El juicio a once personas acusadas de integrar una banda de civiles y policías dedicados a producir y comercializar cocaína al mando de Delfín David Zacarías , no sólo tuvo en su primera jornada la declaración de ese hombre sino también de otros dos imputados: su hija Flavia, que negó ser la administradora de la empresa de su padre; y un hombre que asistió al debate por videoconferencia desde Salta y que está acusado de proveer precursores químicos para cocinar la cocaína.
Flavia Leilén Zacarías es la hija mayor de Delfín, de su primer matrimonio. Tiene 29 años y hasta el inicio del debate estuvo privada de la libertad en el penal de Ezeiza, adonde estudia la carrera de Sociología. A Flavia le atribuyen el rol de administrar una empresa constructora que lideraba su padre, pero ayer, al hacer uso de su derecho a declarar, negó enfáticamente haber cumplido esa función.
La empleada y el proveedor
"Yo hacía trámites administrativos para la empresa constructora de mi papá, no era la administradora", dijo la joven, que admitió que esa empresa estaba a su nombre. "Yo en esa época estudiaba administración de empresas, pero no administraba, hacía trámites para mi papá. La empresa tenía un contador y un estudio que hacía la administración", agregó Flavia, que no respondió preguntas.
Otro de los acusados que ayer decidió hablar fue Hugo Alberto Silva, de 60 años, el único de los once imputados que no estuvo en la sala de audiencias pero presenció el inicio del debate por una videoconferencia desde Salta.
Para la Fiscalía, Hugo Silva proveía a Delfín de precursores químicos que junto a otros insumos servían para estirar cocaína en la cocina que regenteaba en Funes. Los investigadores ubican en ese mismo rol a Alfredo y a Javier Silva (el tío y el primo de Hugo), que hasta su detención vivían en la localidad de Don Torcuato, en el partido bonaerense de Tigre.
Delfín Zacarías, su esposa, Sandra Marín, y su hijo, Joel Zacarías, fueron detenidos el 5 de septiembre de 2013 en un chalé de Funes, ubicado sobre calle Las Achiras, donde se incautaron 300 kilos de pasta base, cocaína procesada y unos 400 litros de precursores químicos. Un día antes de las detenciones, Delfín había sido seguido por efectivos de la Policía Federal hasta un galpón de la localidad de Don Torcuato, en el Gran Buenos Aires, donde recibió de los Silva 2 mil litros de acetona, que estos habían comprado a la empresa "Alconar". Delfín pagó 340 mil pesos, cargó el producto en una Volkswagen Amarok y viajó a Rosario.
Me hago cargo
"Yo compré ese producto. A mi tío y a mi primo no los invoquen porque no tienen nada que ver", se lo escuchó decir ayer desde una pantalla a Hugo Silva. El hombre presenta problemas en el habla a causa de un accidente cerebro vascular sufrido hace unos años.
"Yo cometí el error de ofrecerles. Zacarías me dijo que la quería utilizar (a la acetona que iba en los bidones) para pintura", detalló.Además, el hombre explicó que se mantuvo prófugo desde 2014 hasta el año pasado porque no sabía que sobre él pesaba una orden de detención. Dijo que hace años se instaló en la provincia de Salta en una granja donde cuidaba guanacos, y que cayó preso cuando fue a tramitar su DNI nuevo.
acusada. Flavia Leilén Zacarías dijo ayudar a su padre en una constructora.