La líder de la Coalición Cívica rompió ayer la frágil tregua que habían intentado sellar los “popes” de Juntos por el Cambio y volvió a mandar un mensaje que profundiza la interna en la coalición opositora. Y fue a través de un tuit en el que dejó expuesto su enojo por la forma en la que fueron tomadas sus declaraciones de los últimos días.
“La imbecilidad, según la Real Academia, es la absoluta falta de entendimiento. Lo que causa escándalo no es el mensajero ni su tono, es su estilo «poco patriarcal». Lo que causa escándalo es la verdad. Besos”, sentenció en su cuenta de Twitter.
Horas antes de enviar ese tuit, y por la misma red social, Carrió, quien suele publicar mensajes de la Biblia en su muro, eligió publicar un pasaje del Evangelio Según Lucas que reza: “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla»”.
Casualidad o no, lo cierto es que las palabras de Carrió la semana pasada fueron como lenguas de fuego que impactaron en varios referentes de Juntos por el Cambio, como Rogelio Frigerio, Gerardo Morales, Emilio Monzó y Facundo Manes.
Las diatribas de Lilita obligaron a los principales dirigentes de la alianza a responder en público y cuestionar sus palabras, lo que derivó en el recalentamiento de la interna.
Cerca de la cofundadora de Cambiemos advierten que no le gustó la interpretación que dirigentes políticos y periodistas supuestamente amigables con JxC hicieron de sus declaraciones en la última semana. Las réplicas de sus cuestionamientos profundizaron la discusión interna de la coalición opositora. También obligó a la cúpula del PRO a reunirse de urgencia el viernes pasado, donde dieron por “terminado” el tema Carrió.
En un restaurante de la Costanera, en la Capital Federal, se reunieron Patricia Bullrich, Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Jorge Macri, Fernando De Andreis, Diego Santilli, Cristian Ritondo, Federico Angelini, Federico Pinedo y Humberto Schiavoni.
“Dimos por cerrado el tema Carrió”, se limitó a decir Bullrich al salir del restaurante y consideró que “fue una muy buena reunión”.
“Damos por terminado el tema Carrió. Ya está todo dicho”, sentenció De Andreis y aseguró: “De ninguna manera esto implica una ruptura en JxC”.
Cuando todo parecía que el conflicto se encapsulaba, Carrió volvió a enviar una señal de que no se mantendrá callada ante lo que ella considera una “purificación” de Juntos por el Cambio.
En la lista de agredidos por sus acusaciones no figuran Macri ni Rodríguez Larreta. E incluso aseguró haber hablado con ellos dos sobre lo que iba a decir y que estuvieron de acuerdo. Pero el jefe de Gobierno porteño la cruzó por Twitter y dijo que Lilita había pasado un límite con sus agravios. El ex presidente, en tanto, se mantuvo en silencio.
Cuando fue abordado por los periodistas al ingreso del restaurante y le preguntaron si era cierto que había avalado lo de Carrió, Macri solo se limitó a decir: “Vengo a comer una rica carne”.
En el entorno de Carrió sostuvieron que las denuncias que hizo pública ya habían sido advertidas en privado, y nada se había modificado en el último tiempo.
“Lilita está bien con la mayoría. Dejó claras las discrepancias con nombre y apellido”, sostuvo a Infobae un dirigente de la Coalición Cívica muy cercano a Carrió.
“Yo estoy diciendo verdades antes de tiempo para que haya un gobierno decente de Juntos por el Cambio que gane el año que viene. Si no, no cuenten conmigo. Yo no miento más, no escondo más la verdad, prefiero morirme”, dijo Carrió.
La líder opositora aseguró que después de sus declaraciones tiene “una tranquilidad de conciencia absoluta” y reconoció: “El peso de mi conciencia me iba a matar. No podía dormir”. “Ahora había que decir la verdad”, sentenció.
“Yo estoy fuera de todo, no quiero nada. Ahora, ¿cómo hago si me quitan la palabra, la libertad de expresión? Si quieren que me vaya de Juntos por el Cambio no tienen más que pedírmelo. Me desafilio incluso a la Coalición Cívica, pero ¿cómo van a eludir una voz de 35 años en la Argentina?”, sostuvo.
La semana pasada, en un raid televisivo, Carrió desgranó una serie de acusaciones contra dirigentes de JxC por sus vínculos con Sergio Massa.
Entre las frases más resonantes se encuentran: “En el gobierno de María Eugenia Vidal, la connivencia, la amistad y eventualmente los negocios entre Ritondo y Massa fueron absolutos”.
También cargó contra Emilo Monzó, el ex presidente de Diputados cuando Macri era gobierno. “Lo que yo vi en la Cámara, jugando Massa con Monzó, que además son íntimos amigos, es escandaloso”, afirmó.
A uno que le pegó sin piedad fue a Frigerio. “La caja de Aysa era de Frigerio. El me puso una amante en la lista de Capital y yo les dije: «Señores, yo me bajo si no me sacan a la amante de Frigerio, que estaba de testaferro de Frigerio en Aysa»”.
También la ligó el radical Facundo Manes. “Cuando fui a una fiesta de la Fundación Ineco, de Facundo Manes, entre los patrocinadores estaban el gobierno nacional, el Banco Macro. Todos los negocios de Salta, Corrientes, Misiones, Chaco son con Macro. Es un escándalo”.