Boca arriba, tendido en un charco de sangre y con un cable enroscado al cuello "Tubi" Segovia busca sin fuerzas y sin chances el aire que lo conectara al mundo. En ese momento cuatro hombres, uno encapuchado, salen con paso apurado de la celda 27 del pabellón 8C de la cárcel de Coronda. Dos de ellos se dirigen a celdas ajenas a cambiarse de ropa y recién después ingresan a las propias. Al instante de la irrupción de los hombres al calabozo de un interno los demás reclusos que están de recreo captan lo grave del acontecimiento y se meten en sus celdas. Los que acaban de matar al jefe de un grupo narco rosarino también lo hacen, pero algo a destiempo. Las cámaras de vigilancia del pabellón pudieron grabarlos aún cuando sus caras no se vean.
Con una minuciosa reconstrucción de material de video más otros aportes, el próximo lunes estos cuatro hombres serán llevados a una audiencia imputativa en los Tribunales de Santa Fe donde los acusarán como coautores de homicidio agravado. Dos de ellos tienen estrecha relación con la familia Caminos, aliada con Segovia, lo que robustece el planteo de un crimen a traición.
La audiencia imputativa tiene a cuatro implicados identificados el día posterior al hecho en la responsabilidad más grave, la coautoría de homicidio; y un quinto como partícipe necesario. El fiscal Raúl Nessier trabajó con información colectada desde el Servicio Penitenciario pero lo decisivo fue el aporte de los registros fílmicos de las cámaras del pabellón de Coronda donde Segovia fue asesinado el martes 24 de abril a las 16.
Cuatro hombres entraron a la celda de Segovia. Tres lo sujetaron desde atrás con un cable y lo estrangularon mientras un cuarto le hundía un arma blanca en el abdomen. Estos son los más comprometidos.
Las identificaciones se hicieron siguiendo los rastros de los presuntos agresores hasta las celdas donde se alojaban. O sea, analizando de dónde procedían los que se metieron en el calabozo de "Tubi" y hacia dónde fueron después.
Los señalados son Cristian S., Pablo C., Kevin D. y Juan Manuel A. Estos dos últimos avalan la tesis de que el atentado contra Segovia fue organizado desde el entorno de personas que eran de su confianza.
Investigaciones de distintos fiscales mostraban a Segovia como un aliado estrecho del grupo que en la zona sur encabezaban Alexis y Fernando Andrés "Andy" Caminos, hijo y sobrino del ex jefe de la barra brava de Newell's Roberto "Pimpi" Caminos. Son de la misma zona, el Fonavi de Alice y Sánchez de Thompson, llamado también Complejo Municipal. Y están escuchados en la comisión de delitos de homicidios actuando de manera coordinada.
Traición
Kevin D. es un joven que acompañó a la mujer de Alexis Caminos a la prisión el 11 febrero pasado en el mismo auto y quedó detenido porque llevaba una pistola Hi Power calibre 9 milímetros. Alexis compartía pabellón con "Tubi".
La idea que prevalece entre los investigadores es que Segovia fue asesinado a traición por personas de su cercanía a tal punto que él mismo había pedido tres semanas antes ser alojado con ellas.
Los registros de video del momento del homicidio indican que un hombre encapuchado sale del calabozo de "Tubi", se va hasta una celda que no es propia, se saca la ropa y se calza una camiseta de Boca Juniors y cruza el pabellón hasta entrar a su celda. Por su porte físico se trata, según la identificación, del interno Juan Manuel A.
Este es otro indicio robusto que abona la teoría de que el crimen fue impulsado por los antiguos socios de Segovia. Juan Manuel A., apodado "Juanchi", es la mano derecha de Alexis Caminos. Ambos están imputados por el asesinato de Mariela Miranda, una ejecución a sangre fría ocurrida en Ayacucho y Uriburu desde una moto el 11 de marzo de 2016. "Juanchi" también está imputado como autor de intento de homicidio de Ulises Funes, un hecho ocurrido meses antes de que lo asesinaran el 7 de enero pasado.
Camiseta
Los efectivos que requisaron el calabozo de "Juanchi" al día siguiente del homicidio de "Tubi" encontraron la camiseta de Boca que muestra el video posterior al homicidio. Asimismo se encontraron un teléfono celular y un cargador.
Otro de los elementos de la investigación preliminar indica que la vestimenta que tenían en el momento del ingreso a la celda de Segovia coincide con la que usaban al momento de recibir la ración alimentaria, cuando sí pudieron advertirse sus respectivos rostros. Eso es lo que fue posibilitando la identificación de los cuatro implicados.