En la historia del crimen rosarino hubo asesinatos que desataron guerras de odio y venganza. En esa línea de pensamiento los más representativos son el del ex lider de la barra brava de Newell's, Roberto "Pimpi" Caminos, acribillado el 19 de marzo de 2010, y el de Claudio "Pájaro" Cantero, líder de la banda de Los Monos, ultimado el 26 de mayo de 2013. En ese mismo escenario, aunque sin tanto perfil, puede colocarse el asesinato de Mariela Miranda, asesinada con un balazo por la espalda la tarde del 11 de marzo de 2016 en la puerta de su casa de Ayacucho y Uriburu. El crimen de la mujer, madre de los hermanos Alan y Ulises Funes, el primero preso y el otro asesinado, expuso la descomposición social y los niveles de criminalidad a los que se había llegado en Rosario.
Por aquellos días asesinar a una “madre” no era un hecho menor y tampoco era bien visto por el malandraje, aunque ya hubiera sucedido. El asesinato desató una guerra entre la banda de Los Funes, con el apoyo de René "El brujo" Ungaro, contra las huestes de Alexis Caminos en alianza con el asesinado Ariel “Tubi” Segovia. Batallas que dejaron una treintena de muertes en poco más de dos años.
Cinco años después del asesinato de Miranda, Alexis Caminos, hijo de “Pimpi”, y su primo Juan “Juanchi” Almada fueron condenados en proceso abreviado a 20 años y 15 años de prisión respectivamente. Como ambos arrastraban condenas previas, las sentencias se unificaron en 30 años para Caminos y 25 para Almada.
Entre el 11 de marzo de 2016, día del asesinato de Miranda, y mediados de 2018, cuando la banda de Los Funes fue parcialmente desarticulada, las calles rosarinas fueron escenario de una guerra que tuvo como saldo una treintena de asesinatos. Una guerra en la que los bandos en pugna sufrieron importantes bajas y que tiñó de sangre las calles de la zona sur.
Quizás eso se pueda observar con mayor nitidez en la familia Funes que terminó con al menos tres integrantes asesinados (Mariela, Ulises Funes y Jonathan “Bam Bam” Funes) y dos encarcelados: Alan Funes, desde enero de 2018, y Lautaro “Lamparita” Funes, desde septiembre de 2017. Uno de los comandantes de las huestes de la banda de Alexis Caminos, Ariel “Tuby” Segovia, también fue asesinado el 24 de abril de 2018 en la celda 27 del pabellón 8C de la cárcel de Coronda víctima de una traición por parte de sus antiguos aliados. También terminaron presos Fernando Andrés "Andy" Caminos, primo de Alexis (con una pena de 26 años de cárcel por tres homicidios); el ex jefe de la barra brava de Newell's Emiliano "Jija" Avejera y Enrique Adrián "Cable" Solís, estos dos últimos condenados a perpetua.
El fin de la calma
La calma chicha que se vivía a mediados de 2016 en zona sur saltó por los aires el viernes 11 de marzo. A las 14.30 Mariela Miranda estaba en la vereda de su casa, en inmediaciones Ayacucho y Uriburu, conversando con su hijo Alan; su hijastro Jonathan y un amigo de los muchachos. Los cuatro charlaban y vigilaban al hijo de tres años que había tenido Miranda con Jorge Funes. No eran los mejores días para la familia, aunque vendrían mucho peores. Tres días antes, la madre de Jorge Funes _una anciana de 84 años_ había denunciado a Alexis Caminos y a dos de sus soldaditos como quien le había querido usurpar su casa en el barrio Municipal. Para ese tiempo los Funes mantenían un trato más que áspero con Alexis Caminos.
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“Todo empezó en 2012 o 2013. Mis hermanos Alan y Ullses iban a lo escuela técnica 393 (ubicada en Alice al 5000) y para llegar tenían que pasar por el barrio de los Municipales. En ese barrio, la familia Caminos controlaba todo lo que pasaba: venta de drogas, usurpaciones, etc. Lo que pasó fue que éstos querían que mis hermanos sean sus sicarios y empiecen a matar gente para ellos. Pero ellos no querían. Ulises tenía 16 años y Alan cerca de 12. Ellos querían que mis hermanos maten a los que habían matado a su padre, a los de la banda de los Ungaro”, relató tres días después del crimen de Miranda Jonathan “Bam Bam” Funes en su declaración testimonial.
“Entonces mi papá _Jorge Funes_ se enojó y le puso los puntos a esa familia. En particular a Alexis Caminos y sus soldados. Les dijo: «Mis hijos no van a ser soldados de nadie y ustedes no los van a mandar a que maten a nadie porque yo soy su padre”, rememoró Bam Bam, otra víctima de la guerra desatada cuando fue asesinado la tarde del 5 de febrero de 2018 a unos 700 metros de la cárcel de Piñero, cuando salía de visitar a sus hermanos Alan y Lautaro. El crimen de Bam Bam fue responsabilidad del ex jefe de la barra brava de Newell's Old Boys Emiliano "Jija" Avejera y Enrique Adrián "Cable" Solís. Dos sicarios cercanos al clan Caminos.
