Una pelea en la esquina de Oroño y Brown finalizó en enero del año pasado con la muerte de Matías Ezequiel Abraham, quien trabajaba como cuidacoches en la zona. Pasaron siete meses hasta que fue detenido por el ataque otro cuidacoches. Preso desde entonces, Jonatan Ezequiel “Chucky” Sala enfrenta ahora un pedido de prisión perpetua por haber atacado a golpes al hombre de 36 años, al que luego de dejar inmóvil e indefenso en el piso le asestó al menos diez patadas en la cabeza y 16 golpes en el cráneo con un cascote. Por esto afronta una acusación poco usual: la de haber cometido un homicidio con alevosía.
Tras esa pelea del 20 de enero de 2014, Abraham ingresó inconsciente al Hospital Clemente Álvarez con fracturas en el cráneo, el maxilar, la nariz y la órbita ocular izquierda. Estuvo internado más de un mes con respirador hasta que falleció el 1º de marzo de ese año a causa de los severos traumatismos que sufrió en la pelea. Meses después fue detenido un cuidacoches que participó al comienzo de la pelea, Héctor Ponce, y luego fue apresado su hermano, apodado Chucky, quien ahora afronta un juicio oral por el crimen.
En una audiencia preliminar al debate, el fiscal Alejandro Ferlazzo pidió este lunes que sea condenado a prisión perpetua como autor de un homicidio calificado por la alevosía. Es decir, cometido sin que la víctima tuviera chance de defensa. El planteo acusatorio fue admitido por el juez Rodrigo Santana, quien además consignó las pruebas ofrecidas por las partes para discutir en el juicio, en fecha a fijar. Sala, de 27 años, se encuentra en prisión preventiva.
Golpes y patadas
De acuerdo con la reconstrucción del caso, el 20 de enero de 2024 alrededor de las 18.45 Abraham y Sala comenzaron a discutir y enseguida se tomaron a golpes, sobre el asfalto, en el lado oeste del bulevar. Primero se agarraron a las trompadas sólo entre ellos. Luego la gresca se trasladó a la vereda y se sumó el hermano de Sala, quien intervino en favor de Chucky y le asestó a Abraham dos golpes a la cabeza. El cuidacoches cayó al piso inmóvil, al parecer inconsciente, y sus agresores se alejaron.
Chucky caminó acompañado por su hermano hacia calle Brown pero enseguida regresó solo hasta donde estaba la víctima. “Comenzó a pegarle en el cráneo con la intención de matarlo. Primero le efectuó por lo menos diez patadas y pisotones en el cráneo. Finalmente tomó un cascote, una piedra de grandes dimensiones, y le efectuó por lo menos 16 golpes en el cráneo”, detalla la acusación.
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La mecánica exacta del ataque se obtuvo de la cámara de vigilancia del frente de un edificio de la cuadra. En la filmación de cuarenta segundos se ve, al otro lado de una reja, el cuerpo de Abraham tendido boca arriba en el piso, quieto. Una columna tapa la cabeza, pero se alcanza a observar la figura de quien lo ataca. Se advierte que cada patada en el cráneo le provocó a la víctima, pese a estar inerte, un espasmo en las piernas, como un acto reflejo. Luego se observa que el atacante toma un pedazo de baldosa y se lo asesta en la cabeza antes de retirarse. Según testigos, se fue de la zona en un colectivo.
Homicidio alevoso
“Su conducta homicida fue realizada aprovechando el estado de indefensión de la víctima, que quedó completamente inmóvil. Tuvo plena disposición de su cuerpo para matarlo sobre seguro con por lo menos 16 golpes contundentes en el cráneo”, argumentó el fiscal al encuadrar el caso como un crimen alevoso.
“Le pegó con una piedra a un trapito más de cinco veces”, dijo un testigo que estaba tomando algo en el bar del club Rosario Central y llamó al 911 para avisar que la víctima estaba en el piso, sin reacción.
“No se escuchaban gritos, parecía que se estaban cargando”, contó a su vez un hombre que iba caminando por el cantero central del bulevar y observó el comienzo de la pelea, entre Brown y Güemes, sobre la vereda oeste. “Parecía que estaban jodiendo hasta uno le metió una piña al otro y ahí comenzó la pelea en serio”, añadió. Así siguieron hasta que la víctima cayó al suelo y apareció un tercero, el hermano de Sala, quien le pegó “una o dos patadas al que ya estaba en el piso tirado y se fue por Brown en dirección a Alvear”.
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Según los testigos, fue una patada del hermano de Chucky la que dejó a Abraham desmayado. Quedó inmóvil en el piso, vestido con ropa de Newell's, y recibió sin reaccionar la seguidilla de patadas propinadas luego por Sala, de menor estatura que la víctima y vestido con un pantalón oscuro y remera roja: “Fueron de cuatro a cinco patadas como mínimo, lo quería matar”.
“En un momento se para y le empieza a pisar la cara. Después, cuando se levanta para irse, el de remera roja ve un bodoque de cemento, lo agarra y le empieza a pegar en la cara. Al final se lo tira con distancia a la cara”, contó un testigo. “Con la piedra le pegó más de tres veces seguro”, relató otra mujer que caminaba por la cuadra.
Abraham fue trasladado al Heca con trauma facial, traumatismos en el cráneo, cortes, edemas y desgarros. Durante su agonía fue capaz de abrir los ojos y reaccionar a estímulos, pero no de hablar.
"Dado vueltas"
Otro testimonio fue de un cuidacoches que había compartido la jornada con la víctima. “Recuerdo que ese día llegué a la zona tipo 10 de la mañana. Matías ya estaba ahí, venía amanecido del día anterior”, contó, y relató que estuvieron tomando todo el día hasta que sobre el atardecer apareció el ahora acusado: “Se acercó Chucky inhalando poxirrán con una chica. Llegó gritando «¿dónde está la bolsa de ropa?», me quiso pegar y nos agarramos a las piñas”.
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A los veinte minutos, dijo, se acercó otro cuidacoches y cartonero de la zona y le avisó de la golpiza que transcurría a una cuadra y media: “Vení a Oroño que a Matías le dieron con una piedra en la cabeza y está tirado en el suelo”. Lo encontraron sobre la vereda, con la cabeza llena de sangre. “Me arrodillé y él estaba como dormido. Se despertaba y se tocaba la cabeza. No dijo nada, hacía ronquidos”.
Sala fue detenido en agosto de 2024 por la Policía de Investigaciones (PDI) en la zona noroeste. Al mes fue detenido su hermano Ponce, quien se entregó al saber que lo buscaban y al seguir el consejo de un pastor evangélico, según declaró al ser imputado. “Ese día yo estaba cuidando autos. Mi hermano no estaba en sus cabales. Andaba aspirando nafta con un bidón. Andaba dado vueltas”, dijo.
Contó que al inicio de la pelea entre Abraham y Chucky, su hermano llevaba la peor parte y por eso él intervino: “El muchacho le estaba pegando mal y yo reaccioné como todo hermano”. En junio pasado aceptó 3 años de prisión condicional en un juicio abreviado como autor de lesiones graves.