Preciso, prolijo y aceitado. Así se puede calificar el atraco perpetrado pasada
la medianoche del lunes contra un comisionista entrerriano sobre la autopista Rosario-Santa Fe, a
la altura de la salida sur de San Lorenzo, a 22 kilómetros al norte de esta ciudad. El golpe se
concretó cuando el chofer, que conducía un furgón Fiat Ducato sin identificación alguna y en el que
además viajaban cuatro pasajeros —tres de ellas mujeres—trataba de llegar al peaje para
que dos personas descendieran. Antes de que completara esa maniobra, un auto oscuro se le cruzó en
el camino y sus ocupantes dieron un golpe de manual.
Según testimonios de las víctimas, del auto bajaron cuatro hombres armados y a
cara descubierta. Con movimientos sincronizados, hicieron descender a las tres personas que
viajaban en la cabina de la Ducato, entre ellos el chofer, y los hicieron subir al auto. Dos de los
ladrones, en tanto, se subieron al furgón y huyeron. Todo duró poco más de una hora y media. El
chofer y dos de los pasajeras fueron dejados en libertad sobre la autopista Rosario-Buenos Aires, a
la altura de la fábrica de helados Yomo, en General Lagos. Mientras que la Ducato fue abandonada en
Presidente Perón al 8000, en barrio Godoy, con dos pasajeras a bordo. En pocos minutos, los
delincuentes pasaron la carga a otro utilitario y desaparecieron.
“Todo es muy confuso. No el golpe, pero si el botín. Acá hay dos caminos.
Los delincuentes se equivocaron de objetivo, o entre la mercadería que transportaba el comisionista
había algo grande que desconocemos. Si no, no se entiende tanto despliegue y la logística que
utilizaron”, explicó un vocero consultado.
A la medianoche. César T. tiene 37 años, vive en la ciudad de Paraná y trabaja como
comisionista. El lunes por la noche cargó su Fiat Ducato dominio DTB 227 con la mercadería
que debía transportar hacia Rosario. A la carga le sumó cuatro pasajeros, según indicaron fuentes
allegadas a la causa, que debían bajar en San Lorenzo y en esta ciudad. Así salió a la ruta, cruzó
la ciudad de Santa Fe y tomó la autopista Brigadier López hacia el sur. Pocos minutos después de la
medianoche llegó hasta la salida sur de San Lorenzo, sobre el kilómetro 22 de la traza. Cuando el
comisionista comenzó a maniobrar para transitar el rulo que conduce a la ciudad histórica, un auto
de color oscuro se le colocó a la par y cuando retomó la recta de ingreso se le cruzó en el camino.
Ahí comenzó el golpe.
Cuando los vehículos se detuvieron, del auto bajaron cuatro hombres empuñando armas cortas y a
cara descubierta. Sin ejercer violencia física, bajaron a las tres personas que viajaban en la
cabina de la Ducato: el chofer César T. y una pareja integrada por Cristián V., de 25 años, y
Estefanía M., de 23, que iban a descender allí para continuar viaje a Capitán Bermúdez. Los tres
fueron subidos al auto y rápidamente evacuados del lugar. Una hora más tarde fueron dejados en
libertad cerca de la fábrica de helados que se levanta a la altura del kilómetro 275,5 de la
autopista Rosario-Buenos Aires, en General Lagos.
Otros dos ladrones se subieron a la Ducato —uno al volante y el otro en el compartimiento
de carga— y partieron. En el furgón viajaban Cintia B., de 31 años, y Nélida V., de 59,
quienes automáticamente quedaron privadas de su libertad. Nada se supo del furgón hasta que poco
antes de las 2 de la madrugada fue estacionado en Presidente Perón al 8000. Allí los esperaba otro
utilitario al que pasaron toda la carga desde la camioneta robada. Fue cuestión de pocos minutos.
Luego saludaron a las mujeres y se fueron dejando la Ducato vacía. “No es una banda de
improvisados. Los testimonios de las víctimas hablan de gente que se movió con tranquilidad y
profesionalismo, que fueron siempre al grano”, explicó una fuente allegada a la causa. Hasta
el cierre de esta edición nada se sabía de los ladrones y su botín, dijeron los pesquisas de la
brigada de Investigaciones de la policía rosarina.