Un joven de 22 años fue imputado de apuñalar en el corazón a un conocido para robar 500 pesos y una cuchilla de carnicero de un almacén que atiende la familia de la víctima en la ex Zona Cero, en tanto que un hermano del acusado también quedó preso por atacar a tiros desde la planta alta de su casa a familiares que fueron a reclamar por lo sucedido. El herido se encuentra internado, en estado reservado, con una lesión en el ventrículo izquierdo.
Carlos Ignacio H., de 24 años, y su hermano Gastón Matías H., de 27, fueron imputados por el fiscal Alejandro Ferlazzo por el hecho que se inició el lunes a las 7.30 en un almacén y carnicería de Oncativo al 2900. Según planteó el fiscal en su acusación, Carlos hirió con un cuchillo en el pecho a Maximiliano D. para robarle 500 pesos y una cuchilla nueva de unos 30 centímetros de largo. Luego se fue corriendo hacia la casa de su hermano Gastón, donde cerca del mediodía se presentaron dos hermanos de la víctima a reclamar por el ataque.
Entonces, según la imputación, el mayor de los hermanos H. asomó desde la ventana de la planta alta y les gritó “no tengo nada ver”. Luego amenazó “ustedes ahora van a ver” y sacó un revólver con el que le disparó a uno de los hermanos “con la intención de matarlo”, a unos tres metros de distancia pero sin llegar a herirlo. Finalmente manifestó “ahora bajo y los mato”, salió a la calle y siguió apuntando con el arma cargada en la vía pública mientras los familiares del herido se iban corriendo del lugar.
Los hermanos H. fueron detenidos tras llamados de los vecinos a la policía. Carlos quedó imputado como autor de un homicidio críminis causa en grado de tentativa y robo calificado por el uso de arma blanca. Gastón como autor de intento de homicidio, amenazas calificadas y portación ilegítima de arma de uso civil, un revólver calibre 32 corto que arrojó al suelo cuando la policía llegó a buscarlo. El juez Hernán Postma les dictó a ambos acusados (que cuentan con causas previas) la prisión preventiva por el plazo legal de dos años.
Entre las evidencias, el fiscal citó el testimonio de un remisero vecino de la víctima que estaba en su auto por salir a trabajar cuando escuchó que Maximiliano le gritaba a su perro: “Mordelo, canalla”. Enseguida un muchacho al que no conocía salió corriendo “como borracho o drogado” del almacén. El remisero salió tras él hasta verlo ingresar a otro local, que resultó ser la casa del mayor de los hermanos H.
Los familiares de la víctima contaron que Maximiliano y Carlos se conocían. En las cámaras de vigilancia del negocio se los ve entrar juntos al local, de donde a los diez minutos Carlos se fue corriendo y el hijo de los dueños salió con una herida punzante en el tórax. Su madre lo trasladó a un centro de salud y desde allí, en grave estado, fue derivado al Heca donde está en estado crítico, con respirador, sedado y una herida con lesión cardíaca.
A las 11.45 los hermanos de la víctima fueron a reclamar a la casa de la calle 13.101 al 2900 donde se había escondido el agresor y fueron recibidos a tiros, aunque resultaron ilesos. Los familiares denunciaron el faltante de 500 pesos de la caja registradora del negocio y una cuchilla de carnicero nueva. E indicaron que, camino al centro de salud, Maximiliano manifestó que quien lo hirió fue “el hermano de Pipi”, dato que fue mencionado por el fiscal en la audiencia imputativa del lunes.