Bajo una luna rojo sangre fueron a buscar a “Jerry”, reconocido transero de Villa Gobernador Gálvez, y lo acribillaron a balazos. Fue a unos diez kilómetros del último domicilio que se le conocía, muy lejos de los territorios que mantenía en disputa con “El gordo Dany”, su archirrival en los últimos tiempos. Ocurrió a las 19.30 del martes cuando dos hombres bajaron de un auto gris, ingresaron al pasillo donde residía y al verlo le descargaron entre 10 y 12 balazos. Junto a él cayó fulminado su yerno, Fernando Gaspar Rodríguez, de 27 años.
La noticia del asesinato de Ariel Carlos Daniel “Jerry” Gaeta corrió como el viento y sacudió las calles de Villa Gobernador Gálvez. Minutos mas tarde, mientras los policías se apiñaban en la escena criminal, dos hombres de 18 años ingresaban malheridos al Hospital Anselmo Gamen de la vecina localidad tras un tiroteo ocurrido en 17 de Octubre y Córdoba. Según con quien se hable, esos heridos son parte de las huestes de “El gordo Dany” que atacaron a “Jerry”, o soldados de este último que fueron a buscar venganza y fueron repelidos.
Pero si al asesinato de “Jerry” y su yerno le faltaran ingredientes, pocas horas después Héctor Daniel N., al que todos conocen como
“El gordo Dany”, cayó preso a manos de efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Este hombre tiene 30 años y los pesquisas lo sindican como un sicario que actúa como intermediario de la banda de Los Monos para conseguir mano de obra armada para apretar o asesinar.
Sin embargo, y desafiando a la lógica callejera, no quedó detenido por el asesinato de “Jerry” sino por dos tentativas de homicidios cometidas el 25 y el 29 de abril pasado contra dos hermanos en Constitución al 500 de Villa Gobernador Gálvez. Por esos hechos será imputado en las próximas horas.
El crimen
Los vecinos de pasaje Savio al 2500 (Ovidio Lagos al 5000), en el barrio Matheu, aseguran que esa cuadra no escapa a la belicosidad que impera en la periferia rosarina. Aunque el desembarco de “Jerry” sobre fines del año pasado en una casa de pasillo abierto en la que confluyen cuatro viviendas sumó algo más de violencia a la ya conocida.
A ese pasillo el martes a las 19.30 ingresaron dos hombres armados que se bajaron de un auto gris. Los sicarios fueron directamente sobre dos hombres que estaban allí y los acribillaron. “Se escucharon como 10 o 12 balazos. La verdad es que no sé decirte si fue una ráfaga o no. Para mí fue ¡pla, pla, pla! Uno detrás del otro”, explicó una vecina. “Fue una ráfaga de «metra» (como se reconoce a la pistola ametralladora FMK3) en la calle, los liquidaron sin darle tiempo a nada”, aportó otro residente.
En medio de un griterío infernal Rodríguez quedó fulminado en el pasillo. A “Jerry” lo cargaron en un auto particular y lo trasladaron al Hospital Roque Saénz Peña donde murió apenas arribado. Dos plomos le habían perforado el pecho.
La noticia demoró segundos en llegar a Villa Gobernador Gálvez. Casi en simultáneo, David Ezequiel M. y Rodrigo Dante V., ambos de 18 años, llegaron al Hospital Gamen con múltiples heridas de bala. El primero tenía perforado el cuello y el hombro izquierdo; el otro presentaba tiros en el tórax y el abdomen. Poco después ambos fueron derivados a hospitales de Rosario donde quedaron internados en grave estado.
El incidente en el que fueron baleados quedó bajo investigación ya que la central del 911 no habría registrado ningún llamado alertando sobre detonaciones en la esquina de 17 de Octubre y Córdoba donde ocurrió el ataque. ¿Los heridos eran soldados de “El gordo Dany” que participaron del ataque a “Jerry”?¿Eran familiares de “Jerry” que buscaron venganza?¿No tenían nada que ver con el ataque a “Jerry”?
Una historia de sangre
Los últimos tres años pudo verse a “Jerry” como un importante jugador en el mundo de la venta de drogas en Villa Gobernador Gálvez regenteando puntos de venta y sosteniendo su territorio a sangre y fuego. Un hombre que supo hacer equilibrio y sobrevivir a los años de plomo de la última década y que le dejaron alguna herida de bala en su cuerpo.
Sobre su cabeza pesaba un pedido de captura del 19 de junio de 2017 emitida por el juez federal Marcelo Bailaque, en un desprendimiento del expediente en el que fueron condenados Yanina Alvarado y su esposo, Fabricio Lorincz, la hermana y el cuñado de Esteban Lindor Alvarado.
En marzo de ese mismo año la fiscal Cristina Herrera mencionó a “Jerry” en una de sus intervenciones en el juicio a la banda de Los Monos. Fue cuando se requirió que Luis Paz, padre del asesinado Martín “Fantasma” Paz, compareciera como testigo en la causa. “En el ambiente delictual se dice que Paz le habría dado a Luis «Pollo» Bassi la suma de 250 mil dólares y éste le habría pagado a «Macaco» Muñoz, Milton Damario, Milton César, «Popito» Zalazar, «Jerry» y «Tetón» para que realicen el atentado” contra Claudio “Pájaro” Cantero el 26 de mayo de 2013.
“Jerry” también estuvo en la carpeta de los investigadores de homicidios por el asesinato de Jesús David Santa Cruz, de 25 años, quien fue acribillado en la puerta de un búnker de Salva y la colectora de la avenida de Circunvalación, en el barrio Molino Blanco, el 2 de noviembre de 2013. Y recientemente en el doble asesinato de Nahuel Villar y Alexis Chaparro, cometido el viernes pasado en la zona de la bajada Vigil de Villa Gobernador Gálvez.
Los últimos años
Los últimos dos años “Jerry” mantuvo un duro enfrentamiento por el control de las calles con “El gordo Dany”, brazo armado de Los Monos en territorio villagalvense. Buena parte de la docena de crímenes que hubo hasta el momento en esa ciudad, uno menos que en todo 2019, tienen que ver con esta guerra por la disputa del territorio para la venta de drogas.
“Jerry” empezó a sentir que las balas le picaban cada vez más cerca cuando el miércoles 19 de febrero pasado de madrugada la casa de su hija, en Monte Hermoso al 1000, fue atacada a tiros. Ese mismo día fue acribillado a balazos en el interior de su auto Martín Sebastián “Narigón” Bertón, hijo de una referente política de Villa Gobernador Gálvez y cercano en los últimos días de su vida a “Jerry”.
Los vecinos de pasaje Savio al 2500, donde ocurrió el doble crimen la noche del martes, coinciden que por esos días se lo comenzó a ver a “Jerry” asiduamente en el pasillo donde lo ejecutaron a balazos.