El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, afirmó que una eventual victoria suya en las elecciones de octubre garantizará el inicio de una “nueva etapa en la política”, en línea con su consigna de promover un gobierno de “unidad nacional”.
“Vayan con la frente alta a decirle a los compañeros que tengo el coraje para hacer los cambios que hagan falta, para cambiar los funcionarios y tomar las medidas que hagan falta para empezar un nuevo gobierno y una nueva etapa en la política argentina”, expresó Massa al dirigirse a la militancia durante el acto de lanzamiento de la campaña bonaerense de UP, bautizada “Todos y Unidos”.
Massa y el gobernador bonaerense Axel Kicillof fueron los principales oradores del acto en el Club Cambaceres de Ensenada, organizado por el intendente local, Mario Secco, y concebido como la presentación de la campaña bonaerense del oficialismo.
Massa afirmó que gracias al esfuerzo de la militancia puede decir que UP está “dando vuelta la historia” y “empezó a construir el camino del triunfo” el 22 de octubre.
“Hace 60 días que cada uno de ustedes, con el orgullo herido y la pasión de saber qué país representamos y queremos, agarró su bastón de mariscal y salió casa por casa y empezó, de abajo hacia arriba, a ponernos en esta realidad”, expresó el ministro y candidato, al hacer referencia a la figura utilizada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para alentar a la militancia.
Y aseguró que la victoria está “cerca”, por lo que le pidió a la militancia hacer el último “esfuerzo”.
También contrapuso que el peronismo cree en la “movilidad social ascendente” y en la educación como “el mejor remedio en la lucha contra la pobreza”, mientras la oposición que representan Juntos por el Cambio (JxC) y los libertarios promueven el “sálvese quien pueda”.
“Allá van ellos, y acá vamos nosotros, que defendemos la escuela pública con presentismo, con los docentes y los pibes en el aula, y con los chicos con una notebook en la mochila”, enumeró.
Después de agradecer especialmente a la dirigencia sindical por el acompañamiento, motorizado además por el proyecto de eliminación del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría, Massa pidió que el “fervor” de ese acto, que fue multitudinario, sea el “combustible que nos ponga en marcha para construir la victoria”.
Sin abandonar la gestión, Massa dedicará parte del día de mañana a preparar su exposición para el debate de candidatos del domingo, en la que se encuentran trabajando el asesor catalán Antoni Gutiérrez Rubí; el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y el asesor en comunicación del Frente Renovador, Santiago García Vázquez.
Por su parte, Kicillof advirtió en Ensenada que se inicia la “recta final de la campaña” que, dijo, “va a dejar en el sillón de Rivadavia a Massa como próximo presidente”.
Y señaló que si hay “enojo” en los votantes hay que “entusiasmarlos con lo que pensamos hacer en la provincia y en el país”, además de advertir que “no van a ser” las redes sociales el medio para llegar a la sociedad sino que “hay un solo actor” que es “la militancia yendo puerta por puerta”.
El gobernador convocó a “convertir” a la provincia en el “motor del triunfo” de UP y arremetió contra críticas de la oposición al advertir que “nadie va atrincherarse” en la provincia, al que definió como “la locomotora de la producción y el trabajo”.
Se trata de un distrito donde tanto Massa como Kicillof resultaron los candidatos más votados en las Paso de agosto, con 32,12% y 36,41%, respectivamente, y donde el mandatario provincial se juega su reelección en octubre.
Kicillof también cargó contra el candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, al advertir que “ningún creyente de ningún credo puede votar a quien le dice las cosas que le dice al papa Francisco”, en referencia a los insultos contra el Sumo Pontífice expresados en varias ocasiones por el postulante libertario.
Y señaló que “tampoco” puede votarse a “los que vienen a traer la libre portación de armas” porque no es con esa medida con la que se afronta la inseguridad sino que es con “respeto a los Derechos Humanos que vamos a tener más seguridad y tranquilidad”.
Así como tampoco, dijo, no puede apoyarse a quienes “no condenan el terrorismo de Estado y vienen con la cantinela de entregar la soberanía de las Islas Malvinas”.
Para Kicillof, “sin igualdad de oportunidades, esa libertad de la que tanto hablan” en la oposición es “para pocos y es un verso”.
También se preguntó si cuando la oposición habla de “echar trabajadores del Estado” se refieren a las “maestras, doctores, médicos, camilleros, policías y penitenciarios”.
“Venimos a pedir el voto por todo lo que falta y nos comprometemos a hacer”, dijo y reiteró que lo pendiente “no se va a conseguir con dinamita, ajuste y motosierra”.
Los escuchaban el candidato a vicepresidente, Agustín Rossi; el jefe del PJ Bonaerense, Máximo Kirchner; la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; los ministros Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Jorge Taiana (Defensa), Daniel Filmus (Ciencia) y Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social); dirigentes sindicales como Pablo Moyano; funcionarios provinciales como Martín Insaurralde, jefe de Gabinete, y Pablo Bianco, jefe de asesores de Kicillof, e intendentes como Fernando Espinoza (La Matanza); Mayra Mendoza (Quilmes) y Gustavo Menéndez (Merlo), entre otros.