Tres hombres y una mujer fueron detenidos acusados de integrar una banda que se dedicaba a la confección de licencias de conductor truchas y las ofrecían en Facebook. Los sospechosos cayeron en un operativo de entrega controlada en el cual un policía de División Judiciales se hizo pasar como cliente.
Fuentes policiales revelaron que la investigación arrancó cuando se detectó en la red social que un grupo de personas ofrecía carnés de conducir para distintas categorías, autos y motos, así como la impresión de certificados "ruta" para camioneros. Por cada trámite los estafadores pedían entre 7 mil y 7.500 pesos.
Según los investigadores, los falsificadores se presentaban como personal habilitado para extender las licencias nacionales en el marco de la pandemia. El interesado debía contactarse con ellos a través de Messenger y a partir de ese intercambio la persona interesada en obtener su licencia recibía un número de WhatsApp y seguía en contacto mediante ese sistema de mensajería. Por allí se remitían los datos y las fotos de los interesados. Una vez que todo estaba listo, la entrega del documento se hacía a través de un cadete o delivery.
En ese marco el fiscal Gustavo Ponce Asahad dispuso un operativo de entrega controlada y un policía que se hizo pasar por un interesado concertó una cita para el lunes a la tarde en una estación de servicios de Provincias Unidas y Eva Perón. Al lugar llegó un hombre en una moto que entregó al falso cliente el carné solicitado. Como el hombre afirmaba que la licencia era original pero se sabía que era apócrifa, fue detenido e identificado como Cristian M. También se secuestró su moto, una Honda CG 150 negra sin patente visible.
Al ser detenido M. reveló que debía entregar el dinero a un hombre y una mujer. En ese marco fue detenido Alan R. quien llegaba en un Chery gris plata a retirar lo recaudado por la venta del carné trucho. Este joven de 22 años fue trasladado a Jefatura y allí se estableció que los carnés se confeccionaban en una casa de La República al 6400, que fue allanado durante la noche del lunes.
Allí fueron detenidos un hombre y una mujer, y se secuestraron elementos de interés par la investigación como computadoras, impresoras de credenciales, ploters de corte, una cámara de fotos, chips, plásticos de tarjeta con banda magnética sin inscripciones, un lector de tarjetas y otros elementos empleados para la fabricación de las licencias.
En principio, el delito quedó definido como falsificación de documento público calificado, que tiene una pena de 3 a 8 años de prisión, indicaron fuentes policiales.