El jueves por la mañana el juez de primera instancia Nicolás Foppiani resolvió liberar bajo restricciones alternativas a Ramón Z (42 años), alias “Chaqueño”, quien el lunes 17 de enero cometió el asesinato de Sergio Giménez, de 26 años. Las circunstancias de la muerte se dieron cuando Giménez junto a otras tres personas ingresaron a un pasillo de un asentamiento irregular de 27 de febrero al 7800 y fueron directamente a una casilla que se encuentra al final del corredor. Allí estaban Ramón Z. junto a su pareja Brisa R, de 21 años y otras dos personas. Los intrusos les exigieron a la pareja y a sus acompañantes dinero y estupefacientes que tendrían en su poder y se generó entonces una balacera que terminó con la muerte de Giménez.
El Fiscal Ademar Bianchini de la Unidad de Homicidios Dolosos le atribuyó al imputado los delitos de homicidio agravado por uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de guerra en concurso real. Por su parte, expuso en la audiencia imputativa que el 17 de enero de 2022 y cerca de las 22 Ramón Z. se encontraba junto a Gonzalo Antero V., de 50 años y Hernán C., de 19 años, quienes sufrieron heridas menores.
Ante esto, el imputado extrajo un arma de fuego y comenzaron a efectuarse disparos entre ambas partes; como consecuencia resulta fallecido Sergio Giménez. En acuerdo de partes se solicitaron medidas alternativas, no privativas de la libertad y el Juez de Primera Instancia Nicolás Foppiani tuvo por admitida la audiencia imputativa, dictando la libertad con las siguientes restricciones: constituir domicilio, firma semanal en sede judicial y una garantía personal.
En principio, se especuló que el tiro fatal partió del arma de uno de los recién llegados, pero después las sospechas se centraron en el Chaqueño, quien ya no estaba en el domicilio cuando llegaron los policías, pero fue detenido horas después en la casa de su madre; estaba oculto y fue trasladado al Heca para atender las heridas.
Ese día, vecinos de la zona sostuvieron que: “Los tipos llegaron a los gritos y disparando con cuatro armas”, y en declaraciones a La Capital agregaron: “Eran cuatro que corrían, gritaban y disparaban. Quisieron sacar a unos que venden drogas en una casilla, el chaqueño y la piba, y uno le gritó que «esta es zona del Morocho»”, en relación a Claudio Javier Mansilla, el único prófugo de la espectacular fuga de ocho internos que se produjo el 27 de junio del año pasado en el penal de Piñero.