La negociación interna entre los sectores de Gisela Scaglia y Federico Angelini, entró en un stand by y en el PRO santafesino ya se preparan para definir la nueva conducción partidaria a través de una interna y que la puja se dirima en las urnas.
Se suspendió por falta de quórum una reunión entre enviados de ambos campamentos, que miden fuerzas e intercambian chicanas
Por Mariano D'Arrigo
Gisela Scaglia y Federico Angelini, líderes de los principales espacios que compiten por la conducción del PRO santafesino.
La negociación interna entre los sectores de Gisela Scaglia y Federico Angelini, entró en un stand by y en el PRO santafesino ya se preparan para definir la nueva conducción partidaria a través de una interna y que la puja se dirima en las urnas.
A propuesta del actual presidente del partido, Cristian Cunha, que ficha en la escuadra de Angelini, la semana pasada se realizó en Santa Fe una primera instancia de diálogo con enviados de ambos espacios.
El objetivo: sondear una lista de unidad y evitar una competencia desgastante, tanto hacia dentro del partido como hacia la sociedad. También hacia Unidos para Cambiar Santa Fe y el gobierno de Maximiliano Pullaro.
Para este jueves estaba convocada en Rosario una segunda reunión entre referentes partidarios que juegan con la vicegobernadora y el subsecretario de Intervención Federal del ministerio de Seguridad de la Nación.
Sin embargo, el presidente del partido, Cristian Cunha, levantó el encuentro por falta de quórum.
En ambos campamentos dan versiones diferentes sobre quiénes son los responsables de que el encuentro finalmente se cayera. Lo cierto es que hoy el PRO santafesino se encamina a elegir sus autoridades partidarias en las urnas.
“Nosotros pensábamos que teníamos que ir hacia un consenso, igual que a nivel nacional. Del lado de Scaglia no, ella está muy influenciada y trabajando en tándem con un sector del radicalismo”, disparó Cunha.
“El propio sector de Gisela dice que tienen un acuerdo de 8 años con el gobernador y que si no hay reforma ella lo va a acompañar como diputada provincial. A ellos les seduce tenerla de aliada y que puedan manejar dos partidos en lugar de uno”, desliza otro integrante del nido halcón.
Del lado de la presidenta del Senado buscan ponerse por encima de la polémica. “Si todos de verdad estamos dispuestos a fortalecer el PRO, el marco debería ser de respeto. Esto no es una guerra”, dicen desde el entorno de Scaglia.
“Estamos dispuestos al diálogo, pero estamos preparados para ir a internas. Si cantan truco, cantamos quiero retruco, tenemos el 80% del mazo de este lado”, plantean.
En la Cámara alta cuentan como activos la atracción que genera el rol institucional de Scaglia, presencia en todo el territorio provincial y un número interesante de afiliados en Rosario.
Este jueves al mediodía habían recolectado 387 firmas de dirigentes que respaldan la candidatura de Scaglia para presidir el partido.
Mientras Angelini y Scaglia miden fuerzas, la semana pasada se conformó la junta electoral. El ex vicepresidente y actual vocal nacional del PRO tiene dos miembros titulares. La vicegobernadora, un titular y un suplente.
Se espera que entre este viernes y el lunes o martes de la semana que viene la junta defina el cronograma electoral completo, aunque las elecciones se realizarían en la primera semana de junio. El cierre de listas, a comienzos de mayo.
El tercer sector que busca tener juego es el del diputado nacional Gabriel Chumpitaz y sus pares Alejandro Bongiovanni y Verónica Razzini, que busca poner en valor sus votos en el Congreso en una etapa donde nadie tiene mayorías aseguradas.
El PRO tiene en la provincia unos 7 mil afiliados, pero si se llega a la interna que nadie dice querer se espera una participación baja. “Por eso, cuando los partidos hacen internas muestran porcentajes, no números absolutos”, reconoce un referente.
La disputa interna está atravesada también por los reacomodamientos de la escena nacional y el lugar del PRO.
De origen larretista, en el último tiempo Scaglia recibió guiños de Macri y es partidaria de acompañar a Milei a una distancia prudencial y marcando diferencias cuando es necesario.
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Cunha y Angelini buscan ensayan un difícil equilibrio entre el plano nacional y el provincial. Creen que todavía falta un largo camino por recorrer hasta un eventual punto en que tengan que decidir si permanecen en el oficialismo santafesino o si se marchan hacia una nueva alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, hoy lejos de concretarse.
De todos modos, los sectores más afines a La Libertad Avanza no ocultan a quiénes consideran más cercanos y a quiénes más lejanos en el espectro ideológico. “Muchos integrantes del PRO y yo somos producto de la reacción del interior a la resolución 125 de Lousteau”, subraya Cunha.
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