En pleno auge mundialista, con una final tan ansiada el domingo, y con las fiestas en el horizonte, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó el dato sobre inflación del mes de noviembre. Puntualmente el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró un aumento del 4,9 por ciento respecto al mes anterior, en tanto el acumulado del año alcanza un 85,3 por ciento y la variación interanual un 92,4 por ciento.
El nivel inflacionario parece estabilizarse nuevamente en un escalón más alto. Pasando de un nivel promedio del 27 por ciento en el segundo período de Cristina Fernández, a un promedio del 39 por ciento en la presidencia de Mauricio Macri, y Alberto Fernández se consolida con un promedio que alcanza 53 por ciento. Tenga en cuenta que es un promedio, por eso los valores le pueden parecer bajos, en general a lo largo del mandato del ejecutivo los niveles de inflación tienden a aumentar, y tal vez uno se queda con los últimos datos de cada período.
Para ponerlo en contexto, el aumento de precios acumulado del año es del 85,3 por ciento. Este valor es un promedio del aumento de todos los bienes que integran la canasta del IPC, es decir que algunos bienes o servicios han aumentado más y otros menos. Tomemos algunos ejemplos como para ser más claros.
Según los reportes del Indec el kilo de papa en la región pampeana en el año mostró un incremento del 282 por ciento pasó de costar 53,92 pesos a 205,87 pesos. Para el caso de la carne picada común pasó de valer 549,69 pesos a 807,43 pesos es decir un aumento del 47 por ciento. Estos bienes y servicios se agrupan en 12 divisiones, los dos bienes citados anteriormente pertenecen a la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas. En el siguiente gráfico se presenta la evolución de cada subcanasta.
Podemos observar como en el acumulado del año para la región pampeana las categorías con mayores aumentos se ubican, prendas de vestir y calzado con 112 por ciento; seguido de restaurantes y hoteles 93 por ciento; y equipamiento y mantenimiento del hogar 87 por ciento. Mientras que las categorías con menores aumentos fueron comunicación 62 por ciento; vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles 66 por ciento; y recreación y cultura 74 por ciento. El nivel general se ubicó en un incremento acumulado del 85 por ciento.
Más allá de esta división que es relevante para conocer la evaluación de precios de distintas agrupaciones, existe otra agrupación que es muy utilizada por los economistas y debería ser relevante para el público en general es la distinción entre bienes y servicios con precios regulados, estacionales y núcleo. Justamente la inflación núcleo es la que tiende a sostenerse en el largo plazo, y sus precios fluctúan de manera “más libre”, y no está afectado por cuestiones estacionales o por regulaciones del sector público.
Justamente de la conformación del IPC, la inflación núcleo representa el 68 por ciento de la canasta, el 21 por ciento está compuesto por precios que están sujetos a regulación o tienen un alto componente impositivo, y 11 por ciento restante son precios de bienes que tienen comportamiento estacional. En lo que va del año la inflación núcleo se encuentra en 81 por ciento mientras que la inflación de bienes y servicios regulados se ubica en 77 por ciento y los productos estacionales 124 por ciento.
Ahora bien, ¿En cuánto va a cerrar la inflación del año? Y tal vez más importante aún ¿Qué es lo que se puede esperar para el próximo año? Desde luego mientras los pronósticos sean más cercanos el coeficiente de variación es menor, y cuando el plazo es mayor el margen de error aumenta ostensiblemente.
Empecemos por la primera pregunta que es la de más corto plazo. La primera forma de aproximar dicho resultado es tener en cuenta la inflación interanual, es decir comparando noviembre de 2021 con noviembre de 2022, esto se ubica en 92,4 por ciento. Si la inflación de diciembre es igual a la del mes de noviembre el año cerrará en 94,4 por ciento.
Por otro lado podemos tomar como fuente la inflación de alta frecuencia que releva la consultora Seido. El relevamiento semanal consolida datos para la primera semana de diciembre de 5,3 por ciento de inflación núcleo y para la segunda semana 5,1 por ciento. Es decir que la inflación podría cerrar en 5 por ciento para el mes de diciembre ubicando el aumento de precios anual en 94,6 por ciento.
Ahora pasemos a tratar de estimar la posible inflación para el 2023. En primer lugar resaltar que el aumento de precios que se sostiene desde el ejecutivo en la presentación del presupuesto 2023, es del 60 por ciento para el próximo año. Sin embargo, tenga en cuenta que para el corriente año, 2022, en su momento el ejecutivo esperaba un inflación del 33 por ciento.
Siguiendo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el Banco Central de la Republica Argentina, la inflación esperada para 2023 en promedio es del 96,6 por ciento y un 96,7 por ciento del componente núcleo que se comentó anteriormente. Sin embargo encontramos grandes diferencias entre el mínimo pronosticado, de 55,2 por ciento y el máximo de 124,7 por ciento es decir, una diferencia del 126 por ciento entre los extremos.
En la consultoría privada también se observa esta dispersión para 2023, por ejemplo Eco Go pronostica una inflación del 135,1 por ciento; Empiria Consultores 125,6 por ciento; C&T Asesores 125,4 por ciento. En tanto otras consultoras pronostican un escenario muy diferente como Mapfre Economics con una inflación del 54,2 por ciento; el JP Morgan 57,2 por ciento y el Credit Suisse con una inflación del 60,1 por ciento.
Qué es lo que resalta esta dispersión es la multiplicidad de variables a tener en cuenta y el resultado de las mismas. Las más relevantes son el déficit fiscal, la política monetaria, los vencimientos de la deuda en pesos, la entrada de dólares, todo esto en un contexto de campaña electoral.
En síntesis lo que va a determinar el resultado de la inflación es lo que pase con la cantidad de pesos y de dólares que habrá en economía. Es decir, habrá que robustecer las reservas internacionales del Banco Central a como dé lugar. Y tratar de no aumentar demasiado la cantidad de pesos que hay en economía para ir al escenario de una inflación del 100 por ciento. Este parece ser el escenario más probable.
Un escenario más disruptivo y de crisis que pronostican Eco Go, Empiria y C&T, es menos probable, pero no imposible. Nuevamente, si no se logra la entrada de dólares, y aumenta la cantidad de pesos de la economía este podría llegar a ser el resultado de la economía argentina.
En definitiva, y tratando de responder a la pregunta inicial, la inflación parece moderarse pero para quedar en niveles en torno al 100 por ciento anual. En estos niveles, es casi como caminar por la cornisa, porque ante cualquier problema en la generación de divisas, o en la renovación de vencimientos de deuda se puede saltar a nuevo escalón de aumento de precios.