Un bebe de un año y ocho meses murió el jueves a la noche en el Hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez tras ser llevado con un severo traumatismo de cráneo, escoriaciones en la cara y un corte en la frente. El padrastro del pequeño, de 21 años, le relató a su concubina y a los médicos del centro asistencial que el nene se le había caído al piso mientras caminaban cerca de su casa. Pero las reiteradas contradicciones en las que incurrió al hablar ante la policía, incluso la supuesta confesión de que lo había arrojado al piso cansado de escucharlo llorar, motivaron que la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Georgina Pairola, ordenara su detención la madrugada de ayer y decidiera imputarlo entre hoy y mañana por el crimen.
"No sabemos qué fue lo que pasó. Estamos conmocionados porque no nos cierra que Brian le haya hecho eso al bebé. Pero si fue él quién lo mató, queremos que lo pague", expresaron los familiares de la madre del nene.
Josué Matías Funes Zárate tenía un año y ocho meses de vida. Alrededor de las 21 del jueves ingresó en brazos de Noelia, su madre de 20 años, a la guardia del hospital Anselmo Gamen de Villa Gobernador Gálvez. La sospecha de estar ante un síndrome de maltrato se disparó inmediatamente en la cabeza de los médicos acostumbradoa a ver ese tipo de patologías. En la guardia lo intubaron y le realizaron reanimación cardiopulmonar avanzada durante 40 minutos. Nada alcanzó para salvar al pequeño.
La muerte del nene cayó como un mazazo no sólo entre los profesionales del centro médico sino también en San Enrique, un barrio humilde de obreros donde reside la familia de Josué.
La mañana de ayer, en ese barrio, los vecinos hicieron un relato segmentado de lo que entendieron sucedió con el bebé. "El padrastro se hace el que no entiende nada, pero sabe muy bien lo que hizo. Estuvo dando vuelta con el nenito en brazos buscando ayuda un buen rato. Pero ni a él ni a la madre se les ocurrió parar un auto para que los llevaran al hospital. Ahí hubo algo raro, muy raro. Da pena que haya muerto ese angelito", relató un vecino robusto y de gesto adusto completamente convencido de que Brian Ezequiel F., de 21 años, asesinó al hijo de Noelia.
Ese relato fue compartido, con distintas aristas, por media docena de vecinos en las inmediaciones de Pasaje 2 y Rosario, en Villa Gobernador Gálvez, donde reside la familia del bebé.
Precisamente allí, Noelia y sus familiares expresaron su estupor por lo sucedido. "Se están diciendo muchas giladas, muchas cosas que no son. Se dijo que mi hija es una falopera y nada que ver. Todos estamos asombrados por lo que sucedió porque Brian mostraba adoración por mi nieto. No sabemos qué fue lo que pasó", contó serio y ofuscado el padre de Noelia.
La breve historia de Josué estuvo signada en buena parte por el maltrato. Según relató la misma Noelia, hace un año se separó del padre biológico del niño porque éste los golpeaba. E indicó que por eso la Justicia le había dictado al muchacho una restricción de acercamiento a su vivienda.
Siempre según el relato de la joven madre, todo pareció cambiar cuando ella comenzó una relación con Brian, que es un vecino del barrio. "El tenía adoración por mi hijo. Siempre lo cuidó como si fuera suyo. Lo trataba adorablemente. No era violento. Jamás golpeó al nene", describió.
Ese relato fue avalado por media docena de parientes de la joven. Sin embargo uno de los familiares agregó un elemento discordante al juicio colectivo. "Yo tengo que decirlo. Brian tiene algún problema psicológico. No es un pibe muy lúcido y nunca se hizo tratar. Tuvo problemas con el alcohol, aunque desde que está con mi sobrina había dejado de tomar", explicó el hombre.
Noelia, Brian y el niño vivían en la casa de la madre de la mujer, en Pasaje 2 al 2200, entre Rosario y Liniers. La mujer contó que el jueves, pasadas las 20.30 y después de cenar, Brian salió a caminar como hacía todas las noches, con el nene en brazos.
"Se me cayó"
"Yo me puse a tender la cama y acomodar un poco la casa. Y en eso es que entró con mi hijo muerto en brazos. Me dijo: «Se me cayó». La verdad es que no sé que pasó. Yo no estaba con él. Cuando volvió tenía a mi hijo muerto en brazos", contó Noelia ante su gente.
Noelia y Brian salieron de la casa y comenzaron a caminar hasta el hospital Gamen, distante a unas 15 cuadras. Tomaron por calle Mosconi y al pasar por delante de un grupo de muchachos que tomaban algo en la vereda se pusieron a charlar y recién entonces fueron auxiliados.
"¿Nena, que le pasó al bebé?" le preguntó uno de los muchachos a Noelia. "Se le cayó a él", respondió la joven apuntando a Brian. "¿Cómo no se pararon en medio de la calle a pedir un auto?", le continuó la charla el vecino. Y ahí los pibes que tomaban en la vereda comenzaron a correr buscando movilidad.
Finalmente un vecino acercó a la mujer con su hijo al Gamen. "Cuando vi al bebé me corrió una mala sensación. Tenía la cara raspada del lado izquierdo y un corte en la frente. Los ojos cerrados. No se veía nada bien", explicó uno de los muchachos, a quien se le atragantaron las palabras cuando recordó que le avisaron que el nene había muerto.
Testigo de un crimen
Los vecinos consultados por La Capital brindaron un relato coral bastante más oscuro que el de Noelia y sus familiares. Pintaron un cuadro de descuido hacia el niño e indicaron que tanto Noelia como Brian tenían problemas de adicción. Todo eso fue desmentido por los familiares de la muchacha.
Uno de los vecinos, incluso, contó que un testigo ocasional cuyo nombre no quiso revelar le había asegurado haber visto a Brian arrojar al niño contra el piso porque lloraba, una versión que para ese momento ya había sido difundida por algunos medios de comunicación.
Extraoficialmente se indicó que durante la madrugada Brian habría confesado ante la policía ser el autor del crimen y que aseguró haber arrojado al menos dos veces al niño contra una piedra porque lloraba. Pero esa versión fue desestimada por la Justicia ya que sólo tiene validez lo que Brian declare en la audiencia oral y pública en la cual se le imputará el hecho si es que desea declarar.
Mientras llega ese momento, la fiscal Georgina Pairola requirió que Brian F. fuera sometido a un examen médico que permita determinar si se trata de un sujeto que comprenda la criminalidad de sus actos. En ese marco, el informe del médico forense determinó que el muchacho de 21 años "se encuentra en pleno conocimiento de sus facultades mentales y comprende la criminalidad de los actos", tal lo informado por el área de prensa de la Fiscalía Regional.
Además, la fiscal solicitó que tanto a Brian como a Noelia se le realizaran exámenes toxicológicos y de alcoholuria. Pairola también ordenó que el cuerpo de la víctima fuera sometido a una profunda autopsia en el Instituto Médico Legal y requirió un diagnóstico por tomografía computada que ayude a determinar si el pequeño Josué ya había sufrido algún tipo de violencia física antes de morir.
Al respecto, anoche trascendió el preinforme de autopsia que indica que Josué murió como consecuencia de una "hemorragia abdominal masiva por shock hipovolémico por traumatismo", que presentaba un "desgarro hepático severo con estallido del hígado" y "más de un golpe, todos asestados con mucha fuerza y contra un superficie dura". Finalmente, sostiene que "no se advierte fractura de cráneo".