de alfabetización digital enseguida tuvo muy buena recepción de parte de las y los estudiantes, que ahora ya son técnicas y técnicos en informática. “En esta misión que tiene el complejo educativo de integrar todas las disciplinas y promover la vinculación con el nivel inicial y primario, encajó muy bien el proyecto gracias al trabajo de profesores y la predisposición del curso”, dice el director Diego Seri.
Una vez por semana, los alumnos y las alumnas de sexto año recibieron en las salas de informática del secundario a niñas y niños del jardín de infantes. Les enseñaron a jugar y hacer diferentes actividades en la computadora, utilizando todos los entornos formativos del área. Dependiendo del turno, las clases se dieron los lunes a la mañana o los viernes por la tarde.
Entornos de formación
Las prácticas profesionalizantes —tal como lo define el portal provincial— son prácticas no rentadas que integran la propuesta curricular de las escuelas de educación técnico-profesional de Santa Fe. Están vigentes desde 2011 y son parte de una política del gobierno provincial en materia educativa. Son organizadas y coordinadas por la institución educativa, se desarrollan dentro o fuera de esa institución y están referenciadas en situaciones de trabajo que corresponden con el perfil profesional en el que se están formando los estudiantes.
“Con este proyecto, pudimos abrir los entornos a la comunidad, compartir y generar el espacio como complejo educativo, que forma parte de la identidad de la Gurruchaga, y sobre todo propiciar el vínculo de los estudiantes con niñas y niños tan chiquitos”, remarcaron los educadores respecto a esta actividad, una de las que lograron retomar luego de la pandemia.
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Martín Ibáñez y Fiorella Velotto fueron parte de la propuesta de la Gurruchaga.
Durante las clases, trabajaron con software y hardware, poniendo a funcionar drones y robots. “Se abrieron todos los recursos que tenemos en la secundaria, y se los ofrecimos al nivel inicial”, y cuentan que otras escuelas públicas del barrio se mostraron interesadas en implementar estos talleres.
“También estaría bueno que este proyecto se pueda multiplicar en otras técnicas con especialidad en informática, ya que es una excelente práctica profesional y los entornos formativos están en todas estas instituciones”, agrega la profesora Lianza.
Un proyecto interdisciplinario
Como parte de una generación donde todos son nativos digitales, Fiorella Velotto y Martín Ibañez, recientemente graduados de técnicos en informática reflexionaron sobre esta experiencia, en la que aseguran nunca antes habían tratado con niños y niñas tan pequeños que ya tienen otro uso y manejo de las nuevas tecnologías.
“Nos fuimos organizando para darles distintas actividades sobre cómo utilizar la computadora, conocer los programas y hacerlo un poquito más dinámico. Les propusimos dibujar en Paint y que puedan escribir sus nombres en Word. Fueron aprendiendo las vocales con el abecedario”, explican.
Algunos chicos ya reconocían la actividad propuesta, otros en cambio, les costaba un poco más. “Me gustó el hecho de compartir, ser parte y tener la responsabilidad de enseñarles cosas nuevas”, dice Fiorella. La joven agradece el cariño recibido de parte del grupo, sorprendida por la expectativa que se generaba en la sala cada vez que aparecían los más grandes de la escuela.
Martín se suma a la charla y también vuelca su opinión. “Nunca había tratado con tantos chicos a la vez”, asume con gracia y agrega: “Pienso que estos niños crecerán y quizás cuando me vean van a decir ‘ese fue mi profe’. Son aprendizajes que quedan y así como lo hicieron conmigo, me gustaría brindarme con otros para que encuentren también alguien con quien hablar y expresarse, por eso traté de dejarles una enseñanza linda y positiva”, continúa.
“Los chicos me sorprenden cada día, por su inteligencia y manera de hablar, algunos saben manejar la computadora casi como yo. Cuando estoy con ellos me siento re grande y noto que tienen una forma de expresarse que no es la misma que teníamos nosotros a su edad”, admite el joven que planea estudiar ciberseguridad. Sobre esta actividad que desestructuró bastante la forma de enseñar y aprender en la escuela, siempre comenzaba con alguna propuesta frente a la computadora y finalizaba bailando, para volver a conectar con el entorno infantil.