Dos hombres fueron imputados este viernes como coautores del asesinato de las hermanas Estefanía y Marianela Gorosito, de 25 y 28 años, cuyos cadáveres fueron hallados el miércoles de esta semana en un camino rural de la zona de Pérez. Un joven de 18 años y un hombre de 30 quedaron presos por el plazo de ley acusados de haber participado del hecho, que fue caratulado como femicidio por haberse dado en un contexto de violencia de género. Los involucrados declararon e intentaron despegarse del plan criminal, del cual se sospecha que participaron más personas que están siendo buscadas.
En los primeros días de investigación del doble femicidio de las hermanas Gorosito no está claro el móvil concreto, pero sí que existió una planificación y que al menos uno de los presuntos autores del hecho conocía a las víctimas. El martes por la tarde, según describió el fiscal Patricio Saldutti en la audiencia de este viernes, Estefanía y Marianela salieron a merendar al bar Anajuana, ubicado en Oroño y Salta, y luego las pasaron a buscar en un Citroën C3 color gris. Después, según la teoría acusatoria, las víctimas fueron despojadas de sus pertenencias y, tal como consta en el trayecto marcado por el impacto de las antenas del celular de una de las chicas, llevadas a la zona despoblada del barrio Cabín 9 de Pérez donde fueron asesinadas. Estefanía recibió ocho disparos y Marianela cuatro, a las dos les dispararon dos veces en la cabeza, y después las abandonaron en un basural de la zona.
Un rato después, cerca de las 20.30, el Citroën C3 se topó con un control vehicular de Gendarmería en la zona de El Chajá y Provincia de Misiones, a menos de 500 metros del lugar del hallazgo de los cadáveres. Los efectivos advirtieron que el auto, al notar el operativo, hizo marcha atrás, luego se detuvo y del mismo bajaron varias personas que salieron corriendo. Tras una persecución solo fue detenido William Alberto E. L., de 18 años. También fue secuestrado el auto, en el cual había rastros de sangre, un balazo en una de las puertas trasera y una gorra de lana color rosa también con manchas de sangre.
Hasta el momento hay dos personas acusadas de haber participado del hecho. Uno es William Alberto E. L., de 18 años y domiciliado en Ancaste al 2600. El otro es Damián Ezequiel R., de 30 años y dueño del auto en el que fueron trasladadas las víctimas. El fiscal Saldutti les imputó los delitos de femicidio, homicidio calificado por el concurso premeditado, homicidio criminis causa y robo calificado por portación ilegítima de arma de fuego de guerra. Además Damián R. fue acusado por realizar una denuncia falsa en relación al robo de su auto, lo que para la Fiscalía significó una coartada para intentar desligarse de su presunta participación en el hecho. En ese marco la jueza de Primera Instancia María Trinidad Chiabrera dispuso la prisión preventiva de los imputados por el plazo de ley.
"Yo fui a chorear"
Al comienzo de la audiencia de este viernes William Alberto E. L. pidió hablar y aceptó responder preguntas de parte de la Fiscalía. Entonces indicó que participó del hecho pero solo con la intención de robar las pertenencias de las hermanas Gorosito. Desde un primer momento, por uno de los hermanos de las víctimas que llegó a la escena del crimen y dijo que podía reconocerlas por unas joyas de oro que solían usar, comenzó a hablarse de esos elementos. En ese sentido el imputado dijo que su intención solo había sido robar esas pertenencias. Sin embargo una de las hipótesis que maneja la Fiscalía es que este joven fue contratado para participar del plan criminal y que las joyas de oro pudieron ser una forma de pago.
El imputado dijo que la tarde del martes dos jóvenes y una mujer, de los cuales solo conoce a uno, lo pasaron a buscar en el Citroën C3 por su casa de Ancaste al 2700. Que de ahí fueron hasta el bar Anajuana, ubicado en Oroño y Salta, donde esperaron a que las hermanas Gorosito se subieran a un Chevrolet Cruze negro donde las esperaban otras dos mujeres. Desde el bar, según lo que contó este joven, se dirigieron a un kiosco de la zona oeste donde al parecer las hermanas fueron forzadas a subir al Citroën C3.
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"Bajaron en un kiosco, yo las robo y a ellas las subieron al Citroën", aseguró el joven. Luego, continuó en su relato, él se fue corriendo y entonces escuchó un disparo dentro del auto. "El auto me sigue y me dicen que suba. Subí y me senté en el asiento del copiloto", aseguró el imputado. En esa línea agregó que dentro del Citroën iban las dos hermanas y los otros dos jóvenes, mientras que las otras tres mujeres continuaron en el Cruze.
El joven indicó que a la zona de Camino de Los Indios y Chajá, donde finalmente fueron arrojados los cadáveres de las víctimas, llegaron los dos autos pero que él se quedó adentro. Aseguró que quedó a unos 100 metros de distancia de donde finalmente las jóvenes fueron ejecutadas por los dos varones mientras que las mujeres se ocuparon de arrastrar los cuerpos hasta el punto donde finalmente fueron halladas.
"Yo fui a chorear, a agarrar lo que me prometieron, el oro", dijo el joven en un intento por despegarse del crimen. Para la Fiscalía el relato de William Alberto E. L. tiene elementos que coinciden con la hipótesis acusatoria, pero a su vez es una coartada en la que el imputado intenta acotar su participación solo al robo de las joyas que llevaban Estefanía y Marianela. Lo mismo ocurre con el otro imputado, Damián R., quien fue detenido luego de realizar una denuncia por el robo de su auto, el Citroën C3 involucrado en el hecho. Para la Fiscalía se trata de una denuncia falsa y por eso les imputó a los dos el mismo delito en relación al doble femicidio.
Violencia de género
Luego de la audiencia el fiscal Patricio Saldutti explicó que la investigación es muy reciente y que restan medidas por realizar. Sobre todo para dar con el paradero de los demás sospechosos de haber participado del doble crimen, que por el momento son un joven y tres mujeres. Lo que sí está claro es que Estefanía y Marianela fueron víctimas de femicidio.
"Estamos hablando de la muerte violenta de dos mujeres en un contexto de violencia de género, vimos la violencia y atrocidad con que fueron cometidos los hechos y también por la forma y lugar de descarte de los cuerpos", indicó Saldutti. En cuanto al contexto del doble crimen y su posible móvil el fiscal remarcó la necesidad de avanzar con las medidas pendientes. "No tenemos demasiada información respecto del móvil, sí de otras personas que participaron. Se está buscando identificarlas, lo que podría dar más profundidad en relación al móvil", agregó Saldutti.
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En ese sentido aseguró que por el momento la Fiscalía no cuenta con elementos para dar sustento a una de las hipótesis que trascendieron en los medios de comunicación en los últimos días. Es la que refiere que las chicas asesinadas estaban vinculadas a la venta de drogas, contexto en el cual estaban involucradas en una deuda de unos 900 mil pesos a un hombre que está preso en Piñero y que manejaría el narcomenudeo en la zona oeste de Rosario.
En la audiencia se dieron a conocer testimonios de testigos de identidad reservada y de la madre de las víctimas, quien indicó que Estefanía y Marianela era muy unidas, que siempre salían juntas. La mujer, que dijo trabajar como vendedora de verduras, contó que el martes volvió a su casa a las 18.30 y que sus hijas ya no estaban. Que uno de los hermanos de las chicas le contó que se habían bañado y planchado el pelo y que se fueron de la casa sin decir a dónde ni con quién. Al llegar la noche los familiares de las chicas comenzaron a preocuparse luego de mandarles mensajes por WhatsApp y notar que ya no les llegaban.