Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo Social, asume una actitud que por estos días es reflejo del aura que intenta irradiar Sergio Massa, el candidato de Unión por la Patria (UP), ganador en las elecciones del domingo pasado: sostener la hiperactividad en la gestión y la humildad ante el triunfo. “Se viene una Argentina del encuentro, del consenso y del diálogo legítimo y genuino”, afirma la funcionaria, quien está convencida de que en el balotaje del 19 de noviembre la sociedad no va a dar un “salto al vacío o busque la locura”, en alusión al postulante de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, ahora aliado a Patricia Bullrich y Mauricio Macri.
La funcionaria desplegó en Rosario una actividad junto al intendente Pablo Javkin en barrio Ludueña en un proyecto de urbanización. Habla del jefe comunal con cariño y recuerda su ascendencia radical. En el momento de la entrevista con La Capital se sucedían en las pantallas de la redacción las imágenes del quiebre de Juntos por el Cambio (JxC), con la conferencia de prensa de Bullrich dando el aval a Milei y la réplica de la Unión Cívica Radical (UCR) postulando la “neutralidad”, pero condenando las ideas del libertario.
¿Cómo están observando esta ruptura de la coalición opositora?
En el mensaje que dio Massa el domingo es de unidad nacional y estamos viendo cómo esa convocatoria termina de dar un escenario que lo estamos viviendo en estas horas: la ruptura de que conocimos esta aquí como Juntos por el Cambio. Una alianza que nació de un partido netamente porteño, el PRO, sin escala nacional, que se proyectó con el aporte del radicalismo. Esa etapa como la conocimos se terminó y hoy vemos que hay un sector del PRO que se va detrás de la figura de Milei, detrás de una idea de Argentina que está muy lejos de lo que demostró en su historia y sus líderes el radicalismo. Uno puede haber tenido etapas de menor coincidencias con el radicalismo, pero este contexto nos permite buscar los consensos con ellos que están reflejados en las ideas de Yrigoyen, Alfonsín, la idea de cómo el Estado tiene un rol protagónico en esta Argentina para desarrollarla con inclusión social.
¿Ese llamado incluye a dirigentes opositores ocupando lugares en un hipotético gobierno de Massa?
Lo interesante de Massa es que no llama a dirigentes específicos; él está llamando a construir una unidad nacional en función de un proyecto de Argentina con diez u once puntos de consenso básicos. Por supuesto que va a convocar a dirigentes, a los mejores del radicalismo, del socialismo, de distintas fuerzas políticas que adhieran a la Argentina que nos viene a proponer Massa. Esa Argentina necesita transformaciones y esa Argentina necesita de senadores y diputados que vuelquen esa mirada en la propuesta que viene a hacer. No hubiese habido quita de impuesto a las ganancias para los trabajadores sin el apoyo de otras fuerzas políticas que no están comprometidas con nuestro espacio político y, sin embargo, les interesaba sacarles esa mochila a los trabajadores.
¿Se sienten seguros para enfrentar el balotaje?
No creo que mayoritariamente la Argentina dé un salto al vacío o busque la locura. No creo que acompañen a aquellos que proponen que explote todo. Hay una imagen muy gráfica. Mientras Milei cerraba su campaña con imágenes de destrucción, Massa, habiendo sido el más votado el 22 de octubre, habló a los argentinos y las argentinas con una imagen de la bandera nacional. Una imagen, a veces, vale más que mil palabras.
Hace apenas un año se hablaba de Asamblea Legislativa, que el peronismo ni siquiera iba a entrar al balotaje o que Milei ganaba en primera vuelta. ¿Qué ocurrió para que el escenario político se dé vuelta y ahora la que está a las puertas de seguir en el poder sea Unión por la Patria?
Somos una fuerza política que tiene una enorme capacidad de resiliencia, de no sentirnos derrotados en los momentos más difíciles que atravesó la Argentina en este último año. Desde agosto del año pasado, tuvimos una tremenda corrida cambiaria que terminó de configurar un escenario para que Massa se animara tomar el control del Ministerio de Economía. Ante la adversidad puso vocación y convicción de salir a trabajar porque estamos convencidos de que 2024 va a ser un año totalmente diferente a este. Cuando Massa asumió en agosto del año pasado no se imaginaba que iba a tener la peor sequía de la historia. Todo los planes que habíamos hecho para 2023 se volvieron muy complejos. Fue como una carrera de obstáculos, pero nunca bajamos los brazos. Le hablamos al pueblo argentino con mucha tranquilidad, pero con una sensatez importante: pedir perdón por lo que no pudimos resolver no se ve habitualmente. Que un candidato gane como lo hizo Massa el domingo y le diga al resto de los argentinos que no lo votaron que se va a ganar su confianza porque quiere construir una Argentina en donde las diferencias pueden ser dejada de lado en pos de la Patria, no se ve habitualmente. Es un hombre que no tiene miedo de utilizar la palabra diálogo y consenso porque está convencido de que ese es el camino. Viene una Argentina del encuentro, del consenso y del diálogo legítimo y genuino. La parte del discurso que más me gustó de Massa fue la cantidad de veces que eligió la palabra Argentina.
Bullrich basó casi toda su campaña en terminar con el kirchnerismo y Milei asumió ahora esa consigna. ¿Sigue teniendo centralidad el oficialismo?
Si esos discursos no tuvieron el resultado que imaginaban es porque le hablaron de algo que la sociedad no percibe. Massa refleja una cosa diferente, y no porque no haya kirchnerismo en Unión por la Patria. Ellos siguen apelando a la grieta, a la Argentina dividida, que es lo que hicieron durante mucho tiempo. A Massa todos los conocemos desde hace mucho y todos sabemos que es el único capaz de entablar un diálogo legítimo con dirigentes de la oposición y sus votantes. Ahí, creo, radica el error garrafal de estos dirigentes que han quedado en el camino. Hoy el odio, la destrucción, la violencia ni el intento de asesinato de un mandatario o mandataria es parte del discurso de la mayoría de nuestro pueblo. La mayoría de la sociedad quiere que los políticos escuchen y resuelvan los problemas.
¿Qué rol van a tener Alberto Fernández y Cristina Kirchner en un futuro gobierno de Unión por la Patria si se impone en el balotaje?
Cristina fue presidenta durante ocho años y vicepresidenta en este período. Fernández es el actual presidente. Ahora le toca a Massa. Estas tres figuras fueron capaces de dejar las diferencias de lado para construir el Frente de Todos (FdT). Me gusta pensar que, en el futuro, Alberto va a ser valorado por la humildad de haberle dejado a Massa todo el liderazgo, y eso no lo hacen muchas personas cuando llegan a ser presidente de la Nación. Esa humildad habla también que tanto Alberto como Cristina se han puesto el objetivo de traspasarle la banda, el 10 de diciembre, a otro hombre que abreva en el peronismo, en el campo nacional y popular, y que quiere poner a la Argentina en el sendero del desarrollo con inclusión social.