La disputa por el negocio de las extorsiones y el narcomenudeo que enfrenta a las bandas lideradas en el territorio de Ludueña y Empalme Graneros por los detenidos Mauro Javier Gerez y Francisco “Fran” Riquelme, una guerra que en los últimos meses se ha cobrado varias vidas, tuvo la madrugada de ayer un nuevo capítulo con allanamientos que los efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) desplegaron con órdenes de los fiscales Patricio Saldutti y Adrián Spelta. Los procedimientos no se limitaron a varios domicilios sino que se extendieron a varias celdas de la cárcel de Piñero. Como resultado de los operativos fueron detenidos dos adolescentes de 17 años y se secuestraron dos armas de fuego de grueso calibre (entre ellos un fusil FAL calibre 7.62), varios proyectiles, dinero en efectivo, motos, gran cantidad de droga fraccionada para su venta, balanzas de precisión y teléfonos celulares. En tanto, en las diez celdas requisadas en el penal del sudoeste rosarino se incautaron diez celulares que serán peritados para saber si de ellos se impartió alguna de las órdenes que terminaron en la comisión de delitos.
Los procedimientos se llevaron adelante a partir de cinco causas que investigan crímenes y tentativas de homicidios y tuvieron lugar en ocho viviendas de Felipe Moré al 600 bis; otra de la misma calle al 500 bis; dos casas de Lucio V. López al 5100; otras dos en pasaje Sotomayor al 600 bis; Casilda al 1400; Teniente Agnetta al 300 bis; pasaje Lunar al 900; Gorriti al 6000, 6200 y 6300; pasaje Quito al 2500; Renán al 100, en el Bajo Sorrento; y Carrasco al 1000 de Granadero Baigorria. En los mismos se detuvo a Brisa Abril A., de 17 años, y Gustavo Tomás C., de la misma edad, quienes quedaron a disposición del juzgado de Menores Nº 3 y a quienes los investigadores consideran soldaditos de la banda de Fran Riquelme.
Respecto a la menor arrestada, la misma se hallaba en una casa de pasillo de Felipe Moré al 600 bis de la cual pretendió escapar ante la llegada de los policías y, al intentar subir a los techos, cayó pesadamente sobre un patio por lo que debió ser asistida por médicos del Sies. En esa finca se secuestraron un revólver calibre 38 con cuatro balas en su tambor, 5 mil pesos, 724 bochitas de cocaína, un bochón de la misma sustancia y otra bolsa con droga, material de fraccionamiento, dos celulares, 15 municiones calibre 22 y dos balanzas de precisión por lo que se sospecha que en el lugar funcionaba un quiosco de venta de drogas. En tanto, Gustavo Tomás C. fue apresado en Felipe Moré al 500 bis donde los pesquisas incautaron cuatro celulares y una moto Motomel de 150 cc.
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Por su parte, en la cárcel de Piñero fueron requisadas diez celdas del módulo D del pabellón 16 donde están alojados presos considerados de “alto perfil”, algunos de ellos condenados por resonantes homicidios o ser parte de bandas narcocriminales. De allí los efectivos se llevaron una decena de celulares desde los cuales podrían haber partido las órdenes para cometer los delitos que se investigan.
Si vivir en Ludueña y Empalme Graneros se había convertido en algo difícil para los vecinos, todo se potenció con las ejecuciones de Cristian “Larva” Fernández (un hombre ligado a la banda de Los Monos) el 14 de abril en Gorriti al 6200, y de Joel Bulnette (mano derecha de Fran Riquelme, un joven vinculado a Esteban Lindor Alvarado) el 20 de abril en Felipe Moré al 600 bis, una cuadra que ya había sido escenario de otros homicidios.
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En el marco de las investigaciones por esos asesinatos, el 26 de mayo fue apresado Mauro Javier Gerez, considerado el jefe en las calles de una banda polirubro que recibía las órdenes que desde la cárcel de Piñero le impartía Andy Fabián Benítez, un hombre que los investigadores ligan directamente a Máximo Ariel “Guille” Cantero, jefe en las sombras de la banda de Los Monos. Junto a Gerez cayeron otras ocho personas que empezaron a ser imputadas el jueves en el Centro de Justicia Penal por el fiscal de la Unidad de Balaceras Pablo Socca por conformar una asociación ilícita y cuya permanencia en prisión se determinará mañana en la audiencia presidida por la jueza Silvia Castelli.
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Del otro lado del campo de la batalla están aquellos que responden a Fran Riquelme, otro preso de Piñero al que se vincula directamente con Esteban Lindor Alvarado, el hombre al que anteayer condenaron a prisión perpetua por conducir una asociación ilícita, homicidio y lavado de dinero. Riquelme está acusado de haber perpetrado en marzo de 2020, en la ciudad de Roldán, un ataque a tiros contra Mariana Ortigala, una mujer que junto a su hermano Rodrigo supieron tener estrechos vínculos con Alvarado pero que luego se distanciaron de él y declararon como testigos protegidos en el juicio que concluyó el viernes.
En ese marco, fue que la madrugada de ayer efectivos de la AIC y otros grupos operativos y de irrupción llevaron adelante los allanamientos en las calles de Ludueña y la propia cárcel de Piñero para desarticular a ese grupo delictivo.