En medio de una crisis interna, La Libertad Avanza concretará mañana martes en una reunión de bloque la expulsión de la diputada nacional Lourdes Arrieta luego de que ésta revelara el plan coordinado por un grupo de legisladores libertarios junto al sacerdote pro dictadura Javier Ravasi y abogados procesistas para liberar o morigerar la pena a represores condenados por crímenes de lesa humanidad.
No es el único lugar del que será desplazada la joven diputada mendocina. Hoy también fue corrida de la conducción de La Libertad Avanza de la provincia cuyana.
El problema que acarrea Arrieta, que participó de la foto con los genocidas en el penal de Ezeiza y luego se excusó diciendo que no conocía de antemano el verdadero propósito de la actividad, es que ella también fue parte del grupo de Whatsapp en el que circuló el borrador de proyecto de ley para beneficiar a los militares presos y en el que se organizó la visita al servicio penitenciario.
Así lo demuestran los chats que la propia Arrieta sacó a la luz a través de la publicación de capturas de pantalla, lo que probaría que ella estaba al tanto de este plan de impunidad antes de subirse a la combi que la llevó a Ezeiza.
El cónclave para expulsarla se desarrollará a las 20.30 de este martes, y la decisión final se comunicará al finalizar el día. Sin embargo, la suerte de Arrieta ya está echada, al menos en lo que respecta a su situación en el bloque que preside Gabriel Bornoroni.
Esta tarde, en una entrevista radial, Arrieta se defendió: “Me quieren sancionar por haber ido a una visita institucional y por decir la verdad, que fuimos en carácter de diputados. Hay gente que estaba metida queriendo llevar adelante este tipo de proyecto”, dijo sobre las iniciativas para liberar a los represores.
Al ser consultada si pensaba apartarse de la actividad legislativa, Arrieta afirmó que “no piensa renunciar a la banca, eso está descartado”, y añadió: “Si me expulsan me iré con la cabeza en alto sabiendo que dije la verdad”.
En adelante, la diputada deberá decidir si completará su mandato en un monobloque o si se unirá a las filas de la bancada del MID que preside Oscar Zago (ex jefe de bloque de LLA), con quien estrechó su vínculo desde que estalló este escándalo.
Arrieta había quedado en una situación muy delicada después de denunciar penalmente a miembros de su bloque para que la Justicia investigara lo sucedido, y más aún luego de sugerir una responsabilidad del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, por la supuesta autorización del traslado en vehículo oficial del grupo de diputados que intervino.
El miércoles pasado, luego de una sesión especial en la que el oficialismo sufrió un revés político, un grupo de diputados libertarios la increpó por mandar al frente a sus propios compañeros mediante una denuncia penal, y por seguir dándole cuerda a un tema que La Libertad Avanza necesitaba ponerle un cierre.
Las críticas crisparon a Arrieta, quien a los gritos y en llanto empezó a vituperar contra Menem por no haberla defendido y por no hacerse responsable del conflicto desatado, al tiempo que repitió su versión de que el diputado Beltrán Benedit, el organizador del tour a la cárcel de los genocidas, le había hecho “una cama”.
Luego de ese episodio, Menem reconoció que la expulsión de Arrieta estaba “en evaluación”, pero tuvo que intervenir la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, para tomar la decisión definitiva.
El punto de quiebre fue su testimonio en la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, donde cargó las tintas contra Menem a quien culpó de haber autorizado el viaje del grupo libertario a la cárcel de Alfredo Astiz y compañía.
La otra diputada que se encuentra en conflicto es la santafesina Rocío Bonacci, quien defendió a Arrieta en los medios y también dijo que fue “engañada” al visitar a los represores.
El domingo, en un hilo de X, Arrieta también involucró a Patricia Bullrich. Dijo que la ministra de Seguridad estaba al tanto de la movida de los diputados libertarios que visitaron la cárcel de Ezeiza. Esta mañana, en una conferencia de prensa en Rosario tras reunirse con el gobernador Maximiliano Pullaro por temas de seguridad, negó esa versión. “Es falso de toda falsedad”, descargó.