En un escenario repleto de rarezas, lejos de todo y en un tramo del año calendario jamás utilizado, en un radio de disputa que ofrece ocho estadios ultramodernos, la mayoría recientemente construidos y concentrados en un reducido círculo de 50 kilómetros, el equipo argentino comienza a transitar este martes, a las 7, su gran sueño mundialista, ese que desvela a Leo y a todo un país, a pesar de esas extrañezas.
Con Messi de arranque, a pesar de haber practicado diferenciado los últimos días, y con algunos retoques tácticos y nominales que permitirían los ingresos de Tagliafico y Papu Gómez, el conjunto dirigido por Lionel Scaloni se mide con Arabia Saudita, en el estadio Lusail, con arbitraje del esloveno Slavko Vincic.
Este debut representa la atractiva posibilidad de afirmar la primera base, en este recorrido que propone el desafío de conquistar el mundo desde el desconcertante desierto qatarí. Y para Messi, a sus 35 años, significa su última presentación mundialista, en su rol de referente y bandera futbolística y espiritual de una ilusión compartida, que empieza a adquirir características épicas.
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El halo magnético positivo que rodea todo este proceso, las figuras determinantes que se liberaron de las ataduras y ahora logran imponer diferencias de nivel sin inconvenientes dentro del campo de juego, y el invicto histórico de 36 partidos, otorgan sustancia, seriedad y razones a estas renovadas ambiciones, esas que se multiplicaron después de la obtención de la última Copa América y que embelesaron al pueblo argentino.
Envuelto en ese marco cultural ajeno que provoca postales muy llamativas, todo indica que el Mundial de Qatar subirá su exigencia recién después de la primera ronda. Consciente de eso, Scaloni no quiere que sus dirigidos se relajen y el mensaje del entrenador apunta al costado emocional para aprovechar cada partido para ajustar piezas, para que la propuesta colectiva gane rodaje y para plantear algunas variantes tácticas.
Dudas e interrogantes
Luego de un golpe en el tobillo que lo llevó a practicar diferenciado en las últimas jornadas en la Universidad de Qatar, fue el propio Messi el que despejó dudas en la conferencia de prensa oficial, asegurando que no tiene inconvenientes para estar de arranque en el duelo ante los árabes. “No hay nada raro, fue solo por precaución”, señaló el 10 rosarino.
Más allá de esas situaciones de contexto, lo cierto es que Scaloni acarreó dudas en los laterales, en la posición de Lo Celso (marginado del Mundial por lesión) y en la ubicación de Di María.
Como lateral derecho probó con Montiel y Molina, en el otro costado ensayó con Acuña y Tagliafico, en la línea de volantes también trabajó variantes con Mac Allister, Papu Gómez y Exequiel Palacios, y en ofensiva en algún momento pensó en tratar de incluir a Julián Alvarez.
Y, el buen momento del rosarino Di María también le permitió pensar en distintas opciones de calidad, con diferentes roles en el equipo. Incluso, en el ultimo entrenamiento Fideo jugó en el medio, por derecha, pero sería solo una prueba.
Si bien no hubo confirmación oficial, Argentina iría con Emiliano Martínez; Molina, Romero, Otamendi y Tagliafico; De Paul, Paredes; Di María, Messi y Papu Gómez; y Lautaro Martínez. Con un esquema que seguramente irá cambiando de acuerdo a las necesidades del encuentro.
De esta manera, Argentina sale al ruedo persiguiendo su gran sueño. Con traje de candidato y razones que sustentan sus ambiciones, debuta ante Arabia Saudita. Comienza la última función de Leo. Todos de pie....
“Ahora la gente no está tan ansiosa”
“Venimos de ganar la Copa América y con un largo invicto. Eso descomprime muchísimo. Favorece que la gente no esté tan ansiosa y que pueda disfrutar del momento. Este grupo me recuerda al del 2014, un grupo muy unido y que tenía en claro lo que hacía adentro de la cancha”, destacó Messi en la rueda de prensa oficial, en la previa del duelo con Arabia Saudita.
Sobre su estado físico, puntualizó: “Me siento muy bien físicamente. Llego en un buen momento. Entrené diferenciado pero no tengo ningún problema. Entrené aparte porque tenía un golpe, pero no hay nada raro”.
De esa manera, las palabras de Messi consiguieron despejar rápidamente los interrogantes sobre su situación y que había alertado horas atrás, cuando entrenó aparte del grupo.
“Seguramente es mi último Mundial. Siento que esta es mi última oportunidad para conquistarlo. Me encuentro muy bien y me agarra con otra edad, más maduro, con ganas de disfrutar al máximo, más seguro, disfrutar cada momento que me toca vivir. Como con la Copa América y todo lo que nos tocó vivir en los partidos previos. Antes no me daba el tiempo para disfrutarlo”.
Vale precisar que, el capitán de la selección nacional decidió brindar esa conferencia de prensa, que en principio estaba preparada solo para Lionel Scaloni. Lo hizo para poder afrontar las versiones que circularon en los últimos días. Por eso, la Pulga optó por salir a hablar y poner en claro su situación y, sobre todo, descartar alguna molestia física. Más aún después de que se filtrara una foto donde se veía el tobillo hinchado del Diez.