La elección general en el Concejo de Rosario de este domingo se convirtió en una batalla política. Escenario de tercios, un oficialismo que rema y amaga con sobreponerse, La Libertad Avanza (LLA) que arremete con un outsider y un candidato de centroizquierda que pide a los rivales peronistas que se bajen así llega con más chances.
Todos pelean por trece bancas de 28 totales que tiene el Palacio Vasallo, pero hay otras cuestiones que se juegan más allá de esta competencia. Principalmente se constituye como la plataforma para perfilarse a la Intendencia de Rosario en dos años.
Por eso la campaña hacia las generales se encendió con estrategias de contraposición fuerte, acusaciones cruzadas y toques de nacionalización en el último tramo.
Hay de fondo una disputa de relato entre Unidos, que muestra una remontada de la ciudad tras años de inseguridad, y la oposición, que sostiene que la ciudad no camina. En el medio, La Libertad Avanza mantiene el manual mileísta clásico.
Unidos al Concejo
Para el oficialismo es una manera de volver a validarse en las urnas luego de la reelección de Pablo Javkin, en 2023. La campaña buscó dar vuelta la imagen de la gestión mostrándola como hiperactiva con una ola de anuncios tras las Paso del 13 de abril.
En la misma sintonía posicionaron a la candidata Carolina Labayru, como una funcionaria de gestión, resolutiva y sin concesiones. El gobernador Maximiliano Pullaro, de perfil similar, apostó fuertemente a su postulación en las últimas semanas, incluso en el cierre de campaña.
Unidos pone en juego ocho bancas: Nadia Amalevi, Agapito Blanco, Marisol Bracco, Hernán Calatayud, Carlos Cardozo, Verónica Irizar, Ana Laura Martínez (la única que compite y tiene chance de ingresar) y Mariano Roca.
Por otro lado, tiene aseguradas siete bancas que terminan mandato recién en 2027: María Eugenia Schmuck, Federico Lifschitz, Fabrizio Fiatti, Lucas Raspall, Anahí Schibelbein, Alicia Pino y Manuel Sciuto.
En las primarias, la fuerza quedó en tercer lugar, pero en el esprint final mejoró notablemente, sobre todo al plantear una oposición contra el kirchnerismo, y hasta sueñan con quedar primeros.
Una excelente elección no garantiza el actual interbloque Unidos de mayoría, pero arañar los diez concejales dejaría igualmente en buena posición al oficialismo.
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El intendente Pablo Javkin, la candidata de Unidos, Carolina Labayru, y el gobernador Maximiliano Pullaro, de cara a las elecciones en el Palacio Vasallo.
Foto: Archivo / La Capital.
Monteverde
El espacio Más para Santa Fe, en una alianza de la centroizquierda, kirchnerismo y peronismo, fue el más votado sumando las diferentes listas. Juan Monteverde terminó encabezando la lista final y, desde entonces, realizó una campaña que salteó esta elección y se enfocó directamente en la Intendencia de cara a 2027.
El partido de Monteverde, Ciudad Futura, pone dos bancas en juego, la de él y la de Jesica Pellegrini, y tiene aseguradas hasta 2027 dos más: Caren Tepp y Julián Ferrero.
En ese marco, es preciso hablar del peronismo, porque no todo está dentro de la alianza Más para Santa Fe. Sí se encuentra Norma López, segunda de la lista, y Mariano Romero, del Movimiento Evita, quien tiene carretel hasta 2027.
Lisandro Cavatorta armó su último tramo de campaña en mostrarse como candidato del peronismo en contraste con Monteverde, a quien, junto a Roberto Sukerman, acusaron de intentar correrlos de la competencia para que esos votos vayan a la bolsa de Más para Santa Fe. La polémica se encendió y tendrá capítulos asegurados una vez conocidos los resultados.
Fernanda Rey y Julia Irigoitía están en el espacio de Cavatorta. La primera tiene mandato hasta 2027, mientras que la restante termina este año. Fernanda Gigliani es otra peronista que no acordó con Más para Santa Fe y apoya a Sukerman, quien quiere retornar al Concejo luego de ser funcionario provincial y de la Nación de alto rango.
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Roberto Sukerman es un peronista que intenta volver al Concejo.
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital.
LLA quiere ganar
Un eslabón suelto que compite para ingresar es Eugenio Malaponte, del espacio Somos Vida de Amalia Granata, que aún no tiene lugar en el Concejo y quiere tener presencia en la ciudad más grande. Por su parte, el Frente de Izquierda, con Carla Deiana, logró pasar el piso para las generales después de varias elecciones.
La Libertad Avanza tiene actualmente dos concejales con escaso peso en el cuerpo deliberante. El sello del presidente Javier Milei pegó el golpe en la mesa y logró el candidato más votado en las primarias, Juan Pedro Aleart, quien a su vez ganó la puja a convencional constituyente en la categoría departamento Rosario.
La estrategia de Aleart fue mostrarse como el candidato de Milei. Una apuesta simple con efecto electoral del todo o nada.
Lo cierto es que el sello no tiene nada que perder, sólo puede fortalecerse. El exconductor televisivo es la única carta que tiene por el momento el espacio para impulsar a la Intendencia.
Justamente se trata de una elección que en Buenos Aires la dirigencia libertaria mira con atención (incluso algún referente nacional podría desembarcar esta noche en Rosario) porque una victoria podría catapultar a Aleart para competir en un futuro en una ciudad grande, como ocurrió con Manuel Adorni en Caba.