Mientras en el Congreso se discuten posibles reformas a la ley de alquileres, el panorama para los inquilinos en Rosario se sigue complejizando. Es que según pudo corroborar La Capital, comenzaron a ofertarse viviendas cuya locación solo se consigue mediante el pago en dólares billete, una situación a todas luces ilegal pero que ya forma parte de la realidad local. Referentes del sector inmobiliario indican que se trata de casos "atípicos", pero representantes de los inquilinos aseveran que es una tendencia que llegó para quedarse.
"A nivel nacional es un fenómeno que surgió hace varios años, sobre todo en zonas de turismo para sectores de alto poder adquisitivo. Luego de la devaluación de 2017 y con la pospandemia esto se profundizó, llegando a diferentes lugares del país", evaluó el presidente de la Federación de Inquilinos Nacional Gervasio Muñoz, quien sostuvo que "no hay forma que Rosario escape a esta lógica, que está transformando el mercado inmobiliario".
Este medio pudo comprobar al menos tres casos en los que el pago en dólar billete es una condición sine qua non para lograr el alquiler. Todos ellos suceden en viviendas de Puerto Norte, tanto para emprendimientos premium (como la torre Dolfines Guaraní y Maui) como para aquellos más orientados a clase media alta (Condominios del Alto).
Para un departamento de 178 metros cuadrados con vista al río se exigen 1.850 dólares. "Son inmuebles muy costosos, que no se alquilen a cualquiera", respondió del otro lado de la línea la operadora de una inmobiliaria local, que explicó la modalidad utilizada para formalizar el acuerdo: "Se hacen contratos temporarios cada tres meses. Se firman en un primer momento cuatro juntos por un año y luego se renuevan", indicó.
Carlos Rovitti, coordinador General del Observatorio Inmobiliario Nacional (OIN), negó que este tipo de situaciones sea generalizada y lo limitó a casos "totalmente atípicos", aunque a renglón seguido confesó que "es probable que algunos lo hagan". Con similares palabras se manifestó el titular del Colegio de Corredores Inmobiliarios Andrés Gariboldi, quien planteó que "quizás se dé pero en clientes puntualísimos, que pueden representar menos del 0,001% del mercado".
Es esperable que los representantes del sector se expresen en forma cautelosa frente a una práctica violatoria de la normativa vigente. Off the record, otras fuentes del rubro brindaron mayores detalles de una práctica que si bien es marginal, va ganando cada vez más terreno. Explicaron, por ejemplo, que en general se trata de una exigencia de los propietarios, que adoptan esta práctica para hacerse de divisas difíciles de conseguir por otras vías.
"En mi caso tengo un departamento en el complejo Maui que el dueño quería vender. Como esa transacción aún no se concreta, autorizó a que la pongamos en alquiler, pero solo lo aceptaba si había dólares de por medio", contó un referente inmobiliario, quien dijo que en ese caso su empresa solo hace las veces de intermediaria, ya que el contrato -donde se fija el precio- se realiza directamente entre las partes.
Tendencia
Desde la Federación de Inquilinos, Muñoz explicó que la exigencia de dólares billete para arrendamiento de viviendas se explica "por la propia lógica de transformación del mercado", por lo que Rosario simplemente replica lo que ya viene sucediendo en otras urbes, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Córdoba. "Al ser una práctica ilegal, debería actuar el Estado, a través de sus distintas instancias, como Defensa del Consumidor o la Defensoría del Pueblo", cuestionó.
La condición de entrega de dólares billete por ahora queda limitada a un conjunto particular de viviendas, destinadas a segmentos premium, pero podría marcar el inicio de una tendencia que se irradie a otras zonas de la ciudad, en el marco de un mercado de alquileres que ya presenta complejidades varias.
Las dificultades del mercado de alquileres se explican en buena parte por el desfasaje entre la oferta y la demanda. Desde el sector explicaron en diversas ocasiones que muchos propietarios viraron hacia un proceso de desinversión, en donde terminan vendiendo su unidad por la baja rentabilidad que significa un arrendamiento. En parte, los referentes inmobiliarios vinculan este fenómeno con las imposiciones de la ley de alquileres, que metieron ruido entre los titulares de inmuebles.
Amén de cuáles son los reales motivos tras la problemática, lo cierto es que actualmente el Congreso está discutiendo reformas a la normativa, en un debate con final abierto porque no existe un proyecto que agrupe a las principales fuerzas políticas, que se dividen el control de las dos cámaras legislativas.