El juez Julián Ercolini ordenó retomar la autopsia psicológica del ex titular de la Unidad Fiscal Amia Alberto Nisman, tal como lo había dispuesto la magistrada de instrucción Fabiana Palmaghini antes de que la causa pasara al fuero federal.
El juez Julián Ercolini ordenó retomar la autopsia psicológica del ex titular de la Unidad Fiscal Amia Alberto Nisman, tal como lo había dispuesto la magistrada de instrucción Fabiana Palmaghini antes de que la causa pasara al fuero federal.
La pericia había comenzado a realizarse con reuniones por parte de expertos del Cuerpo Médico Forense, pero luego se suspendió cuando Palmaghini se declaró incompetente para seguir al frente de la investigación por la muerte del ex fiscal.
Ercolini fundó la medida en "la posibilidad de que el transcurso del tiempo torne deficiente o imposible su realización, resultando por ello un acto procesal irreproducible y definitivo en juicio", para lo cual libró oficio al Cuerpo Médico Forense de la Justicia nacional.
"Teniendo en cuenta que se alerta sobre la urgencia de la realización de la medida, ante la posibilidad de que el transcurso del tiempo torne deficiente o imposible su realización, resultando por ello un acto procesal irreproducible y definitivo en juicio; y que el peritaje ya fue ordenado por la jueza de instrucción (...) líbrese oficio al Sr Decano del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional haciéndole saber que no obstante el cambio de jurisdicción deberá continuarse con lo oportunamente ordenado, en los términos que fuera dispuesto", indicó el magistrado.
La autopsia psicológica consiste en un revelamiento del estado emocional de la víctima y la prueba apunta fundamentalmente a la reconstrucción de los últimos meses previo a su fallecimiento, en torno a elementos como testimonios de familiares, amigos y personas cercanas, entre otras fuentes de datos disponibles.
También se hace una investigación en el lugar donde se encontró el cuerpo y se analizan los objetos personales de la víctima, como su ropa, calzado, artículos de arreglo personal, cuadernos, diarios y correspondencia, en el marco de un estudio retrospectivo indirecto de la conducta, personalidad y estado emocional previos al fallecimiento.
Este estudio era una de las medidas que pedía la querella en la causa, representada por la ex esposa del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, y a través de él el juez Ercolini espera determinar las circunstancias en que se encontraba Nisman antes de que apareciera sin vida en su vivienda de la ciudad de Buenos Aires el 18 de enero de 2015.
Resolución. En una resolución difundida ayer, Ercolini también dispuso terminar la digitalización de la causa y luego compilarla en su totalidad en un "e book", "por la cantidad de cuerpos existentes" y además advirtió al jefe del Centro de Cómputos de Comodoro Py "que tome los recaudos del caso en cuanto a la confidencialidad de los archivos existentes en el material entregado".
En la solicitud, el magistrado explica que ello permitirá el "hallazgo ágil de constancia que puedan resultar de interés a los fines periciales, mientras tanto, los actuados en original se encontrarán a disposición para su compulsa en la sede del juzgado o la Fiscalía".
El pedido para retomar las tarea del Cuerpo Médico Forense fue efectuado por el fiscal federal Eduardo Taiano, quien quedó a cargo de la investigación la semana pasada. El objetivo del estudio es conocer el estado anímico de Nisman los días previos a su muerte, de la que aún no se pudo determinar si se trató de un suicidio o un homicidio.
Nisman apareció sin vida en su departamento de Puerto Madero el 18 de enero de 2015, cuatro días después de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner y su canciller Héctor Timerman por encubrimiento del atentado a la Amia.