Golpe comando en la sede del club Provincial

Al menos cinco delincuentes armados perpetraron ayer un jugoso golpe comando en la sede del Club Provincial, en bulevar 27 de Febrero al 2600, de donde se llevaron 78 mil pesos en efectivo que estaban destinados al pago de sueldos del personal. Para lograr su objetivo, los maleantes redujeron a un portero y amenazaron a las tres cajeras de la institución.

Todo ocurrió a las 13.30 de ayer cuando los delincuentes ingresaron al tradicional club del parque Independencia y rápidamente redujeron al portero y a un empleado de una empresa de seguridad privada que estaba apostado en el acceso. Tras maniatar a los dos hombres con precintos plásticos y encerrarlos en una dependencia del club, parte de la banda de maleantes siguió camino hacia la administración del predio.

Una vez allí, a punta de pistola, los delincuentes amenazaron a las tres cajeras que en ese momento realizaban el pago de haberes a sus compañeros de trabajo y les exigieron la entrega del dinero, que según la denuncia presentada horas después en la seccional 5ª ascendía a 78 mil pesos en efectivo.

Sin ofrecer resistencia, las mujeres también le extendieron algunos cheques que tenían en las cajas, pero los maleantes los rechazaron.

Rápido escape.Con la misma velocidad con la que habían llegado, los delincuentes huyeron del club. Entonces, los empleados dieron el alerta a la policía que en unos 10 minutos arribó al lugar. Pero ya era demasiado tarde y hasta anoche no había pistas ciertas sobre el rumbo que tomaron los ladrones ni en que vehículos lo hicieron.

Al cierre de esta edición, las víctimas del atraco se encontraban en la Jefatura de la Unidad Regional II tratando de reconocer en álbumes fotográficos a los delincuentes. Al respecto, según voceros de la pesquisa, no había datos certeros más allá de que "eran hombres de entre 35 y 40 años vestidos con ropa de trabajo", confió una fuente.

El robo de ayer es el segundo de gran envergadura que sufre Provincial ya que hace unos siete años, una banda ingresó al club por el portón que da al hipódromo, fue hasta el edificio central, redujo a la custodia y se llevó directamente la caja fuerte a la que, en un montacargas, llevaron hasta el mismo lugar por donde habían ingresado.