En el país, la cobertura de salud se organiza en tres subsistemas: de salud público (de carácter universal, que garantiza el derecho al acceso a la salud para todas las personas), el de seguridad social (que atiende a personas que tienen un empleo registrado o son monotributistas) y el de salud privado (que ofrece cobertura voluntaria a aquellas personas que decidan pagarla, ya sea de manera directa o a través de derivación de aportes).
De acuerdo al último censo, en la provincia, el 66,5 por ciento de la población esta afiliado a una obra social, a un empresa de medicina prepaga o a Pami; el 30,7 % se atiende en el sistema público y el 2,8 es beneficiario de un programa estatal de salud.
La situación no desentona con lo que sucede en el país donde seis de cada 10 personas censadas declararon tener obra social o prepaga (incluyendo PAMI); mientras que poco más de 3 de cada 10 respondieron que no tienen obra social, prepaga o planes estatales de salud, es decir, que dependen exclusivamente del sistema público para la atención de su salud.
También se mantienen en sintonía con lo que sucede en las provincias de Córdoba y Buenos Aires, donde el 34 % y el 35 % de la población dependen exclusivamente del sistema de salud público, respectivamente.
Las asimetrías se encuentran con la provincia de Tierra del Fuego, ciudad de Buenos Aires y Santa Cruz, donde los niveles de cobertura privada de la salud alcanzan al 85 por ciento de la población. En el otro extremo están Santiago del Estero, Formosa y Chaco, provincias en las cuales más de la mitad de la población se atiende en el sector público.
El norte y el sur
El número de afiliados a obras sociales y prepagas es un indicador de calidad de vida de la población. Las mejoras en el nivel de empleo hacen crecer las planillas de beneficiarios del sistema privado de la salud. El vice presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios, Rodrigo Sánchez Almeyda, destacó la interrelación entre ambas variables.
Por eso, explicó, "la provincia presenta distintas realidades en el norte, el centro y el sur. Generalmente en el sur de Santa Fe hay más empleo formal y es mayor el porcentaje de cobertura a través del sistema privado".
En los últimos años, sostuvo, las mejoras en los niveles de empleo hicieron crecer el número de afiliados a las obras sociales o prepagas. Sin embargo, el problema actual de estos sistemas, son los bajos salarios de los trabajadores.
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"Las dificultades que atraviesan los sistemas de prestación de salud no se originan en la desocupación sino en los bajos salarios, lo que reduce los aportes y resiente al sistema, desfinanciando tanto a las obras sociales como a sus prestadores, sanatorios y profesionales", advirtió.
Comparar los datos de los últimos censos, pone blanco sobre negro esta descripción. En 2010, el 58 % de los santafesinos contaba con una obra social o prepaga, en 2001 ese porcentaje se redujo diez puntos. En el país, en 2010 el 36 % de la población carecía de cobertura de obra social o prepaga en 2010. Nueve años antes, ese porcentaje se extendía al 52 % de la población.
El desafío que viene
Aún así estos promedios arrojan grandes diferencias si se analizan bajo la lupa de la edad y el género de la población. Las mujeres son mayoría entre la población que tiene cobertura de salud por obra social o prepaga. En tanto, entre quienes cuentan solo con el hospital público para la atención de la salud, los varones predominan levemente.
Asimismo, de acuerdo a las edades, la población que solo cuenta con cobertura del sistema público para la atención de la salud corresponde a una población demográficamente más joven. Los niños y adolescentes (la población comprendida entre los 0 y 14 años) son el grupo más afectado por la falta de cobertura de obras sociales o prepagas. En esa franja etarea, el 43,7 depende exclusivamente del sector público de la salud cuando está enfermo.
Para el ex secretario de Salud de la ciudad y actual concejal, Leonardo Caruana, esta cifra se amplía por personas que aún con cobertura de salud de una obra social, mutuales, o incluso el Pami, demanda los servicios del sistema público. Por, eso en los hospitales y centros de salud de la red municipal, actualmente se da respuesta a la demanda de unas 350 mil personas.
"Hay un nivel importante de monotributistas o jubilados, la población más vulnerable de la seguridad social, que acceden a nuestros servicios", afirma y advierte que los centros de salud son un termómetro de las crisis económicas, cuando el personal empieza a abrir nuevas historias clínicas.
Esta demanda constante, señaló, produce una tensión en el sistema de salud, debilitados después de la pandemia, que tienen que dar cuenta al mismo tiempo de una mayor complejidad en la atención. "Todo esto nos obliga a repensar el sistema de salud en su totalidad", señaló el médico, pero advirtió que la solución no pasa por "la supresión de las instituciones del Estado en todos los niveles y su reemplazo por una tarjeta de cobertura mínima para comprar servicios básicos en establecimientos privados", como propuso el presidente Javier Milei en su campaña.
"No se puede pensar un sistema de salud como el consumo de prestaciones y tecnología, ni el Estado como un árbitro del mercado regulando el acceso a los servicios, sino como un conductor de políticas sanitarias, que garantice el acceso a los cuidados", explicó anticipando el debate que se viene.
La metodología
Los datos definitivos del censo 2022 se hicieron públicos este martes. Los resultados del operativo se dividieron en cuatro ejes temáticos: Indicadores demográficos por sexo y edad, condiciones poblacionales de la población, población en viviendas colectivas y en situación de calle y acceso a la salud y previsión social.
Con el fin de conocer el acceso a la protección de la salud, el cuestionario del censo nacional incluyó una pregunta específica dentro del apartado de población que indagaba sobre como se accedía a los servicios médicos.
La cobertura de emergencias médicas quedó al margen de este cuestionario, ya que se indicaba que si solo se contaba con este servicio se debía marcar que no se poseía obra social.