Dos hombres fueron asesinados por sicarios en un presunto ajuste de cuentas ocurrido en la localidad bonaerense de 9 de Abril, en el partido de Esteban Echeverría.
El auto en el que fueron hallados los cuerpos.
Dos hombres fueron asesinados por sicarios en un presunto ajuste de cuentas ocurrido en la localidad bonaerense de 9 de Abril, en el partido de Esteban Echeverría.
Fuentes policiales informaron que el hecho se produjo en la calle San Marcos al 400 del barrio El Zaizar, donde había un automóvil estacionado marca Honda City gris, y dentro del mismo dos hombres asesinados a balazos.
La Policía Bonaerense descubrió estos cuerpos tras un llamado al 911 de un vecino, alertado por escuchar una ráfaga de disparos efectuados en la zona.
La sangre hallada en el lugar continuaba hasta una casa, a la cual fueron los uniformados y encontraron 184 paquetes de marihuana con un peso aproximado de 138 kilos, un trozo compacto de cocaína de 125 gramos, todo por un valor de unos 200 mil dólares.
También secuestraron un arsenal: una escopeta marca León calibre 28 (sin pedido secuestro), un revólver calibre 357 sin marca y numeración suprimida, un revólver calibre 22 corto marca Trade Mark (sin pedido secuestro), tres cajas completas de balas calibre 9 milímetros (150 cartuchos), cuatro cargadores vacíos de pistola Browning sin numeración, otro marca Bersa sin numeración, seis teléfonos celulares, dos chalecos tácticos negros de transporte sin inscripciones y dos vainas servidas calibre 9 milímetros.
El hallazgo de semejante cantidad de droga abonó la hipótesis de que esa vivienda funcionaba como una "casa de guarda" de drogas donde se fraccionaba marihuana y cocaína que era distribuida en los distintos puestos de venta minoristas.
Los efectivos hallaron sangre en los envoltorios de cocaína, que estaban preparados para ser vendidos.
Por lo tanto, se presume que los sicarios sorprendieron a los traficantes cuando fraccionaban la droga, les dispararon y después, intentaron sacar los cuerpos de la escena del doble homicidio, pero el hecho de que la policía respondió con premura el alerta al número de emergencias 911 los hizo cambiar de planes. Los sicarios huyeron sin llevarse los cuerpos y, además, abandonaron la droga.
Uno de los dos asesinados fue identificado como Jonathan Abel Correa, de 19 años, quien falleció en el acto con un balazo en la cabeza, mientras que el restante, de nombre Ramón Arístides Acuña -dueño del rodado en el que fueron hallados ambos-, de 31, recibió un disparo en el pómulo derecho y murió tras ser atendido en el Hospital Santamarina de Monte Grande.
La causa fue caratulada como "Doble homicidio y hallazgo de estupefacientes", por lo que intervienen la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 2 Descentralizada de Esteban Echeverría, a cargo de María Paula Sagade Sánchez, y la UFI número 14, especializada en temática de Estupefacientes, a cargo de Diego Sebastián Lleyda, del Departamento Judicial Lomas de Zamora.
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