Micaela Dulce Duarte, la nena de 5 años que el domingo a la tarde recibió un balazo en la cabeza mientras estaba en la casa de su familia, en el barrio Avellaneda Oeste, murió el jueves a la noche en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela donde estaba en terapia intensiva. La niña había sido alcanzada por uno de los proyectiles con los que cuatro hombres, en dos motos, atacaron la granjita que su mamá tiene en Calle 1886 al 4300 (inmediaciones de Cisneros al 5300) en la zona sudoeste de la ciudad. En ese mismo lugar, el 15 de febrero pasado había sido asesinado con un balazo en el pecho Carlos Alberto Duarte, el padre de Micaela.
Pocas horas después del ataque del domingo la policía detuvo a un adolescente de 17 años señalado como uno de los cuatro motociclistas que acribillaron el frente de la vivienda, quien quedó a disposición del juzgado de Menores 3ª.
"Todo esto fue una gran desgracia. El problema no era con la familia de la nena. La bronca viene con el cuñado del hermano mayor de Micaela, que fue y le tiró tiros a unos guasos del fondo cuando éstos andaban con una moto con la rueda pinchada. Los otros no se iban a quedar así. El domingo a la tardecita se vinieron para el barrio y vieron que la novia del pibe estaba atendiendo la granja. Llegaron en dos motos, se pararon frente al negocio que atendía por la ventanita y uno de los pibes se bajó y empezó a disparar. Pero le tiraban a la novia del pibe y le pegaron a la criatura. Era terrible escuchar a la mamá de Micaela gritar: «Le pegaron a la nena, le pegaron a la nena». El pibe que está detenido es del barrio, vive en las casitas del fondo", explicó un vecino de la cuadra donde fue asesinada Micaela, la nena que elevó a 80 el número de homicidios dolosos en el departamento Rosario en lo que ha transcurrido de 2017.
El barrio donde ocurrió el crimen de Micaela se levanta a la altura de Mario Antonio Cisneros al 5400 (la prolongación de calle Garibaldi al oeste de Felipe Moré). Una de las particularidades del barrio, construido bajo el Programa "Mi tierra, mi casa", es que las calles no tienen nombres, sino meras referencias numéricas hasta que el municipio habilite la denominación oficial de cada arteria. Así, para quien no es del barrio, encontrar una casa puede ser una verdadera odisea. Como así también adivinar el nombre del barrio: "Lo llaman barrio Policial, pero se lo pusieron porque sí. Este barrio es Avellaneda Oeste", explicó una de las doñas de la zona. El lugar está ubicado a unas cinco cuadras del barrio Toba y a una distancia similar de los monoblocks de Rouillón y bulevar Seguí, además es limítrofe con la villa de la vía Honda.
Las calles del barrio denotan que el caserío está en plena urbanización. Las zanjas están realizadas a medias y las aguas pestilentes de los resumideros corren por el medio de las calles de tierra, en medio de las huellas de carros y autos. Muchos de los vecinos han sido reubicados allí por distintas circunstancias.
"Acá el problema es el guacherío. Es un barrio relativamente tranquilo. Roban como en todos lados pero no es una zona por la que no se pueda andar. El barrio es muy extenso y tiene lugares que se están urbanizando. En el último tiempo los dos problemas que hubo estuvieron en el mismo lugar", indicó un vecino con más de 15 años en la zona.
El crimen del padre
La historia marca que el miércoles 15 de febrero pasado Carlos Alberto Duarte, de 39 años, intercedió en una discusión que mantenía su esposa con otra vecina en la puerta de la granja familiar. "El problema no era con Carlos. Hubo un problema entre su hijo y el hijo de la vecina y la terminó ligando él, que nada tenía que ver", recordó otro residente.
En medio de aquella discusión apareció Luis Alberto T., apodado "Tuerto", de 34 años, quien terminó la pelea baleando en el pecho a la víctima. "Tuerto" luego fue detenido e imputado por el homicidio de Duarte.
Tras esa desgracia Susana, la esposa de Carlos Duarte, se quedó en el barrio viviendo junto a sus cinco hijos y atendiendo la granja que les da de comer. La más pequeña de sus criaturas tiene dos meses de vida.
Según se pudo saber a través del diálogo con los vecinos del barrio, después de que el cuñado del hijo de Susana atacara a sus vecinos mientras acarreaban una moto, la escena de la tragedia se instaló nuevamente en la granjita de Calle 1886 al 4300. Mientras Susana atendía a sus hijos menores, la novia del mayor (cuyo hermano había mantenido el incidente "con los pibes del fondo") despachaba por la ventana de la granjita.
Tiros a mansalva
"Como a las 19 llegaron cuatro en dos motos. Primero se pasaron de la granjita y uno dijo: «No, no, no es acá. Están en la granjita despachando». Dieron la vuelta y se estacionaron frente al almacén. El pibe que está preso bajó y empezó a disparar. Un muchacho que estaba comprando se salvó porque se alcanzó a correr", describió un testigo del ataque.
Dos balazos impactaron en la puerta de la casa y otros tres ingresaron por la ventana. Uno de esos plomos atravesó una góndola de la granja e impactó en la cabeza de la pequeña Micaela. Otra munición perforó el brazo a su madre cuando salía del baño. Como la ambulancia no llegaba, la nena fue trasladaba en un patrullero al hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde ingresó consciente. Tras ser asistida fue conectada a un respirador artificial.
Antes de que Susana saliera gritando su dolor a la vereda, los motociclistas había huido por Calle 1886 al sur hacia el fondo del barrio, como conocen los vecinos la zona de calle Aborígenes Argentinos.
Un pibe de 17 años
"Esto es consecuencia de una disputa entre dos grupos. Como represalia se acercaron a la vivienda de esta señora y realizaron una serie de disparos. La persona que según los testigos habría hecho los tiros fue detenida a una cuadra del lugar donde vivía. Pero como tiene 17 años la investigación terminó en el juzgado de Menores", explicó el lunes en rueda de prensa el fiscal de homicidios Adrián Spelta.
El fiscal confió que Enzo L., de 17 años, había sido apresado por efectivos del Comando Radioeléctrico en Avellaneda y Mosconi. Para los vecinos él fue quien disparó contra la granja de Susana y mató a la nena. Respecto si el ataque que terminó con la vida de Micaela estaba relacionado con la muerte de Carlos, su padre, explicó: "El del domingo es un hecho aislado que comenzó una hora antes (de la balacera). Pasan algunas personas por el lugar y discuten con otras que serían amigos de la dueña de la casa, y estas cuatro personas que llegaron en dos motos tomaron represalias por esta discusión. El origen de esta discusión es distinta", dijo el fiscal Spelta.
escenario fatal. La granja de Calle 1886 al 4300 donde vivía y encontró la muerta Micaela Duarte.