Un tribunal de segunda instancia confirmó la condena a siete años y dos meses de prisión para Romina Soledad Machuca, una hermana menor de Ramón Ezequiel "Monchi" Machuca, uno de los líderes de Los Monos. La mujer había sido hallada culpable en 2017 de un asalto armado a un local de telefonía. A esa pena le sumaron otros ocho meses de prisión domiciliaria que recibió en un juicio abreviado por usurpación y portación de arma en agosto de 2015. Unos minutos después de escuchar ese revés judicial, fue trasladada a otra sala de Tribunales donde además fue imputada de desobediencia (por no asistir a una audiencia) e incumplimiento de la prisión domiciliaria.
Luego de escuchar el fallo de los camaristas José Luis Mascali, Gabriela Sanso y Carlos Carbone que confirmaron la sentencia que el año pasado le impuso el juez Gustavo Pérez de Urrechu como coautora de robo calificado por uso de arma de fuego y arma blanca, Machuca fue imputada por el fiscal Carlos Covani de incumplir el arresto domiciliario al que accedió por tener hijos y justificar trabajo para mantenerlos. Ademas le achacaron la desobediencia de una orden judicial por no asistir a una audiencia programada para el lunes. Por ello le revocaron el beneficio y si la resolución queda firme y los informes médicos no arrojan impedimentos deberá cumplir la pena en prisión efectiva.
El asalto por el cual condenaron a Machuca ocurrió el 20 de noviembre de 2015 en un local de telefonía de Mendoza al 6000 donde ingresó esgrimiendo un arma blanca con un cómplice que portaba un arma de fuego. Allí robaron 8.000 pesos al dueño, otros 500 a una cliente, tarjetas de crédito, ocho teléfonos en reparación y seis nuevos.
Los asaltantes huyeron caminando por Mendoza pero vecinos los siguieron. El cómplice de Romina hizo disparos y logró huir pero ella fue retenida por empleados de una verdulería hasta que llegó la policía.
Condenada a siete años y dos meses, la defensa de Machuca apeló. El abogado César Ceragioli refutó que no se probaron las agravantes del uso de arma de fuego y de arma blanca (la primera no fue hallada y la segunda se extravió durante la pesquisa) y que los testigos se contradijeron. El letrado esgrimió que el robo debía calificarse como tentativa, ya que Machuca tenía objetos sustraídos que fueron recuperados.
Sin embargo, para el fiscal el juez hizo una correcta interpretación. "Machuca fue despojada del botín por su cómplice. El juez entendió que salió (lo robado) de la esfera de custodia de las víctimas", sostuvo Covani en la apelación.
Los camaristas analizaron los planteos de las partes y ayer dieron a conocer su decisión. Sobre el agravante del uso de arma de fuego indicaron que "si bien es cierto que no fue secuestrada (quien la portaba se escapó), hubo testigos que dieron cuenta "que el varón portaba el arma de fuego y la mujer una navaja".
En cuanto a la contradicción entre los testigos, "al no haberse impuesto de ello a los testigos y víctimas en el juicio, no se le otorgó la posibilidad de aclarar, rectificar, subsanar algún error. Y por otro lado, el juez no tuvo conocimiento de ello por no haberse confrontado al testigo con la evidencia".
En fallo unánime los jueces desecharon el planteo de que fue una tentativa de robo y no consumado. "No tiene asidero. Machuca fue retenida por empleados de la verdulería y su cómplice le sacó la mochila con el botín".