Pese al esfuerzo realizado en los últimos días por el presidente del PJ santafesino, Ricardo Olivera, por reacomodar las piezas partidarias, sacudidas por el revés electoral del año pasado, la definición de una estrategia de unidad por parte del oficialismo de cara a 2023 deberá esperar.
Tras concluir, con un aparente balance positivo, una ronda de consultas —avalada por la Casa Gris— con los distintos sectores que dan cuerpo al Frente de Todos (FdT) provincial, Olivera había programado para el viernes pasado un encuentro en la departamental Rosario del PJ. A la convocatoria debían asistir dos referentes de cada espacio interno, pero tanto el perottismo como Encuentro por Santa Fe (con María Eugenia Bielsa y el senador nacional Marcelo Lewandowski como pilares), que vienen actuando en tándem, finalmente no fueron de la partida.
“Hay que preservar la unidad”, machacaron —en voz baja— a La Capital dirigentes del variopinto peronismo provincial. Pero lo cierto es que el faltazo del viernes dejó al descubierto que el consenso todavía no encuentra suelo fértil en el justicialismo de Santa Fe.
Cronología
Poco después de las primarias, el gobernador Omar Perotti había provincializado la campaña con el objetivo de capitalizar la presencia territorial del FdT en la búsqueda de los votos que le faltaban. No obstante, la decisión del rafaelino de imprimirle peso propio a la fase proselitista, además de figurar en la boleta como candidato a senador nacional suplente, incluía el riesgo de condicionar los dos últimos años de su administración (sin reelección) en caso de un resultado adverso en las generales, como terminó ocurriendo.
La ronda de diálogo propiciada por la cúpula partidaria había arrancado a principios de febrero con una batería de interrogantes por dilucidar en función del impacto de la derrota electoral en 2021. Y, al igual que la catarsis que afloró apenas abiertas las urnas, no pocos actores objetaron la centralidad del jefe de la Casa Gris.
Con el correr de los días, Olivera se mostró optimista con el sondeo puertas adentro en el PJ. Y apostó a sentar a las partes en una mesa para —de inmediato— institucionalizar el Frente de Todos con la mira centrada en el próximo turno en electoral.
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Ricardo Olivera, titular del justicialismo provincial.
Foto: Archivo / La Capital.
En esa línea, el diputado provincial instó a retomar el trabajo territorial en las 19 departamentales peronistas con el objetivo de fortalecer la unidad en la diversidad, la consigna que en 2019 acompañó la recuperación de la Gobernación.
Las conversaciones piloteadas por Olivera alcanzaron a todas las fichas partidarias: el oficialista Hacemos Santa Fe, La Corriente, el Nuevo Espacio Santafesino (NES), el Movimiento Evita y los sectores de Bielsa, Luis Rubeo y María de los Angeles Sacnun.
Poco antes de la apertura de la ronda de diálogo, Perotti, quien ya puso a recorrer la provincia a cuatro de sus espadas (las ministras de Gobierno, Celia Arena, y de Ambiente y Cambio Climático, Erika Gonnet; el secretario de Turismo, Alejandro Grandinetti, y el diputado nacional Roberto Mirabella), había comenzado a recomponer su vínculo con los senadores santafesinos. Lo propio ocurrió con la vice Alejandra Rodenas (NES) luego de las diferencias exteriorizadas en las Paso, en las que la titular de la Cámara alta y Agustín Rossi compitieron —y perdieron— contra la lista que impulsó el rafaelino.
Más dudas
En ese contexto también siguen luciendo lejanas las chances de un acercamiento con La Corriente, que lidera Rossi, después de la partida de Roberto Sukerman del Ministerio de Gobierno (Arena ocupó su lugar) y la posterior salida de cuatro funcionarios de ese espacio interno de entre las segundas líneas del gabinete de Perotti.
Para el rossismo, los movimientos en el staff gubernamental significaron un pase de factura por haber enfrentado al mandatario santafesino en las Paso. Y, por eso, ahora se planta decidido a tallar en la interna del PJ provincial.