En 2022 se cumplieron 25 años del lanzamiento del sildenafil, conocido popularmente como viagra. Se trata de una droga para tratar la disfunción eréctil, un problema que durante mucho tiempo se denominó impotencia sexual masculina. En aquel momento, La Capital hizo un relevamiento entre farmacéuticos y médicos que permitió determinar que su uso era cada vez más frecuente. Y se sumó un dato preocupante: la compra se había extendido a hombres jóvenes, muchos de ellos sin la indicación profesional para consumir este fármaco.
A dos años de aquella realidad, la actual situación socioeconómica, que afecta la compra de casi todos los medicamentos, también impacta en el sildenafil, que se vende menos, especialmente en las marcas más costosas, según informaron desde el Colegio de Farmacéuticos de Rosario.
La baja en el consumo se está produciendo mes a mes. En los últimos 30 días hubo una nueva reducción, del 3% en relación con el mes anterior.
Esta pastilla, un verdadero hito en la sexualidad de los varones, fue producto de un descubrimiento casual de un laboratorio estadounidense, ya que la droga se utilizaba para controlar la hipertensión pulmonar cuando los usuarios masculinos empezaron a reportar que les producía erecciones no buscadas. Fue entonces que decidieron investigar a fondo y lanzaron el sildenafil (o sildenafilo, tal el nombre de la molécula) con otros fines. Fue una revolución, ya que personas que hacía años o décadas no podían tener una relación sexual con penetración, pudieron hacerlo.
Viagra, la droga de Pfizer
El logro le correspondió a la multinacional Pfizer, que llamó a este medicamento Viagra. En la actualidad las marcas y presentaciones son muchísimas. La indicación en cuanto a su uso (necesidad, dosis) debe estar dada por un médico y muchas veces es un complemento de las terapias psicológicas para intentar revertir la situación.
Lo cierto es que desde que se agudizaron los problemas económicos, los varones la consumen menos. ¿Es porque hay menos interés en tener relaciones sexuales o simplemente se trata de una cuestión de costos?
Leonardo Jurado, del Colegio de Farmacéuticos hizo un repaso sobre las opciones que existen en el mercado y el comportamiento en cuanto a ventas, en los últimos meses.
"La realidad es que todos los medicamentos vienen sufriendo una disminución en las unidades de dispensa. Lo de las drogas para tratar la disfunción eréctil no escapa a la situación de todos los fármacos, ya sean con receta o de venta libre. En el sildenafil hay una merma que se viene produciendo mes a mes", señaló el profesional.
"Esa disminución viene siendo del 2,5 a 3% con relación al mes anterior", agregó.
En comprimidos
La droga se vende en forma de comprimidos de 25, 50 y 100 mg. Y existe también "la forma flash, que es un comprimido de alta absorción que es sublingual). Hay al menos unas 12 marcas, y todas cuentas que esas opciones.
Jurado indicó que hay una variabilidad de precios "bastante amplia". En promedio, cada comprimido sale unos 2 mil pesos. La de mayor demanda es la de 50 mg, por dos comprimidos. Hay marcas que las ofrecen a 4 mil pesos el par.
El comprimido masticable aumenta un poco el precio en ciertas marcas y está el Flash (que actúa más rápido) y que actualmente es menos buscado por su costo (entre los 4 mil y 6 mil pesos).
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Fármacos y disfunción eréctil
En cuanto al abordaje farmacológico de la disfunción eréctil, también existe el tadalafilo, que tiene una menor demanda histórica, y cuyo costo en agosto de 2024 es de 14 mil pesos en presentaciones de dos comprimidos y 20 mg. Es de duración prolongada, por lo tanto se utiliza cuando al relación sexual se puede "programar". Hay también una docena de marcas disponibles en farmacias. "Siempre se vendió menos por lo que cuesta, y más ahora", indicó Jurado.
Los profesionales de la salud que tratan este tipo de problemas, señalan que los trastornos de la erección no deben ser tomados a la ligera y que siempre es clave la consulta.
Se debe llegar a un diagnóstico correcto, estudiar lo hormonal y fisiológico funcional, el estado anímico de la persona, su historia médica, utilizando la metodología diagnóstica adecuada y actualizada.
Entonces, si realmente hay una dolencia o patología se aborda el tratamiento de manera interdisciplinaria. El fármaco puede o no estar indicado y es un error consumirlo libremente sin seguimiento profesional, ya que tiene contraindicaciones, advierten los especialistas.