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Congestión de patrulleros a las puertas de la escena del crimen de Mariela Miranda el 11 de marzo de 2016.
“Como nos rehusamos a ser soldados nos quisieron usurpar el departamento. Subieron a mi domicilio un día Alexis Caminos acompañado por las tías y sus cómplices. Efectuó 10 detonaciones en mi puerta. En otro momento quisieron prender fuego la casa pero sólo incendiaron la puerta de ingreso. Entonces, la mujer de mi papá _Mariela Miranda_ fue a la Fiscalía a realizar la denuncia por usurpación que pretendía la familia Caminos. En ese momento comenzaron las amenazas contra ella todo el tiempo. Dijeron que la iban a matar apenas la cruzaran. Hicieron una pintada en el Fonavi que decía: «Funes Vigilante Bate Cana»”, recordó Bam Bam. Para la acusación, llevada adelante por las fiscales Marisol Fabbro y Viviana O'Connell, el móvil del crimen de Miranda estuvo dado por la última denuncia, ejecutada por la madre de Jorge Funes.
Cuatro testigos
Cuatro personas fueron testigos directos del crimen de Miranda: Bam Bam y Alan Funes, un amigo que charlaba junto a ellos y una vecina que cruzaba la calle para hacer una compra a un quiosco. "Estabamos charlando cuando aparece una moto Honda Tornado _de 250 centímetros cúbicos_ que venía en contramano por Ayacucho en dirección a calle Uriburu. Iban dos personas y los dos tenían casco. Pero el casco del conductor no tenía visera y el de atrás lo tenía levantado hasta la frente. Pude reconocerlos. El que manejaba era el Alexis Caminos; y el que iba de acompañante era Juan "Juanchi" Almada. Los puedo reconocer porque previamente había bronca con ellos. Cuando pasaron, el acompañante empezó a tirarnos. Habrá hecho un total de 10 o 13 disparos”, recordó Alan Funes, en su testimonial del 14 de septiembre de 2016. "El último disparo fue el que impactó en mi mamá. Le dio en la espalda porque corrió a agarrar al pequeño T. (de 3 años), y cuando estaba de espaldas le entra este disparo”, indicó. Alan fue condenado en mayo pasado a 35 años de cárcel en un juicio oral por el homicidio de Marcela Díaz (hermana de Ariel “Tuby” Segovia) y por integrar una asociación ilícita comandada desde la cárcel de Piñero por El brujo Ungaro
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El barrio Municipal, territorio de Alexis Caminos.
“Escuché dos o tres disparos y vi que venía una moto circulando contramano por Ayacucho, conducida por 2 masculinos. Esos disparos fueron dirigidos contra mi casa. Entonces, con Gastón (vecino y testigo) lo primero que hicimos fue atajar al nene, ponerlo atrás de nosotros para protegerlo. Ví que la moto reducía mucho su velocidad y delante del colectivo rojo (que estaba estacionado en la puerta de mi casa y propiedad de Jorge Funes) el acompañante agarró la pistola con sus dos manos y apuntó hacia donde estaba mi mamá junto con Alan. Disparó unos 8 tiros. Ahí los pude ver bien. Los tenía enfrente mío, muy cerca, como a unos 7 metros. Después de disparar siguieron su marcha y pasaron por detrás del colectivo rojo. En ese momento agarramos al nene con Gastón y lo metimos al pasillo. Los de la moto volvieron a frenar detrás del colectivo rojo y dispararon dos o tres veces más. Mi mamá estaba corriendo hacia el pasillo y quedó de espaldas. Uno de esos tiros le impactó en la espalda", recordó Jonathan Funes. "Todo habrá pasado en un total de 5 segundos, no pude reaccionar ni hacer nada más”, indicó. "Mi hermano los reconoció enseguida y me dijo: «Fueron Juanchi y Alexis». Pero yo no los conocía. Después los empezó a putear. Subimos a mi mamá al auto, pero se murió a las 3 cuadras", agregó. Miranda llegó al hospital Roque Sáenz Peña a las 14.56 en estado desesperante. Allí murió pocos minutos más tarde.
Según la autopsia, el proyectil que mató a Miranda ingresó "en la región paravertebral izquierda" luego de lesionar la arteria aorta y la cara posterior y anterior del pulmón derecho dejando un orifico de salida "sobre la mama derecha, en la cara anterior del tórax". La muerte se produjo por una hemorragia masiva por lesión de arteria aorta toráxica y cardiopulmonar.
Alexis Caminos fue detenido la tarde del sábado 15 de octubre de 2016 en un procedimiento de Gendarmería Nacional en las inmediaciones de Grandoli y Uriburu ya que tenía un pedido de captura por el crimen de Claudio Ruiz, sucedido el 5 de abril de 2012. Dos días más tarde fue acusado por los delitos homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de guerra en calidad de participe primario. Juanchi Almada fue detenido e imputado en junio de 2016. Fue acusado el 17 de noviembre de 2017 por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegitima de arma de guerra en carácter de coautor. La fiscal de la unidad de homicidios Marisol Fabbro solicitó altas penas para los dos imputados: 30 años de prisión para Juanchi como autor de los disparos; y 25 años para Alexis Caminos por manejar la moto desde la que tiró su acompañante.