Santiago del Estero.— La investigación por la desaparición de Raúl Eduardo
Domínguez, un empleado de la Dirección de Rentas de esta provincia que había denunciado una
cuantiosa estafa contra el organismo perpetrada por sus compañeros mediante sellados apócrifos,
parece haberse encarrilado definitivamente. Ayer, la esposa y una de las hijas del hombre
reconocieron que son de él las prendas de vestir y otros elementos hallados junto a un cadáver que
apareció hace 40 días en un monte del sur de la capital santiagueña.
"Es mi papá, esa es la ropa de mi padre. Por Dios les pido... mi padre ha
muerto, tenemos una familia destrozada. A la sociedad le ruego que nos acompañe, esto no puede
quedar impune", señaló Estela Domínguez, hija del empleado desaparecido.
Según fuentes judiciales, la esposa de Domínguez, Olga Torres, y su hija Stella
realizaron el reconocimiento del pantalón, un pulóver y un rosario blanco. Las mujeres, que
sufrieron una crisis nerviosa durante el procedimiento, cuestionaron "la lentitud de la Justicia
para investigar el caso" y responsabilizaron al juez Abelardo Basbús que "se negó sistemáticamente
al reconocimiento del cuerpo y las pertenencias".
Por su parte, el abogado José Bernardo Herrera explicó que los familiares "no
tienen ninguna duda, las prendas y el rosario pertenecen a Domínguez. Transcurrieron más de 40 días
y recién ahora autorizaron a la familia a reconocer las pertenencias del cadáver encontrado en el
barrio El Vinalar", dijo.
El abogado calificó de "lenta" a la Justicia santiagueña e indicó que el
procedimiento "se tendría que haber realizado a las pocas horas del hallazgo del cuerpo y no
esperar más de un mes, porque se perdieron muchas pruebas".
Asimismo, la Justicia espera otras pericias realizadas a los restos y a otros
elementos encontrados junto al cuerpo en cuestión.
Clave. Domínguez, oriundo de Tucumán, era considerado "testigo clave" en la
causa en la que se investiga una millonaria estafa cometida en la Dirección de Rentas mediante el
cobro de sellos y timbrados. Antes de desaparecer, Domínguez había sido amenazado de muerte con
leyendas pintadas en los baños de Rentas, las que fueron sometidas a pericias caligráficas.
Domínguez desapareció el 13 de abril cuando, tras regresar a su casa de trabajar
en Rentas, se dirigió a su taller de calzados al que nunca llegó. Para sus familiares, el hombre
"fue secuestrado en ese trayecto".
En la causa caratulada "defraudación y asociación ilícita", 12 personas fueron
detenidas, siete de las cuales recuperaron su libertad, previo pago de fianzas que en algunos casos
fueron fijadas en 300.000 pesos. l (Télam)