El plan consistió en contactar a presos de la Unidad 3 que ofrecían un servicio polirrubro de robos, aprietes, balaceras y sicariato. El objetivo, eliminar a un empresario que competía dentro del mismo rubro al que se dedicaba el condenado por gestar el fallido crimen. Esa fue la logística del ataque que sufrió en 2021 un vendedor de suplementos nutricionales a quien atacaron a balazos en su local de zona sur, sin que los tiros dieran en el blanco. Luego volvieron a intentarlo, pero la misión se frustró porque los captaron en escuchas. Tres presos fueron ahora acusados de participar del plan organizado en prisión y dos fiscales solicitaron que sean condenados 15 años de prisión.
La acusación con el pedido de pena fue presentada el jueves por los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada Matías Edery y Luis Schiappa Pietra en una audiencia preliminar al juicio por el caso. Fabio Alejandro Giménez, de 32 años, Uriel Alejandro Reynoso, de 21, y Germán Roberto Ponce, de 35, fueron acusados de un intento de homicidio calificado por ser cometido con promesa remuneratoria y con el acuerdo previo de dos o más personas. El primero como instigador, el segundo como autor y el tercero como partícipe primario.
En el caso de Giménez, como contaba con una condena previa los fiscales solicitaron que sea declarado reincidente y condenado a una pena única de 16 años y medio de prisión. En cuanto a Reynoso, por haber sido el presunto autor material de los disparos sumó los delitos de portación ilegal de un arma y encubrimiento. Sobre esta base los fiscales pidieron la apertura del juicio. La fiscal Valeria Pedrana admitió la acusación contra los detenidos, dispuso que el caso sea juzgado por un tribunal de tres jueces, rechazó planteos de las defensas y dispuso un cuarto intermedio para seguir discutiendo las evidencias a tratar en el debate público.
El plan gestado en la cárcel para eliminar a un vendedor de suplementos nutricionales a pedido de otro empresario saltó a la luz de manera casual en escuchas. Al conocerse esa trama el empresario Lucas Daniel Farruggia, de 36 años, fue detenido por el caso, luego obtuvo la prisión domiciliaria y cerró su situación con una condena que ronda los 12 años en un juicio abreviado, como quien contactó a los sicarios por WhatsApp y envío fotografías y datos personales de la víctima, además de acordar el precio y proceder a un pago de 100 mil pesos. Ese fue el adelanto. El arreglo era pagar otros 400 mil cuando el trabajo estuviera hecho. El plan tuvo entre sus posibilidades matar al hermano del empresario para luego ejecutarlo a él en el velorio
De acuerdo con la investigación, este hombre estaba enemistado desde 2019 con Mauricio L., quien fuera su empleado durante años, hasta que renunció a su trabajo y montó en la zona sur otra fábrica de suplementos nutricionales que se venden en gimnasios. Según la investigación, había acordado pagar 500 mil pesos por el crimen de su competidor.
La trama se detectó en escuchas que realizaba la División Antidrogas de la Policía Federal en una causa por fabricación de drogas sintéticas. Las intervenciones telefónicas dejaron al descubierto cómo se planeó y ejecutó el crimen de Nicolás “Fino” Ocampo, un hombre cercano al narco Esteban Lindor Alvarado que fue asesinado a tiros el 16 de abril de 2021 cuando llegaba en auto a su casa. Y también se filtraron charlas sobre la preparación del ataque a L.
El ataque que frustraron las escuchas estaba previsto para el lunes 19 de mayo. El empresario que iba a ser blanco del atentado fue puesto a resguardo por policías que lo fueron a buscar a su casa y lo trasladaron con un chaleco antibalas hasta el Centro de Justicia Penal. Le anunciaron que había un plan para matarlo y quedó azorado al conocer los detalles del plan criminal, si bien el 21 de abril había tenido un anticipo cuando un joven en moto efectuó tres disparos en su fábrica de Avenida del Rosario y Ovidio Lagos sin llegar a herir a nadie.
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Ese día, un joven bajó de la moto frente a la fábrica, preguntó por el dueño y tras una breve conversación disparó con una pistola 9 milímetros sin lesionar a nadie. Entonces quedó detenido por abuso de armas. Luego, al esclarecerse la trama del crimen fallido, sumó la acusación como el autor material de un intento de homicidio. Es Uriel Reynoso, a quien se lo acusó de haber portado una pistola Browning 9 milímetros y usado una moto Honda CB que había sido robada días antes.
El acusado Fabio Giménez cumple condena por instigar el crimen de Ocampo. En esta causa se lo considera quien organizó el plan criminal desde su lugar de detención y coordinó con el atacante y un intermediario. Luego lo trasladaron a Coronda y volvieron a imputarlo por extorsiones.
En cuanto a Germán Ponce, detenido cuando ingresaba a un local de su trabajo en el rubro gastronómico en Presidente Roca al 2400, es un barra de Newell's que en 2016 había sido absuelto por un homicidio. Al ser apresado llevaba un papel con los datos personales de la víctima en la billetera. Le adjudican el rol de “negociador” en el ataque que no llegó a concretarse: “Es quien recibe el encargo de matar a Mauricio L. y entrega esa misión a Fabio Giménez, quien disponía de los recursos humanos y materiales para su concreción”, reza la acusación.
Según el escrito fiscal, además realizó tareas de seguimiento de L. y de su hermano antes y después del ataque “con el objetivo de terminar de concretar la tarea iniciada”. Debido a que el ejecutor falló en el primero intento, el grupo “acordó un segundo atentado contra los hermanos L. que debía ejecutarse el 10 de mayo de 2021”, pero no llegó a concretarse porque la Policía Federal avisó del plan esa misma mañana.