La segunda jornada del juicio oral y público contra cuatro agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) y una del Comando Radioeléctrico (CRE) acusados de matar a Jonatan Herrera el 4 de enero de 2015 mientras lavaba el auto en la puerta de su casa, en bulevar Seguí y Ayacucho, y quedar en medio de la persecución contra un delincuente, tuvo como nota sobresaliente la declaración de quien labró el acta del hecho.Ese jefe policial marcó "la inexperiencia" de los agentes de la PAT, que modificaron la escena del crimen al levantar vainas servidas de los disparos efectuados.
Con una demora de más de 45 minutos por inconvenientes en el traslado de la oficial del Comando Gladys Galindo, que generó un llamado de atención por parte del presidente del Tribunal, el debate donde se ventilan los aspectos del homicidio de Herrera estuvo marcado por la declaración de tres policías que trabajaron el día del hecho.
La perito fotógrafa de la Policía de Investigaciones (PDI) Vanina Avila describió de manera general su tarea en la escena del crimen, imágenes que se exhibieron en una pantalla gigante de la sala de la sala donde se desarrolla el trámite.
En los registros se pudo apreciar los carteles con números señalando la gran cantidad de disparos (por lo menos 18) realizados, el lugar donde cayó herido de muerte Herrera y el sector de pasaje Villar donde fue reducido por un disparo Brian Vespucio, el delincuente que robó una juguetería de San Martín al 3100 y motivó la intervención policial.
La perito fue interrogada por los fiscales Adrián Spelta y Miguel Moreno a fin de imponer a los jueces del contexto de los hechos. También fue interpelada por las defensas sobre cuestiones que no eran de su competencia, como posiciones de las balas, perspectivas, distancias y mediciones, algo a lo que el juez Juan Carlos Curto puso límite.
Trayectorias y técnicas
Esos aspectos técnicos parecen impregnar el debate, ya que las defensas de los principales acusados buscan desgranar la trayectoria de los disparos, lo cual podría modificar llas responsabilidades.
En ese orden fue relevante eltestimonio de Fabián Andrés Díaz, que en 2015 se desempeñaba como jefe de la Agrupación Cuerpos y del Comando Radioeléctrico. El oficial indicó que le avisaron del hecho mientras estaba de franco en su casa de Granadero Baigorria y llegó al lugar para labrar el acta donde dejó constancia de lo sucedido luego de recabar datos entre el personal.
Tras describir lo sucedido con la fuerza a su cargo (el Comando Radioeléctrico), se refirió al personal de la PAT. Y dijo que supo que de un micro de la línea 133 se bajaron los agentes de esa fuerza y comenzaron a disparar para "dar una mano" a sus colegas en el enfrentamiento.
"Chicos nuevos".
Según le trasladaron sus subalternos, la PAT estaba posicionada "en diagonal" al delincuente. Y que luego de reducirlo "se seguían escuchando disparos" que provenían de los jóvenes agentes. En ese marco fue concreto al recalcar la impericia del grupo de policías, algunos de los cuales recogió vainas servidas modificando la escena del crimen.
"Eso es inexperiencia" —dijo Díaz al auditorio— "son chicos nuevos con tres meses de instrucción; levantaron las vainas y se las pusieron en el bolsillo pensando que preservaban la escena del crimen. Se las encontramos en la comisaría", graficó sobre esa irregular situación.
También declaró el oficial principal del Comando Horacio Visgarra que llegó al lugar a los cinco minutos de la balacera. Contó que lo primero que hizo fue trasladar a Herrera al Heca porque advirtió que estaba grave. "Mi prioridad era salvarle la vida", recordó.
Tanto Díaz como a Visgarra fueron interpelados por la defensa de tres policías sobre sus conocimientos acerca de una orden explicita para que se retirara el colectivo 133 donde viajaban los uniformados de la PAT, algo que dijeron no saber.
El juicio se inició el lunes y en el banquillo de los acusados están Ramiro Rosales, Francisco Rodríguez, Luis Sosa y Jonatan Gálvez todos de la PAT, junto a Galindo, del Comando Radioeléctrico.
Para Rosales y Galindo la Fiscalía solicitó prisión perpetua por homicidio calificado por abuso de función. Rodríguez y Sosa fueron acusados de tentativa de homicidio y se pidieron penas de 12 años de prisión. Respecto de Gálvez, una de las querellas desistió de acusarlo, la Fiscalía le endilgó el delito de abuso de armas y pidió 3 años.
Siesta fatal
El caso ocurrió a las 15.10 del 4 de enero de 2015 en bulevar Seguí y Ayacucho, donde Herrera lavaba su Volkswagen Gol en la vereda de casa. Allí desembocó la persecución de un móvil del Comando contra Brian Vespucio, que minutos antes había robado a mano armada una juguetería de San Martín 3511 y huía en una Zanella 50.
Mientras el patrullero seguía al delincuente, Galindo y un compañero se sumaron en otro móvil. Vespucio abandonó la moto en Seguí y Alem y escapó corriendo al este mientras efectuaba disparos.
Según la teoría fiscal los agentes de la PAT que viajaban por Seguí en un colectivo de la línea 133, por el carril sur hacia el este, se bajaron y comenzaron a disparar sin tener conocimiento de la situación. El ladrón fue reducido en pasaje Villar tras recibir un balazo en una pierna, pero Herrera fue herido de muerte cuando intentaba guarecerse tras un árbol sobre Ayacucho.
Tras la etapa de investigación, los fiscales interpretaron que la víctima recibió un disparo de Rodríguez, que le entró por el pie derecho; uno de Rosales que le ingresó en el muslo izquierdo le atravesó la arteria hipogástrica y se alojó en la cadera; y otro del arma de Galindo que le rozó el cráneo y le provocó una lesión encefalocraneal, los cuales le provocaron la muerte.
Sin embargo los acusados, al declarar el lunes, dijeron que los tiros fueron en respuesta a un ataque previo de Vespucio, que pasó corriendo junto a ellos.
Postergación
La Fiscalía solicitó en la audiencia de ayer la postergación de la declaración del operador del domo con la cámara de videovigilancia ubicada en la esquina de bulevar Seguí y Ayacucho porque esa persona está fuera del país y recién regresa el 14 de marzo.