Mas allá de que algunos hablaban de un posible cambió de timón en la otrora poderosa Unión Obrera Metalúrgica (UOM), la confirmación de la derrota (aunque no por las urnas) del histórico dirigente Antonio Caló a manos de Abel Furlán (seccional Zárate-Campana) es una bomba en el mundo sindical y también dentro del peronismo.
Después de 18 años al frente de la UOM, Caló fue desplazado de la conducción en la elección que se realizó ayer en la sede de la seccional Capital Federal, si bien hubo críticas a su manejo en las últimas paritarias, la interna del peronismo también metió la cola y Furlán, su sucesor, es un hombre cercano al kirchnerismo y a la vicepresidenta Cristina Fernández.
Furlán fue sumando seccionales y terminó siendo electo secretario general de la UOM, mientras que Caló, al ver como se le caían los apoyos prefirió declinar su postulación por un nuevo periodo, de manera que el nuevo titular de los metalúrgicos llegó por lista única.
Dos de las seccionales que torcieron el rumbo de la votación fueron Rosario y Firmat.
En ese sentido, el titular de la UOM Rosario, Antonio Donello ocupará la estratégica secretaría de Asistencia Social de la nueva comisión directiva nacional.
Lo que terminó de sellar la caída de Caló fue cuando terció con el secretario general de la poderosa UOM de Avellaneda, Daniel Daporta, seccional que históricamente ocupó el segundo lugar en la conducción nacional.
Pero a Caló también le facturaban haber firmado paritarias a la baja, acordó un 45 por ciento de aumento salarial para este año, acompañando el planteo del gobierno nacional, mientras otros gremios lograron incrementos largamente por arriba del 50 por ciento.
Asimismo, Caló se pegó al presidente Alberto Fernández, tanto como en 2017 llevó a su gremio, a pesar de las fuertes criticas de muchas seccionales, a jugar con la candidatura de Florencio Randazzo, quien tuvo como jefe de campaña al propio Alberto Fernández.
Furlán, el flamante secretario general, está al frente de la seccional Zárate-Campana desde el 2008 y fue diputado nacional del Frente para la Victoria entre 2015 y 2019.
Esto también marca un triunfo en el campo sindical del kirchnerismo sobre el albertirmo y habrá que esperar si esto genera otro tipo de movimientos en la CGT.