"Esto no tiene explicación. Lo que yo le pueda decir a mi hija, una pibita de 19 años, no tiene sentido". Carlos, vecino del barrio República de La Sexta, expresó con claridad la sinrazón de un nuevo homicidio en Rosario. En este caso, el que tuvo como víctima a su yerno, Tomás Iván Borda, de 19 años. Según sus allegados, el lunes por la tarde el joven salió con su pareja a tomar un helado y cuando caminaban por Pasco entre Chacabuco y Esmeralda fueron atacados a balazos desde una moto. Él empujó a ella para protegerla y en ese momento fue alcanzado por un disparo en el pecho. "Tiraban para todos lados", dijo una testigo cuyo relato se ajusta al resultado colateral de la balacera: en la misma ráfaga fue herido un chico de 16 años que estaba a unos metros de distancia.
Este martes por la mañana los familiares de Tomás estaban en su casa, ubicada a la vuelta de donde el chico fue baleado, esperando que les avisen que podían trasladar el cuerpo desde el Instituto Médico Legal para realizar el velatorio. Mientras tanto Carlos, el suegro del chico, habló con La Capital para hacer hincapié en algo: "No tenía nada que ver con nada".
Tan irracional como la muerte a balazos de un pibe es que este hombre en pleno duelo tenga que hacer esa aclaración y contar que Tomás tenía un emprendimiento de barbería junto a su novia. Pero en sus palabras hay un clima de época que lo explica: "Qué van a pensar desde afuera, que tenía algo que ver. Hasta uno mismo con un caso de afuera capaz lo mira y piensa que tenía algo que ver". A ese punto de vista le siguió la resignación, también producto de lo que se percibe en una ciudad que ya cuenta más de 200 homicidios en lo que va del año: "Esto queda todo en la nada. A esta noticia le sigue otra igual".
Desde una moto
Pasadas las 18 del lunes, Carlos salió con dos hijas de Berrutti al 1800 en dirección a Cochabamba. Junto a ellos, contó el hombre, también salieron Tomás y su novia Valentina, pero encararon para Pasco y avisaron que se iban a tomar un helado a la Grido que está por esa calle en el cruce con Alem. Habían pasado pocos minutos desde que se separaron cuando el hombre y las otras chicas escucharon una serie de disparos. Cuando volvieron sobre sus pasos se encontraron, sobre Pasco casi llegando a Chacabuco, con Tomás herido de gravedad en el piso.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
En ese momento había varias personas en la vía pública que con su relato brindaron una versión del ataque que fue la que este martes se comentó entre los vecinos de la cuadra. Indicaron que dos hombres que iban en una moto tirotearon desde el vehículo en movimiento cuando pasaron por calle Pasco en dirección este a oeste. Así fue que además de Tomás resultó herido otro chico, Lautaro P., de 16 años, sobre quien dijeron que estaba vendiendo medias.
A Tomás lo llevaron al Hospital Provincial, desde donde informaron que lo ingresaron ya sin vida. Casi en simultáneo, al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez llegó el otro chico, a quien le diagnosticaron una herida de bala en la cabeza. La investigación del caso quedó a cargo de la fiscal de Homicidios en turno, Gisela Paolicelli, quien ordenó una serie de medidas al gabinete criminalístico. En la escena del crimen juntaron cinco vainas servidas calibre 9 milímetros y trabajaron sobre cámaras de vigilancia de la zona que podrían brindar más precisiones sobre la mecánica del ataque.
A cualquiera
Valentina, la novia de Tomás, le contó a sus familiares que en medio de los disparos llegaron a advertir que estaban en peligro. Que el chico, como en un acto reflejo, alcanzó a empujarla para ponerla a salvo. La joven cayó al suelo, él quedó de pie y recibió un disparo en el pecho.
"Salieron a tomar un helado y justo cuando están caminando para la Grido viene una moto con dos personas. Es la realidad que le puede tocar a cualquiera", contó a La Capital otra allegada a las víctimas. "Dicen que tiraban para todos lados. Acá tenés búnker por cualquier lado y es por culpa de ellos", agregó. En ese sentido, el comentario vecinal ubicó a un punto de venta de drogas en la cuadra de Pasco entre Chacabuco y Esmeralda, así como también deslizaron que los autores del ataque pudieron equivocarse de objetivo o bien "darle al que pasara por ahí".
El descargo de los vecinos también incluye críticas a la policía y a la prevención del delito. "¿Viste las famosas zonas liberadas? Bueno esta es una. Acá se vende, se roba, si dejás el auto afuera te aparece desmantelado", cuestionó un vecino.
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En la cuadra donde ocurrió el crimen de este lunes se percibe un fuerte contraste en la fisionomía de La Sexta. Hacia el este por Pasco queda una cuadra y media hacia la barranca que da a la avenida Belgrano y más allá al río Paraná. Una zona, por su estado de abandono en términos de infraestructura, más parecida a las periferias de la ciudad que a la zona macrocéntrica y universitaria en la que está ubicada. Mientras que hacia el oeste el panorama cambia con edificios con seguridad privada y residencias enrejadas. Un sector habitado por estudiantes que acuden al Centro Universitario Rosario, más conocido como La Siberia, y por cadetes del Instituto de Seguridad Pública.
Con ese marco, la sugerencia de los vecinos coinciden acerca de en qué zona tener mayor cuidado de los arrebatos, problemática que parece prevalecer sobre otras, al menos en la preocupación cotidiana del vecindario. Sin embargo, también aparecen los recuerdos de crímenes recientes, como el de Elizabeth Santa María, asesinada a los 31 años en marzo pasado, en Pasco y Esmeralda. "A esa pibita le pegaron un tiro en la cabeza", recordó una vecina este martes y agregó: "No se supo más nada".