“El problema en este barrio, como en todo Rosario, es que es más fácil marcar las casas donde no se vende droga que en las que sí. Donde mataron a Walter no venden”. Naturalizada aunque descarnada una vecina semblanteó la realidad que les toca vivir a los vecinos de Moreno al 4600, en barrio La Guardia. En una modesta vivienda a mitad de cuadra, al filo de la medianoche del martes, dos hombres golpearon la puerta de aluminio y cuando Walter Matías Grondona abrió la puerta con su hijo de tres años lo acribillaron a balazos con dos armas de diferente calibre. El hombre de 30 años murió mientras que el niño resultó herido, así como una chica de 20 años y novia de uno de los hijastros de la víctima.
“Los balazos se escucharon súper fuerte, le dieron con todo. Se escucharon entre 15 o 16 tiros. Es una locura lo que pasó acá. En esta cuadra somos todos laburantes”, explicó un vecino mientras iba con su bolsita de basura hasta el contenedor.
“La verdad es que no sabemos que es lo que pasó con Walter. Era un tipo que no se metía con nadie. Tenía su trabajo en el puerto y cirujeaba con su bicicleta. Son vecinos de toda la vida en el barrio, en realidad su esposa, Micaela, vivió siempre acá. Ellos tenían dos hijos pequeños, de 5 o6 años uno y el otro de 3. Pobrecito ese nene. No lo podían sacar de al lado del cuerpo del papá aunque sangraba mucho. Se dio cuenta que habían matado al papá", semblanteó otro habitante de la cuadra, y agregó que en la casa también viven dos hijos adolescentes de un primer matrimonio de Micaela.
“Todo es muy raro. El sábado en la casa hubo una fiesta, con música al palo, como hasta las 8 de la mañana. Los vecinos estaban en llamas. En medio de la fiesta algo pasó. No se qué, pero hubo peleas y hasta un par de disparos. Puede que venga por ahí”, explicó un vecino.
“Lo que se comenta en el barrio es que no era para Walter. Que los que lo mataron buscaban a uno de los hijastros. También dicen que el cuerpo tenía once heridas”, agregó el residente.
Tranquilidad y trampa
Moreno al 4600, entre Couilin y Milán, es una cuadra que se presenta como tranquila, aunque varios de sus vecinos aseguran que es una trampa y las apariencias pueden engañar. “Acá a la vuelta, por Dorrego al 4600, le robaron la camioneta Orlando, un hermano del “Tolo” (Américo) Gallego, una F-100 blanca que usa para trabajar. ¿Sabés como se la llevaron? Empujándola”, graficó una vecina la sensación térmica de la vida en la zona. También fue una zona en la que, hasta hace poco tiempo según los investigadores, peleaban territorio gente de la banda de Claudio “Morocho” Mansilla con sus pares de Guillermo "Chupa" Sosa, uno de los referentes de la barra de Newell's.
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Moreno al 4600, barrio La Guardia de Rosario. Dos hombres golpearon a la puerta de la casa y ejecutaron a Walter Grondona.
Foto: Francisco Guillen.
Pero de lo de Grondona fue otra cosa. "Era un buen vecino. No se metía con nadie. Salía a cirujear con su bici. ¿Qué pasó? No lo sé. Nadie por fuera de los que estaban en el lugar lo saben. Le pegaron varios balazos. Fueron 15 o 16. Después se escuchaba que gritaban, pero los vecinos no nos queríamos meter porque todo está muy complicado. Walter era una persona que no jodía a nadie”, agregó otro residente.
Según pudo reconstruirse del diálogo con los vecinos e información oficial, pocos minutos después de la medianoche dos hombres llegaron a las puertas de la casa de Grondona. “Cuando Walter abrió la puerta tenia a su nene en brazos”, contó una vecina.
A partir de esta incidencia se abren dos líneas en el relato de los vecinos. Algunos manifestaron que al abrir la puerta la víctima se dio cuenta de que su final se acercaba e intentó refugiarse en el interior de la vivienda corriendo por un patio contiguo al ingreso. Otros manifestaron que al abrir la puerta a Walter le pidieron que llamara a uno de los hijastros y que al darse vuelta para entrar lo acribillaron con múltiples disparos. Cualquiera haya sido la mecánica Grondona llegó hasta el comedor donde se desplomó. Los atacantes cubrieron su fuga disparando. Nadie vio en que se movilizaban.
En el ataque el hijo de Walter de 3 años recibió un balazo en el muslo izquierdo con orificio de salida. "Fue traído por una vecina. Tiene una herida en el muslo izquierdo pero no hay afectadas partes óseas ni lesiones en el paquete vascular. Está fuera de peligro. Obviamente está asustado como cualquier niño que le pasa este tipo de situaciones”, explicó Carolina Binner, subdirectora del hospital Víctor J. Vilela.
En la misma acción resultó baleada en una de sus piernas Micaela Ailén A., de 20 años, novia de uno de los hijastros de Grondona y domiciliada a seis cuadras. Fue atendida en el hospital Roque Saénz Peña.
En la escena del crimen los peritos recolectaron un revólver calibre 22 marca Galand sin municiones, 13 vainas servidas calibre 9 milímetros y 2 vainas calibre 40. La investigación del crimen quedó en manos de la fiscal Marisol Fabbro.