Como dice la letra del tango “Naranjo en flor”, primero hay que saber sufrir. Y Argentina tuvo mucho de sufrimiento en un partido que no parecía revestir demasiadas complicaciones, pero el fútbol tiene esas cosas que lo hacen tan emocionante, porque en una jugada todo puede cambiar. Lisandro Martínez fue protagonista de una de las dos jugadas en las que todos los argentinos quedaron con el corazón en la garganta (la otra fue la del Dibu Martínez, en el último minuto) en este Mundial Qatar 2022. Es que ese cierre increíble que metió allá por el minuto 35 del segundo tiempo, evitando lo que hubiese sido el empate de Australia se gritó casi como un gol. Hasta el propio jugador de Manchester United lo celebró con furia frente a los hinchas. Fue la jugada que, de inmediato, trajo a la memoria de todos aquel cierre providencial de Javier Mascherano ante Robben, en el último instante de la semifinal de Brasil 2014.