Una mujer de 28 años fue víctima de una balacera en el barrio Nuevo Alberdi, ataque por el cual perdió el embarazo de 36 semanas que estaba cursando. La balearon cuando caminaba por la calle junto a otros dos hijos, de 9 y 10 años, de los cuales al mayor una bala le rozó la espalda. Los autores del hecho fueron dos jóvenes a bordo de una moto, que pasaron varias veces por al lado de la mujer para finalmente encerrarla y dispararle a corta distancia. Una historia que expone tanto la vulnerabilidad de las personas que atraviesan consumo problemático en algunos sectores de la ciudad, así como también la violencia que no conoce de límites.
Hacía menos de un mes que Sabrina Vanina Maturano se había instalado en la casa de unos familiares en el barrio Nuevo Alberdi. Allí había llegado junto a sus cuatro hijos desde el barrio Ludueña, buscando sobreponerse a los problemas de consumo de sustancias. Desempleada, por estos días se dedicaba a salir a pedir ayuda por casas de la zona norte. Se tomaba un colectivo temprano y regresaba a la noche, como este jueves, cuando cerca de las 23 fue interceptada por las dos personas que la balearon desde una moto.
Sabrina caminaba por calle Baigorria al 3100 con dos de sus cuatro hijos. Uno de ellos contó a La Capital que vieron una moto que les pasó por al lado al menos dos veces. Que su madre sospechó de esos movimientos y alcanzó a advertirles que si les querían robar les dieran lo que tenían y que se tiraran a la zanja. En esa secuencia los sujetos en moto los encerraron y uno de ellos desenfundó un arma de fuego. "No tengo nada, venimos de pedir, estoy embarazada", les dijo Sabrina. La respuesta fueron al menos 10 disparos que impactaron en la mujer. Otra bala rozó la espalda de uno de los niños, pero sin generar una herida considerable.
La mujer quedó tendida al borde de la calle, entre el asfalto y el césped que bordea la zanja. Sus gritos en pedido de auxilio fueron escuchados por los vecinos, que ya se habían alertado por el ruido de los disparos y que de inmediato dieron aviso a la policía. A los pocos minutos llegó una ambulancia del Sies desde la cual la víctima fue trasladada al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Allí, al advertir el embarazo avanzado de 36 semanas, los médicos dispusieron una cesárea de urgencia. Pero el bebé, que tenía heridas de bala, nació sin signos vitales. En cuanto a Sabrina, las autoridades del hospital indicaron que tiene al menos 15 heridas de bala en las piernas, los brazos, el tórax y el abdomen. Que presenta mayor compromiso en la zona intestinal, y que quedó internada en estado crítico y con asistencia respiratoria mecánica.
"Es ella"
Este viernes por la mañana La Capital dialogó con allegados de Sabrina en la casa donde la mujer se había instalado hace unas semanas. Si bien quedó claro que todos los disparos fueron contra ella, y no que quedó en medio de un ataque con otro objetivo, para sus familiares permanece la duda de si se trató o no de un error. Es que ni siquiera, según el relato de los testigos, los autores de la balacera parecían tener en claro a quién le iban a disparar.
"Esa es, es ella", "no no es esa, vamos a seguir buscando". Ese fue el diálogo entre los dos encargados del ataque que uno de los hijos de Sabrina alcanzó a escuchar. Lo que siguió fue el pedido de la mujer, que casi como un reflejo fue lo único que alcanzó a pronunciar: "No tengo nada, venimos de pedir, estoy embarazada". Una suerte de súplica en la que los tiradores no repararon.
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"Los disparos fueron todos contra ella, no es que pasaron y tiraron. Fueron dirigidos a ella", contó una concuñada de Sabrina a La Capital. "Capaz que pensaron que era otra persona, pero acá tengas o no problemas te tiran igual", agregó la mujer.
En la escena del ataque, el gabinete criminalístico recogió 10 vainas servidas calibre 9 milímetros que quedaron a disposición de la investigación a cargo de la fiscal Georgina Pairola. Desde la Fiscalía Regional indicaron que el hecho, por ahora, se investiga como tentativa de homicidio hasta que el resultado de la autopsia al bebé de Sabrina determine las causas de ese fallecimiento.
Vulnerabilidad
La concuñada de Sabrina contó que la mujer se había instalado en Nuevo Alberdi luego de que la echaran los dueños de la vivienda que alquilaba en el barrio Ludueña. Pero que a su vez ella pretendía alejarse de un entorno que dificultaba su deseo de sobreponerse al consumo problemático de sustancias. "Estaba preocupada por su embarazo, soñaba que la bebé se le iba a morir", contó su concuñada. "Ella ya tenía el bolso preparado porque estaba a una semana de entrar en fecha de parto, la bebé se iba a llamar Cristal", agregó.
Los días se habían vuelto cuesta arriba para Sabrina, que dejó uno de los barrios con más homicidios registrados en el departamento Rosario para instalarse en Nuevo Alberdi, que nunca termina de urbanizarse y donde este viernes podían verse más carteles de la campaña electoral que evidencias de políticas públicas. En esta nueva etapa se vio obligada a dejar a su hijo más chico con sus abuelos, para poder salir a pedir ayuda por casas de la zona noroeste. En esas recorridas la acompañaban sus hijos de 9 y 10 años, que no están escolarizados y que este jueves presenciaron el ataque. "Le estaba costando conseguir algo para alquilar. Quería mandar a sus hijos a la escuela y no volver a su barrio porque todo su entorno consume", remarcó su concuñada.
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Ese marco de vulnerabilidad extrema se entrecruzó hace años con un contexto de violencia, tanto familiar como en la calle. Sabrina registra varias anotaciones policiales, una como víctima de violencia de género, otra por una herida de bala en la pierna sufrida en 2018 y otras por conflictos interpersonales que no pasaron a mayores. Pero también algunas en las que fue acusada por amenazas.
Entre las complejidades que se desprenden de casos como este, se podría tener en cuenta el paso de la pareja de Sabrina por prisión. El hombre había recuperado la libertad poco tiempo atrás después de haber sido condenado en febrero de 2020 a 3 años de prisión efectiva por robo calificado. En un procedimiento abreviado Lucas W. había aceptado esa pena por un robo cometido en banda el 15 de julio de 2019 en la zona de Barra y Vélez Sarsfield.
Maturano
Los allegados a Sabrina aseguran que la mujer es "prima lejana" de Jorge Maturano, asesinado a balazos a comienzos de este año. El hombre, de 42 años, estaba en su casa de pasaje 1752 al 200, barrio Santa Lucía, cuando fue acribillado tras asomarse a la puerta luego de que lo llamaran por su nombre.
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Un día después, mientras se realizaba el velorio de Maturano en una cochería de Teniente Agnetta al 1700, sus familiares y allegados fueron víctimas de una balacera. Los disparos partieron de un Peugeot 408 que llegó desde el norte y luego del ataque huyó a toda velocidad. Varias personas resultaron heridas mientras que Pablo Sebastián Latorre, que tenía 35 años, recibió un balazo en el pecho por el que murió unas horas después.
Por estos dos crímenes, en junio pasado fue imputado como instigador Pablo Nicolás Camino, un hombre ligado a Los Monos y a la barra brava de Newell's que desde hace unos meses atraviesa una disputa interna con otra facción de la banda. En ese marco fue acusado de ordenar el crimen de Maturano, la balacera en la que murió Latorre y otros tres homicidios, entre los que se incluye el asesinato al voleo del músico Lorenzo "Jimi" Altamirano.